Se juega el séptimo u octavo inning de un clásico y Santiago logra poner la carrera de la ventaja en la intermedia. Al parecer las apuestas de los dioses del béisbol están a favor del equipo rojo, y el destino conspira para que el bateador en turno resulte Orestes Kindelán. La lógica indica que le den cuatro malas, el lanzador se concentre en el próximo en el line up, pichee bajito y el cuadro se encargue de buscar un doble play salvador. Así piensan el manager, los jugadores y los miles de aficionados que repletan el estadio. Solo que a uno de los principales actores de esta obra le gusta ir contra toda lógica de vez en vez.
De nada valen las múltiples señas que desde el banco indican la base intencional, ni siquiera la visita del director a la lomita o las palabras del antesalista Lázaro Vargas. José Modesto Darcourt disfruta como pocos estos momentos de tensión total. Él va sacar su out dominando a Kindelán. Un roletazo por tercera da fin a la escena y la grada recompensa al “Chiqui” con un aplauso que se extiende varios segundos en el tiempo.
Esta anécdota fue contada en la mañana a la televisión cubana por Pedro Chávez, director de los azules durante ese desafío. José Modesto Darcourt acaba de fallecer, y no puede haber otra manera de recordarlo que esa: a través de los tantos instantes que, en cada salida al box, lo convirtieron en un jugador único, querido, irrepetible. Un amigo me comentaba por Facebook que, de pequeño, su padre lo llevaba al Latino sólo para que viera lanzar al “Chiqui”. Y es que Darcourt, con su arrojo, inteligencia y talento, tenía esa capacidad de convertir los partidos en un espectáculo personal, donde el resto de los jugadores resultaban meros acompañantes.
Participó en 14 Series Nacionales y sus estadísticas lo revelan como uno de los mejores lanzadores zurdos del béisbol cubano. Ganó 129 juegos y fueron 107 los reveses. Sobrepasó la cifra de mil ponches (1344) y su promedio de limpias, en tiempos de bate de aluminio, fue un magnífico 2.83. Vistió las camisetas de los conjuntos Constructores, Metropolitanos e Industriales en las Nacionales, así como las de La Habana y Ciudad de la Habana en Selectivas.
El “Chiqui” fue dueño de una curva preciosa, que unida a su recta de más de 90 millas, causó estragos en los bateadores de la isla entre las décadas del setenta y el ochenta del pasado siglo. Dominó como pocos el arte de lanzar pero, sobre todo, fueron su valor y su compromiso eterno con la victoria, los sellos distintivos de su carrera.
Con apenas 32 años se retiró de los diamantes. Paradojas de la vida: el deporte que tanto amó, también lo hizo vivir momentos amargos. Fue injustamente vinculado a los fatídicos sucesos que involucraron a peloteros de Metropolitanos en 1981. Desde esa fecha resultó marginado de los equipos Cuba, con los cuáles ya había tenido excelentes actuaciones en la lid universal de Japón y en la Copa Intercontinental de Edmonton. Solo volvió a vestir el uniforme de las cuatro letras en 1989 en el Torneo Inter-puertos de Rotterdam.
Darcourt fue un ícono del béisbol capitalino y cubano. Al menos yo, sueño con ver su número retirado del uniforme del equipo Industriales, asociado para siempre a la leyenda del “Chiqui”. Ojalá también, para la próxima temporada, una de las gigantografías que se extienden por las gradas de Sol del Latino nos regale la posibilidad de disfrutar uno de sus tantos lanzamientos.
Gracias Daniel por este homenaje al inmenso José Modesto Darcourt
jose modesto darcul . gracias por darno tanta satisfacion. q dios t acoja en su revano
Gente, cuando muere alguien querido nos volvemos sentimentales y exageramos un poco. La verdad es que dentro de Cuba el difunto fué un jugado promedio…, es la verdad, quizá si fué mejor que muchos de los de ahora. A pelotero integral en verdad estuvo por detras de muchos de los de su época. Hubieron muchos casos de pitchers mucho mas estelares que si hicieron la selección nacional, pero claro no fallecieron y ahora los creemos extra clase.
Darcourt fue uno de los peloteros más corajudos, divertidos y comprometidos que he visto en mi vida. Y fue un extraclase. Sus números, jugando la mayoría de sus años con Metros lo demuestran. Leo, disculpa, pero de pelota sabes muy poco, si sólo crees que los que hacen el Cub
Darcourt claramente no era el mejor, pero si uno de los más espectaculares y corajudos pitchers que he visto subido arriba un montículo . José Modesto, llegó a hacer el equipo Cuba sin ser un super virtuoso del picheo y sin tener una recta supersónica porque era un tipo con colorido, le daba vida al juego de pelota, y tenía corazón e inteligencia para ganar; cuando parecía que ya iba a explotar las sacaba de abajo de la manga para salir a flote; siempre pedía la pelota en juegos cruciales y era un problema para la dirección de cualquier equipo sacarlo o reemplazarlo por un relevo. De igual manera, Darcourt era un gran fildeador y muchas veces salvó a su equipo con una parada expectacular en la lomita. Recuerdo con placer como pedía los flies que estaban destinados para los jugadores de cuadro. Otro detalle digno de resaltar, es que en su época la competencia que tenía en frente era mucho mejor que la de hoy; le tocó enfrentar a gigantes del picheo cubano como Baudelio Binen, Rogelio Gracia, Jesús Guerra, Jorge Luis Valdez (el matancero) entre muchos otros lanzadores que poseían tremenda calidad. No obstante, su record fue siempre ganador. Con el bateo sucedía algo similar. Por ejemplo, cuando se enfrentaba contra el equipo de las Villas, tenía que lidiar con Muñoz, Pedro José , Lourdes , Olivera, Sixto Hernández etc. Con los demás equipos, menor escala, pues Las Villas era la batería más poderosa, Darcourt se las tenía que ver con las bastante poderosas baterías que poseían todos los equipos de la nacional y la selectiva desde Pinar hasta Orientales. El que diga que este hombre era un mediocre, sabe de baseball lo que yo se de Mandarín.
leo,o no eres todo lo sentimental,o desconoces la época en ke se llenaba el coloso del cerro, y daba gusto lo mismo ser fan de industriales ke serlo de pinar del rio ,ke no miniminices ,innecesariamente, pareces kitar merito,por desconocimiento ,sin embargo t trankilizo, se llevo toda la gloria de su familia y amigos ke lo kerian y conocían d veras,asi ke gracias ,no es porke se murió,es porke arrastro jente, y pueblo,
Yo tuve el gran placer de conocerlo desde niño pues a parte de criarnos juntos en La Habana del Este, fue mi cuñado, pues fue novio de una hermana mia, y les digo q como persona fue excelente, muy cariñoso y servicial y tenia un caracter muy alegre, mi Padre siempre nos llevaba al estadio de pelota en el Cerro si mas no recuerdo, cuando me entere de su muerte si me afecto muchisimo, no lo niego, llore, porque me toco mi corazon porque yo lo quize mucho y a pesar de yo llevar 40 años en este pais nunca perdi la comunicacion con el, q Dios lo tenga en su santa gloria a ese gran ser humano y gran estrella del beisbol Cubano