Las restricciones y advertencias de la administración Trump sobre viajar a Cuba, no han convencido a varias agencias y organizaciones estadounidenses, que continúan promoviendo visitas a la Isla.
En un reportaje de la cadena Fox News, encargados de estas agencias dijeron que el Departamento de Estado no ha aportado pruebas de que los estadounidenses estén en riesgo cuando viajan a Cuba.
“No hay evidencia sobre un ataque sónico o cualquier ataque. No ha habido advertencias de viaje en ningún otro país”, aseguró Bob Guild, vicepresidente de Marazul Tours, una de las agencias más antiguas de Estados Unidos especializada en viajes a Cuba.
Guild y representantes de otras empresas comentaron a Fox que en una reciente reunión con funcionarios del Departamento de Estado no recibieron ninguna información nueva y convincente sobre los supuestos ataques sufridos meses atrás por una veintena de diplomáticos estadounidenses en La Habana.
“Queremos más información sobre quiénes eran esas personas, cómo fueron afectadas y cómo están ahora”, dijo Guild, quien agregó que no les habían dado “información específica”.
Los viajes de los estadounidenses a Cuba se multiplicaron con el restablecimiento de relaciones bilaterales durante el gobierno de Barack Obama. En 2016 visitaron la Isla cerca de 285,000, una cifra que ascendió hasta los 619,000 el pasado año.
Si se sumaran los más de 450,000 cubano-americanos que también llegaron a Cuba, el total asciende a más de 1,17 millones de estadounidenses: un crecimiento del 191 por ciento respecto a 2016.
Estas cifras se reportaron a pesar de que el presidente Trump endureciera las regulaciones para viajar a la Isla, tras los alegados ataques a funcionarios de su país que sufrieron síntomas como dolores de cabeza y pérdida auditiva. La advertencia que emitió entonces su gobierno, previniendo a los estadounidenses de viajar a Cuba, cambió hace dos semanas. El Departamento de Estado propone “reconsiderar el viaje” a la Isla.
“No aceptamos la advertencia de viaje original”, dijo Guild, quien entiende que la recomendación actual sigue estando injustificada.
Sin quejas
Otros organizadores de viajes a Cuba comentaron que no han recibido quejas de los estadounidenses que visitaron la Isla con su ayuda.
“Creemos que Cuba sigue siendo un destino de viaje excepcionalmente rico y emocionante, y la puerta para viajar allí todavía está abierta”, dijo Chase Poffenberger, vicepresidente ejecutivo del proveedor de viajes educativos Academic Travel Abroad.
“Hemos tenido un éxito excepcional con nuestros programas en Cuba –comentó a Fox News. Las reseñas de los viajeros han sido notablemente positivas y nos inspiran a seguir haciendo lo que hacemos”.
Las autoridades cubanas han puesto en duda los alegados ataques contra diplomáticos estadounidenses y han sugerido que la administración Trump los usa como pretexto para socavar el acercamiento entre los dos países durante el gobierno de Obama.
En septiembre pasado, en medio de la creciente tensión entre los dos países, la Asociación Estadounidense de Touroperadores de Cuba, que representa a más de 50 compañías que operan en la Isla, dijo en un comunicado que ningún visitante de su país había sufrido “ataques acústicos” en la Isla.
En una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, a inicios de enero, funcionarios del Departamento de Estado dijeron no estar seguros de que hubiesen ocurrido ataques sónicos y manejaron otras hipótesis, como las de un virus. Además reconocieron que a más de un año de las primeras afectaciones reportadas, el gobierno estadounidense no sabe quién es el responsable.
Turismo en alza, privados no tanto
Medio año después de que el presidente Trump congelara el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba con la supuesta idea de presionar al gobierno de la Isla a promover un cambio político y beneficiar al incipiente sector privado, las cosas parecen ir a contracorriente de sus intenciones.
Según cifras de las autoridades cubanas a las que la agencia AP tuvo acceso, en 2017 se registró un récord de 4,7 millones de visitantes –un incremento de 18 por ciento en relación a 2016–, e ingresaron más de 3,000 millones de dólares gracias al turismo, la mayor parte en el sector estatal.
En cambio, muchos propietarios de restaurantes y alojamientos privados reportaron caídas en sus negocios. Las estadísticas indican que solo el 34 por ciento de los turistas, sin especificar nacionalidad, se alojaron en las 24,000 habitaciones particulares registradas en Cuba.
“Con los anuncios de acercamiento del presidente Obama y en los meses posteriores hubo una explosión de turistas. Se veían por todos lados”, dijo a la AP Rodolfo Morales, un jubilado de 74 años que complementa su retiro con el alquiler de sus cuartos. “Nos llamábamos unos a otros entre los vecinos para dar cabida a tantos visitantes… Luego se desplomó”.
Según Morales, este boom se desarrolló entre diciembre de 2014 y mediados de 2017, pero en los últimos seis meses no tuvo un solo estadounidense. El panorama se agravó con el huracán Irma, que afectó la infraestructura turística estatal y no pocos hospedajes privados.
Las medidas de Trump restringiendo los viajes individuales fue otro duro golpe, pues muchos estadounidenses que llegaban por esta vía optaban por hospedarse en habitaciones privadas. De acuerdo con un artículo de The Hill, alrededor del 35 por ciento de los huéspedes de Airbnb de Cuba provenían de Estados Unidos.
Con o sin estadounidenses
Para el economista y académico experto en turismo José Luis Perelló, Trump no logró cerrar la brecha de visitantes que se abrió con Obama, al tiempo que observó una nueva tendencia en materia de viajes a la Isla: los cruceros.
En 2017 llegó a Cuba más de medio millón de cruceristas en contraste con los 184,000 del año anterior.
“Las regulaciones de Trump no tocan a los cruceros. Las líneas han anunciado programas hasta el año 2019”, comentó Perelló a AP.
“Incluso cuando los empresarios ven menos clientes estadounidenses, muchos de esos pasajeros de cruceros provienen de los Estados Unidos”, dijo.
Cuba opera actualmente más de 380 hoteles, 88 de los cuales son administrados por 20 cadenas internacionales como Meliá y Barceló.
Para este año, el Ministerio de Turismo de la Isla proyecta alcanzar los 5 millones de visitantes.
“El turismo sí se ha incrementado en Cuba, con excepción del turismo americano (estadounidense) pero aun así los he visto. En un futuro cercano van a volver, estoy seguro”, dijo con entusiasmo Nelson Lópéz, un guía de “free tours” en inglés de 25 años que camina La Habana cada mañana con visitantes mostrándoles la ciudad.
A su lado, su colega Javier Rodríguez lo confirma. “Hay algo mágico aquí y es único… Los turistas van a seguir viniendo”.
AP / OnCuba
La magia que envuelve nuestra sociedad,con su historia y su gente,sus playas y su música,su arquitectura y sus autos antiguos en fin su belleza, es mucha tentación para alguien que radica a 90millas.
A pesar de Trump?. No cree Usted que si el hubiese querido cerraba todo tipo de viaje, incluyendo cruceros y lineas aereas regulares?.
“Ni opino ni planteo” es el titulo de su ultimo post al que no se puede ni opinar ni plantear comentarios. Hay que acabar de quitarse la mordaza que nos autoimponemos!
Pero si ya hace como tres semanas que el Departamento de Estado quitó la advertencia para viajar.
Los cubanos revolucionarios no necesitamos turismo yankee,toda la vida hemos sobre pese a sus agresiones y amenazas.
No los queremos
No los necesitamos.