El estado de Florida pudiera ser el primero en autorizar a que los maestros públicos se presenten armados en clase. A inicio de semana, el Senado estatal ha aprobado el controversial proyecto de ley en ese sentido con lo cual hay medio camino andado.
La otra mitad consiste en que la Cámara de Representantes tendrá que aprobar su versión, lo cual se da por descontado ya que ambas cámaras son de mayoría republicana.
Sin embargo, no está claro si algún día los maestros andarán armados en las escuelas de Florida porque la idea no le ha caído nada bien a padres y a los propios profesores, con lo cual se anticipa una andanada de demandas para impedir su aplicación, si al fin el gobernador Rick Santis decide promulgarla, ya que durante la campaña electoral del año pasado no se mostró muy favorable.
A esto hay que sumar que, si entra finalmente en vigencia un proyecto así, la última palabra para que las armas ingresen a las escuelas la tienen los superintendentes escolares de cada uno de los 65 condados del estado. Las escuelas privadas no están incluidas.
En el sur de Florida
Por lo pronto, en los condados de Miami-Dade y Broward, las autoridades de las escuelas públicas han dicho que jamás ingresará un arma a un plantel en manos de un maestro, un empleado escolar o alguien que no pertenezca a la policía escolar y que el simple hecho de que se pueda concebir un maestro armado va más allá de la noción clara de lo que debe ser un sistema de enseñanza.
“Para decirlo con franqueza, nuestros maestros rechazan la noción de que por encima y más allá de sus responsabilidades de inspirar y enseñar ahora tengan que ir armados y ser responsabilizados por la protección de los niños”, dijo el superintendente de Miami-Dade, Alberto Carvalho.
Su colega de Broward, Robert Runcie fue más directo: “Esto es algo que ni apoyamos ni vamos a empujar”.
Los dos, que están al frente de los mayores distritos escolares de Florida, participaron en diciembre en una reunión con la Comisión Federal sobre Seguridad en las Escuelas donde les fue presentado un estudio que recomienda a los maestros armarse, entre otras sugerencias, para mejorar la seguridad escolar.
La reacción de ambos fue de rechazo inmediato. En contrapartida al presidente, Runcie dijo a la cadena CBS que el problema de los maestros, “no son las armas sino mejores sueldos. Mejores sueldos y más recursos, esas son las armas que necesitan”.
Masacre en la escuela
La idea de armar a los maestros vino del propio presidente Donald Trump, a quien se le ocurrió en febrero del 2018 tras la masacre en la Escuela Secundaria Marjory Stoneman, en Parkland, Florida, donde un estudiante masacró a 17 personas, entre estudiantes y maestros, con un rifle automático AR-15, que la mejor forma de evitar futuras masacres es darles más armas a los maestros. Aunque el mandatario explicó que las personas a quien eventualmente se confiarán las armas deben estar especialmente entrenadas para manejarlas, la idea nunca ha sido popular.
Aún así, la Casa Blanca decidió organizar la comisión de seguridad en las escuelas teniendo en cuenta que, sólo el año pasado, 113 personas murieron en tiroteos escolares. “Es fundamental que hayan personas armadas dispuestas a acudir de un momento a otro”, dijo Trump. En las últimas semanas, tres sobrevivientes de masacres escolares el año pasado se han suicidado.
Carvalho, obviamente, no está de acuerdo. “La cuestión de la disciplina estudiantil debe ser abordada de una forma justa y balanceada que mira hacia los niños por lo que ellos son”, dijo a CBS. Su concepto es más amplio: de no hacerlo así, se pudiera marcar a los niños para toda la vida.