El Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficas (ICAIC) tiene un nuevo presidente: fuentes allegadas a la institución, inmersa en un proceso de reestructuración, confirmaron a OnCuba que el hasta ahora vicepresidente Roberto Smith sustituiría en su cargo, al poeta y escritor Omar González.
Hace meses se especulaba sobre el cese de González como presidente del ICAIC por motivos de salud, y la designación de quien era considerado su mano derecha pudiera ser vista como una continuidad en su gestión, iniciada tras la renuncia del recientemente fallecido Alfredo Guevara, uno de sus fundadores.
Periodista de formación y ganador de un premio Casa de las Américas, González fue nombrado viceministro de Cultura en 1989, y luego presidió el Consejo Nacional de las Artes Plásticas, el Instituto Cubano del Libro y el ICAIC, desde inicios del siglo XXI.
Roberto Smith de Castro fungió hasta ahora como vicepresidente para la información y director del portal Cubacine. Licenciado en Psicología por la Universidad de La Habana, Smith ha sido distribuidor y promotor cinematográfico, encargado de ventas, organizador de festivales nacionales e internacionales, y suele participar en las conferencias de prensa y actividades que organiza el Centro de Información de dicha institución.
Su llegada a la cima del ICAIC plantea algunas interrogantes para quienes esperaban cambios drásticos en el proceso de replanteo que se hace la institución, con el concurso de gente de cine, economistas, funcionarios estatales y legisladores.
Por lo pronto, existe una comisión creada por el gobierno para transformar el cuerpo legal que puede estar frenando el desarrollo de la de producción cinematográfica. Entre sus integrantes hay dos cineastas, Jorge Luis Sánchez y Manuel Pérez Paredes, ganador del pasado Premio Nacional de Cine.
Los cineastas trabajan en sus demandas, entre ellas la creación de una ley de cine, la legalización de las productoras independientes, la actualización de las formas de producción, retribución a cineastas, mecanismos de distribución y exhibición tanto en Cuba como en el extranjero.
El escenario es oscuro para el séptimo arte en Cuba, donde el fenómeno social de ir al cine se ha resentido tanto por la depauperación física de las salas, como por la proliferación de los bancos de películas, la piratería y el hábito de ver los filmes en el computador personal o en un DVD doméstico.
Al parecer Smith recibe la clásica papa caliente y, como diría Zumbado, ahora lo mismo puede llenarse de gloria que de “glierda”…
Roberto Smith no tiene un libro publicado, no tiene ninguna pelicula hecha, es un burócrata politico, que ha aplicado la censura en multiples ocasiones…
O sea no tiene méritos artísticos ni intelectuales.
Lo peor es que no se consultó para nada con los cineastas para esta designacion, que es de dedo como muchas otras…Es obvio que el Icaic ya no es lo que era, y que va de capa caida. Este “nombramiento” de dedo lo ratifica.
Realmente, creo que la cuestión del ICAIC es de improcedencia y extemporaneidad, más que de jefes o funcionarios. Es cómo cambiar un programa porque no corre en un sistema operativo caduco. Entonces, hay que cambiar el sistema “in-operativo” y no parchearlo para que pueda comulgar con las nuevas circunstancias. Al final, El ICAIC es una estructura de 1959 y a más de medio siglo ya no puede funcionar por la sencilla razón de que estamos en 2013. Hoy será Smith, mañana Fulanito de Tal. Mientras no cambie la estructura del ICAIC dinosaurio, todos fracasarán al tratar de arar con bueyes tan viejos…