Si algún equipo ha tomado protagonismo en los dos últimos años en la pelota cubana ese ha sido Granma. Con su apabullante victoria ante Matanzas cuatro juegos por uno en la semifinal de la 57 SN, los granmenses se convierten en el octavo equipo en la historia que se incluye en una final de la pelota cubana durante dos años consecutivos.
La era de los Alazanes comenzó en enero de 2017 justamente frente al Matanzas que entonces dirigía Víctor Mesa. Los discípulos de Carlos Martí revirtieron la serie con dos victorias increíbles en el estadio Victoria de Girón matancero, aún sin contar con uno de sus grandes bateadores que justamente se había mudado al equipo contrario. No necesitaron a Yordanis Samón, “El Bombardero del Dorado”, para bombardear al picheo yumurino en el decisivo séptimo encuentro.
Tampoco eran favoritos para la final ante los tigres de Ciego de Ávila que iban por su tercera corona consecutiva. Ni el granmense más optimista hubiera imaginado que su equipo pasaría la escoba en la final para coronarse por primera vez en cuarenta años de historia. Los Alazanes pusieron fin, de la peor manera, a la era de los tigres.
Después vendría la Serie del Caribe y si bien Granma ocupó el cuarto lugar, el equipo mostró buenas maneras. Sobre todos se destacó un desconocido camarero que jamás había sonado para una selección nacional. Y es que uno de los héroes principales del título nacional fue el camarero y capitán del conjunto: Carlos Benítez.
Varios integrantes del equipo campeón, incluido su director, se incluirían en el equipo Cuba al Cuarto Clásico Mundial. Por primera vez en una selección nacional los tres jardineros regulares eran de la misma provincia. Dos meses antes nadie hubiera presagiado a Carlos Martí como timonel del clásico, y mucho menos que en el equipo Cuba galoparan tantos alazanes.
Con el inicio de la 57 Serie Nacional parecía que Granma se borraba del mapa mediático de la pelota cubana. Con Alfredo Despaigne y Roel Santos contratados en Japón, y sin el as Lázaro Blanco envuelto en la Liga Can Am, muchos dudaban de la clasificación.
Carlos Martí asumió el reto y aunque no pudo obtener la clasificación directa entre los cuatro primeros se situó en quinto lugar. El nuevo reto: play off de comodines por la permanencia rumbo a la segunda fase. En este duelo los Alazanes tuvieron un nuevo héroe: el veterano lanzador zurdo Leandro Martínez que salvó un juego y ganó el otro ante Villa Clara. Dos victorias seguidas y a luchar en la segunda fase.
Ya entre los seis primeros y con nuevos refuerzos la historia parecía diferente. Esta vez los héroes ofensivos tuvieron nombres: entre Guillermo Avilés, Lázaro Cedeño y Carlos Benítez impulsaron casi la mitad de las carreras del equipo y conectaron 48 jonrones. Se incorporaron Roel y Blanco pero el equipo sufriría bajas importantes durante la etapa final de la clasificación.
Granma sería el equipo más afectado al aportar a cuatro talentos al Panamericano sub-23 celebrado en Panamá. Sin los jardineros Raico Santos (la nueva sensación como hombre proa durante la primera fase en una copia fiel a su primo Roel) y Yoelkys Céspedes, y los lanzadores de refuerzos, el santiaguero Ulfrido García y el villaclareño Yosver Zulueta, el equipo se resentiría bastante pero los Alazanes no se rindieron.
Nuevamente clasificaron en último lugar para la fase semifinal, en la cual se enfrentarían a Matanzas. Nuevamente serían vilipendiados por todos los especialistas que no le daban el más mínimo crédito al actual campeón y nuevamente, Granma ganó, aunque esta vez de forma arrolladora.
Carlos Martí fue duramente criticado por dejar en el banquillo al líder jonronero de la justa, en detrimento de un refuerzo que poco había aportado ofensivamente en la segunda etapa. Recibió aún más críticas luego de relevar el segundo juego del play off semifinal con el refuerzo villaclareño Alain Sánchez y darle la bola a este mismo lanzador para que abriera el tercer partido con solo dos días de descanso. Pero más sabe el diablo…
Las decisiones temerarias giraron en favor del manager más experimentado de la pelota cubana. Un hombre todo calma que ya cuenta con 29 series a cuestas, y que sabe que en el béisbol como en la vida hay que tomar riesgos.
