Bajo el presupuesto presentado por el gobierno del presidente Donald Trump, la NASA tendría que abandonar el proyecto de la estación espacial internacional y sería reemplazada por corporaciones.
Según el plan, el financiamiento estadounidense de la estación cesaría para 2025. A cambio el gobierno designaría 150 millones de dólares para el uso comercial.
Expertos en la exploración espacial reaccionaron con inquietud ante la noticia. El senador Bill Nelson, demócrata por Florida y un ex astronauta se manifestó en contra de “apagar las luces y abandonar el único puesto de avanzada que tenemos en el espacio”.
El historiador de la NASA retirado Roger Launius opinó que tal decisión afectará a todos los demás países involucrados en el proyecto. Rusia es uno de los principales involucrados, además de Europa, Japón y Canadá.
“Sospecho que este será un aspecto en cualquier decisión que se tome sobre el asunto”, dijo Launius, que hoy trabaja para el Instituto Smithsonian.
La NASA ha invertido casi 100,000 millones de dólares en la estación orbital desde la década de 1990. La primera pieza fue instalada en 1998, y el complejo esencialmente quedó completado al mismo tiempo que la NASA colocó en retiro sus transbordadores espaciales en 2011.
Las empresas privadas ya tienen participación en el proyecto. Una vez que se dejó de enviar a los transbordadores, la NASA tuvo que recurrir al sector privado para enviar suministros a la estación. SpaceX y Orbital ATK han estado realizando los envíos desde el 2012, y Sierra Nevada Corp comenzará haciendo lo mismo con unos minitransbordadores en unos años.
Tanto SpaceX como Boeing están desarrollando cápsulas para transportar a astronautas desde y hacia la estación espacial en los próximos meses. Esas serán las primeras misiones con astronautas lanzadas desde suelo estadounidense desde el fin de los transbordadores espaciales.
Pero trasladarlo todo al sector comercial es un cambio drástico. Mike Suffredini, ex especialista del programa espacial de la NASA que hoy es gerente de Axiom Space en Houston y quien ansía ser el primero en establecer una estación espacial comercial, advirtió que el gobierno estadounidense necesita participar hasta cierto punto en el Estación Espacial Internacional hasta que sea desmantelada. Ninguna empresa aceptará el riesgo de ser responsable en caso de que el proyecto colapse, dijo.
AP / OnCuba