En su discurso del martes por la noche, el presidente Donald Trump habló de una crisis en la frontera de dudosa veracidad, acusó falsamente a los demócratas de negarse a financiar la seguridad fronteriza y pintó un panorama distorsionado sobre cómo entran las drogas a Estados Unidos.
La AP coteja las declaraciones de Trump con la realidad establecida:
Drogas
TRUMP: “Nuestra frontera sur es un canal para la entrada de vastas cantidades de drogas ilegales, como la metanfetamina, la heroína, la cocaína y el fentanilo. Cada semana, 300 de nuestros ciudadanos mueren tan solo a causa de la heroína, de la cual el 90% fluye por nuestra frontera sur”.
LOS HECHOS: Un muro poco podrá hacer para detener el flujo de drogas, que en realidad entra más por los cruces establecidos y no en zonas remotas de la frontera.
La DEA dice que “solo un pequeño porcentaje” de la heroína confiscada por las autoridades es hallada en tierras entre los puntos de cruce establecidos. Lo mismo es cierto para las drogas en general.
En un informe de 2018, la agencia dijo que la manera más común de pasar drogas por la frontera consiste en esconderlas en vehículos, como camiones de carga, que atraviesan los puertos de entrada. Se emplean también autobuses, trenes y túneles, que un muro no podría detener.
Trump exageró las cosas aun más al comparar el dinero que él desea para construir el muro con el dinero que cuesta en su totalidad la batalla contra las drogas: “El muro fronterizo en poco tiempo se financiará por sí solo. El costo de las drogas ilegales supera los 500.000 millones de dólares al año, mucho más que los 5.700 millones de dólares que le hemos solicitado al Congreso”.
Dinero para el muro
TRUMP: “Los demócratas se niegan a financiar la seguridad fronteriza”.
LOS HECHOS: Eso no es cierto. Los demócratas simplemente se niegan a financiar el tema de la manera que él quiere. Ellos se niegan a facilitar 5,700 millones de dólares para construir un muro de acero a lo largo de la frontera con México.
Los demócratas, el día que asumieron el control de la Cámara de Representantes, aprobaron 1,300 millones de dólares para seguridad fronteriza mediante métodos de tecnología moderna. Han aprobado medidas similares año tras año.
Violencia
TRUMP: “A lo largo de los años miles de estadounidenses han sido brutalmente asesinados por quienes cruzaron la frontera ilegalmente, y morirán miles más si no actuamos de inmediato”.
LOS HECHOS: Decir que los inmigrantes no autorizados son una amenaza particular a la seguridad pública contradice cuantiosos estudios al respecto.
Averiguaciones de sociólogos e incluso del instituto académico de tendencia liberal Cato Institute han determinado que los que están ilegalmente en Estados Unidos cometen menos delitos que los ciudadanos estadounidenses, y los inmigrantes legales aun menos.
En marzo, la revista especializada Criminology determinó que “la inmigración indocumentada no aumenta la violencia”.
Ese estudio, que revisó los años entre 1990 y 2014, aseveró que los estados con una mayor proporción de inmigrantes irregulares suelen tener índices de delincuencia más bajos.
Además, un estudio publicado en 2017 por Robert Adelman, sociólogo y profesor de la Universidad de Buffalo, analizó índices de delincuencia en 200 áreas metropolitanas en los últimos 40 años y halló que los inmigrantes ayudan a reducir la criminalidad. Por ejemplo, la ciudad de Nueva York tiene la mayor cantidad de inmigrantes no autorizados –aproximadamente 500 mil– y el año pasado registró apenas 289 asesinatos entre una población de 8,5 millones de habitantes, según datos preliminares.
Por otra parte Ruben Rumbaut, profesor de sociología de la Universidad de California en Irvine, halló en un estudio que los índices de criminalidad bajaron pronunciadamente entre 1990 y 2015, los mismos años en que la inmigración ilegal aumentó.
¿Crisis?
TRUMP: “Les hablo esta noche porque hay una creciente crisis humanitaria y de seguridad en nuestra frontera sur”.
LOS HECHOS: Es difícil negar que hay una crisis humanitaria pues va en aumento la entrada de migrantes, lo que se enfrenta con las medidas endurecidas del gobierno de Trump. Ello está agotando los recursos en la frontera y está obligando a los migrantes a vivir en condiciones deplorables en el lado mexicano de la frontera.
