Brasil aún no ha conseguido sustituir a más de mil de los médicos cubanos que participaban en “Más Médicos”, del cual el gobierno de Cuba salió en respuesta a declaraciones del hoy presidente Jair Bolsonaro.
De acuerdo con un balance divulgado este viernes por el Ministerio de Salud, pese a que han sido realizados hasta ahora dos concursos para ofrecerle esos cupos a médicos formados en Brasil o a brasileños graduados en el exterior, aún no ha sido posible hallar interesados en 1,462 de los puestos, principalmente en aldeas indígenas o en municipios aislados.
Ese número equivale al 17,2 % de las 8,517 plazas que Brasil ofreció en noviembre pasado, poco después de que Cuba ordenara la salida del país de todos sus médicos.
El nuevo balance fue divulgado un día después de que terminara el plazo que tenían los 1,707 médicos contratados en el segundo concurso para presentarse en sus respectivos lugares de trabajo y sustituir a los cubanos.
Del total de médicos contratados en el segundo concurso, 1,087 comparecieron a los municipios escogidos y 620 se abstuvieron de hacerlo, por lo que sus contratos serán anulados y las vacantes serán ofrecidas en una nueva licitación.
En el primer concurso, el Ministerio de Salud consiguió contratar a 5,968 profesionales, que se presentaron en sus puestos de trabajo en el plazo establecido y que ya están desempeñando sus labores. En ese primera licitación, sin embargo, 842 médicos llegaron a ser contratados pero no asumieron funciones.
Según el Ministerio, las 1,462 plazas aún no sustituidas serán ofrecidas en un nuevo concurso a médicos brasileños graduados en el exterior y que aún no han conseguido validar sus títulos en el país.
La mayoría de las plazas que siguen vacantes están en pequeños y empobrecidos municipios distantes de las grandes ciudades o en aldeas indígenas.
El programa “Más Médicos” fue puesto en marcha en 2013 precisamente para contratar galenos extranjeros para ofrecer atención sanitaria en los municipios más remotos y pobres del país y a donde los médicos brasileños no querían acudir.
Cuba, que aceptó enviar sus profesionales a esos destinos, ordenó el pasado 14 de noviembre la retirada de los médicos que prestaban servicio en Brasil a raíz de unas declaraciones en que Bolsonaro calificó a los profesionales isleños como “esclavos” de una “dictadura”.
Ello debido a que, según los acuerdos entre Brasil, Cuba y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los cubanos recibían el 30 % de su salario y el resto era destinado al gobierno de la Isla, lo que Bolsonaro consideró “inaceptable”.
El líder ultraderechista también cuestionó que La Habana prohibiera la salida de los familiares de los cubanos de su país y que los galenos no fueran sometidos a exámenes de revalidación de sus títulos en Brasil como los demás profesionales extranjeros.
Según una encuesta divulgada la semana pasada, casi la mitad de los brasileños (49 %) cree que la atención en salud empeorará en el país tras la salida de los galenos cubanos, mientras que el 38 % dijo creer que la situación mejorará.