Cuando nadie lo esperaba, Alicia Alonso entró al Museo Nacional de la Danza, y confesó que no le parecía que habían pasado tantos años desde el estreno de Giselle. Parafraseando a Carlos Gardel, 70 años no son nada…
Dice Yuris Nórido, periodista cubano, que “Alicia es Giselle”. Quizás por eso la prima ballerina absoluta no quiso faltar a la cancelación de un sello que saluda las siete décadas de su papel insignia, con el American Ballet Theatre.
Cual si levitara, con su porte a prueba de todo tipo de lastres, Alicia llegó con Pedro Simón, firmó la mesa donde fue cancelada la estampilla con ilustración de Portocarrero y dejó entrever que todavía siente ganas de bailar Giselle, su Giselle.
Fue una aparición efímera: los reporteros se pusieron las botas, hasta que los asistentes de Alicia cortaron con un “¡Gracias! Es todo” y la diva se retiró a la oficina de Simón, mientras era inaugurada una exposición por el aniversario de Giselle.
Durante los últimos meses la efeméride ha sido celebrada de diversas maneras, tanto en Cuba como en España, donde Giselle fue interpretada por Anette Delgado en La Maestranza de Sevilla. En Cuba, la gala fue en la Avellaneda del Teatro Nacional.
Giselle, considerada una obra cumbre del romanticismo que tuvo su estreno mundial el 28 de junio de 1841 en la Ópera de París, pero la crítica coinciden en señalar que Alicia la revivió, e hizo suya con interpretaciones que alcanzan el estatus de leyenda.
Según el Departamento de Prensa del Ballet Nacional de Cuba, los festejos por el 70 aniversario de Giselle culminarán en diciembre con presentaciones especiales de ese ballet y de obras antológicas del repertorio de la compañía, siempre en el Nacional.
Estoy orgullosa del nombre que llevo, del buen tino de mi mamá para escogerlo y creo que con ello, creó una conexión telepática entre el ballet y yo. Felicidades a Alicia y su genialidad interpretativa y creadora