Pero en cuanto a si existe una crisis de seguridad, eso es más cuestionable. Independientemente de si tiene o no tiene razón, Trump ha exagerado el problema al difundir la idea desacertada de que hay terroristas infiltrándose a través de la frontera.
Si bien ha aumentado drásticamente el número de familias que cruzan la frontera, el número de arrestos fronterizos –la medida principal para determinar cuánta gente está cruzando la frontera ilegalmente– es en realidad una cuarta parte de lo que era en el 2000. Hay que destacar además que el contingente de soldados estadounidenses estacionados en la zona limítrofe se ha reducido por más de la mitad: en el otoño llegó a su máximo de 5,900 y la semana pasada fue de 2,350.
Acuerdo comercial con México
TRUMP: “El muro será financiado indirectamente por el fabuloso acuerdo comercial que hemos firmado con México”.
LOS HECHOS: México no va a pagar por el muro a pesar de la promesa de campaña de Trump, y el nuevo acuerdo comercial ni financiará la estructura ni compensará por sus gastos.
Trump está asumiendo una enorme cantidad de beneficios económicos en base al pacto, pero en realidad esos beneficios son imposibles de cuantificar o predecir. Por ejemplo, Trump asegura que el acuerdo convencerá a muchas empresas estadounidenses a no mudarse a México, y considera que esa posibilidad equivale a pagar por el muro.
El acuerdo es una actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y básicamente ratifica el principio de libre comercio, con aranceles nulos o muy bajos, para el intercambio de bienes entre Estados Unidos, México y Canadá, con pequeñas mejoras para cada parte. Trump declaró falsamente que es algo “totalmente nuevo, totalmente diferente”.
Y además, ni siquiera está en vigencia. El acuerdo debe ser ratificado por cada uno de los países miembros y su aprobación no está asegurada.
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¿Funcionan los muros?
TRUMP: “Este muro es absolutamente vital para nuestra seguridad fronteriza”.
LOS HECHOS: No se ha determinado con certeza que las murallas realmente funcionan en disuadir a la inmigración ilegal.
La agencia de datos oficiales afiliada al Congreso reportó en el 2017 que el gobierno no tiene una manera fidedigna de medir si las barreras logran evitar que la gente cruce ilegalmente desde México.
A pesar de que el gobierno invirtió 2.300 millones de dólares en construcciones similares entre el 2007 y el 2015, la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno halló que las autoridades “no pueden medir la eficacia de las medidas de seguridad fronteriza en la frontera sudoccidental porque no se han desarrollado los parámetros para esa medición”.
Es difícil negar que las cercas contribuyeron a reducir pronunciadamente los cruces en ciudades como San Diego y El Paso, Texas, donde es fácil para los migrantes mezclarse entre la población general. Antes de la construcción de vallas en San Diego, jóvenes mexicanos jugaban fútbol en territorio estadounidense mientras otros vendían tamales, especialmente de noche cuando era poco lo que los agentes fronterizos podían hacer.
Sin embargo, esas cercas obligaron a los migrantes a optar por terrenos más agrestes y aislados como Arizona, donde miles de ellos han perdido la vida bajo el calor extremo.
Costos vs beneficios de la inmigración
TRUMP: “Estados Unidos se enorgullece de recibir a millones de inmigrantes legales que enriquecen a nuestra sociedad y contribuyen a nuestra nación, pero todos los ciudadanos se perjudican por la migración ilegal descontrolada. Se agotan nuestros recursos y se deprimen los empleos y salarios”.
LOS HECHOS: Estados Unidos no está sufriendo una inmigración ilegal “descontrolada”. El debate es sobre si los controles son lo suficientemente estrictos.
En cuanto a los costos, un estudio de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina halló en 2016 que el impacto de la inmigración sobre los empleos, cuando se mide por lapsos de por lo menos 10 años, es minúsculo. Por el contrario, determinó que la inmigración, tanto legal como ilegal, en general es beneficiosa para el crecimiento económico.
Hay evidencias de que los inmigrantes con mayor educación impulsan la remuneración económica. Los que se ven perjudicados son los estadounidenses sin educación secundaria.