Jorge G. Arocha
Por estos días se encuentra en nuestro país Gonzalo López, Presidente del Consejo Directivo del Festival de Cine Latino de San Diego y del Media Arts Center de la misma ciudad. Su presencia en la isla no solo reafirma los lazos de amistad que unen los festivales de La Habana y California; sino que también permite evaluar el estado actual del cine en Latinoamérica.
Es por ello que para Gonzalo López “el cine cubano y latinoamericano se encuentran en un momento saludable”, afirmó en declaraciones a OnCuba.
Con una historia de 20 años, dicho certamen ha logrado aunar los esfuerzos de distintos cineastas, instituciones y personas asociadas al medio con dos objetivos fundamentales: servir de puente a las diversas estéticas de nuestro variado continente y difundir el cine realizado por los latinos.
Sobre esa base desde hace diez años el consejo directivo incluye una muestra de cine cubano, en la cual se han proyectado películas como “Habanastation”, “Boleto al paraíso” y “Juan de los muertos”.
Por otra parte, según Gonzalo “un papel importantísimo lo han jugado dos instituciones de prestigio y vitalidad en el área cinematográfica cubana: La Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños y el ICAIC.”
Sobre el estado actual del cine cubano afirmó que se está dando un proceso de acercamiento temático con América Latina. “Se trabajan cada vez más temas relacionados con la familia, el envejecimiento, la violencia y la migración. La carencia económica también ocupa un lugar importante debido al impacto de la crisis. En este sentido lo más representativo viene de Argentina y Chile”
Precisamente dicho acercamiento temático es lo que permite que La Habana sea uno de los momentos más importantes previos a la muestra que, año tras año, se realiza en el mes de marzo en la ciudad de California. De esta manera los destinos de cubanos y latinoamericanos todos, “se vuelven cada vez más personalistas y psicológicos sin abandonar los grandes temas del pasado.” Todo se trata de una conjunción entre tradición y modernidad, o mejor, entre la creación más reciente y su pasado inmediato.