Granma ganó cuatro partidos consecutivos después de perder el primero y Carlos Martí levantó su voz autoritaria para exigirle a todos los seguidores del béisbol respeto para el equipo campeón. Nunca lo había hecho pero enfiló hacia la prensa: “Sé que ustedes están para criticar, pero de forma objetiva, no decir por ejemplo el brazo cansado de Alain Sánchez, sin hablar con él, o poner en dudas otras cuestiones sin venir al terreno, ver y estar con los atletas”.
No titubeó en sus declaraciones: “No he estudiado periodismo, pero considero que deben ser objetivos y más cuidadosos, porque estando a cientos de kilómetros existen muchas posibilidades de equivocarse y ser injustos”.
El timonel granmense dejó la calma a un lado pero no pudo contenerse. Es un eterno luchador y de eso se ha tratado la nueva era. Granma ha luchado contra molinos de viento y con mucho tesón se ha inscrito en la historia del béisbol cubano.
Ahora esperan por su rival en la final de la pelota cubana: Las Tunas. Nuevamente comenzarán el duelo final como visitadores. El equipo campeón impuso respeto y silenció las voces que acusaban al manager de mil batallas.
Desde que tengo uso de razón la prensa deportiva cubana y los comentaristas son LO MISMO CON LO MISMO. Una vez “el tambor mayor” Orestes Kindelan no les concedió entrevistas por muchos años debido a la falta de profesionalismo e imparcialidad y esgrimió algo muy cierto: -Qué alguien me diga si existe una escuela de formación de periodistas y comentaristas deportivos. Esa generación pasada estaba más que limitada en conocimientos, particularmente los de la televisión porque en la radio estaban los más serios excluyendo al chovinista de Pacheco que por ideología era el que más cubría eventos deportivos, pero distante un mundo de ser bueno en su profesión.
Qué manera de hablar estupideces en un evento deportivo sin aportar nada sobre la verdadera materia al espectador o el radio oyente.
Modesto Aguero fue un mediocre en su total dimensión. Oírle narrar una pelea de boxeo sin el más mínimo argumento y conocimiento era indignante. Para que hablar de Rodolfo García que es la meca de la adulación y la conveniente salida.
Reinier González escapa por su conocimiento, búsqueda e investigación acerca de cualquier deporte y de eso se trata, ser profesional porque eres el rostro y la referencia de un pueblo. Al tonto lo puedes engañar, pero con el que tiene al menos un dedo de frente quedas muy mal parado.
Si algo disfruto de mi estancia en el extranjero es poder ver partidos por ESPN, Fox, Bein con comentaristas más que profesionales y sobre todo COMUNICADORES de datos y conocimiento en lo que a deportes concierne.
Los Iván López, Campuzano, Milton Díaz Canter (excelente camarógrafo convertido a fuerza en pésimo periodista) me hacían temblar cada vez que escuchaba sus descabellados análisis.
Respeto para Eddy Martín, todo un historiador del deporte y a Sigfredo Barros conocedor del béisbol y buen cronista…
En fin… el mar… y las ganas enormes que ese periodismo deportivo cubano salga de la mediocridad del mismo modo que nuestra depauperada Serie Nacional de Béisbol.
P.D. De Higinio Vélez y otros demonios mejor no hacer ni alusión.
dos detalles, no creo que la prensa haya vilipendiado a nadie, contra Matanzas, el 1ro, el 4to, sea quién sea, no es favorito, lo han tratado de explicar mil veces, son industrialistas, casi todos, y poco objetivos, pero dar un pronóstico no es decir que el otro no tiene posibilidades… lo segundo, la crítica a Martí por sentar a Cedeño era lógica, y se demostró luego, sino lo pone, no ganan…
Buen articulo, ojala los periodistas y comentaristas cubanos tuvieran esos datos para entender por que Granma clasificó de 4to y como una vez estado el equipo completo mas los ultimos 3 refuerzos las cosas cambiaban, en esencia Granma no clasificó de 1ro por no tener un equipo estable todo el año, no por falta de calidad o que estuviera mal el equipo.