El presidente Donald Trump describió este jueves la historia de Estados Unidos como “la travesía política más grande en la historia humana” durante la celebración del Día de la Independencia ante una multitud de espectadores, muchos de ellos invitados, frente al Monumento a Lincoln. Los simpatizantes aplaudieron el homenaje del mandatario a las fuerzas armadas, y los detractores criticaron que se pusiera bajo los reflectores en un feriado dedicado a la unidad y que cometiera errores históricos durante su discurso.
Mientras la lluvia caía sobre él, Trump exhortó a los estadounidenses a “mantenerse leales a nuestra causa” durante un programa apegado a temas patrióticos, y exaltó a numerosos héroes militares, del espacio, los derechos civiles y otros ámbitos en la historia del país.
El mandatario se apegó esencialmente a su guion y evitó desviarse hacia su agenda o su campaña de reelección. Sin embargo, en una excepción, anunció que “muy pronto colocaremos la bandera estadounidense en Marte”, un objetivo distante que tal vez no se logre sino hasta finales de la década de 2020, si acaso.
Además, cometió algunos errores históricos, como decir que el ejército independentista de EE.UU. “tomó el control de los aeropuertos” británicos a fines del siglo XVIII, cuando ni siquiera existían los aviones, y situar la batalla de Fort McHenry en esa campaña bélica y no en la guerra de 1812, cuando realmente ocurrió. Estos dislates le han merecido no pocos memes en las redes sociales.
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Un aguacero entrada la tarde empapó a la multitud que celebraba el Día de la Independencia en la capital estadounidense. Sin embargo, los aviones militares y la aeronave presidencial sobrevolaron el lugar conforme a lo previsto como él había solicitado, y al final apareció el equipo de acrobacias aéreas de los Ángeles Azules de la Marina.
Al incorporar su propia producción de una hora a las festividades en la capital, que típicamente atraen a cientos de miles de personas, Trump se convirtió en el primer presidente en casi siete décadas que pronuncia un discurso ante una multitud en el National Mall en el Día de la Independencia.
Los manifestantes que objetan lo que consideraron la cooptación del feriado por parte del mandatario, inflaron un globo gigante que representaba a Trump como un bebé enojado con pañal.
Trump reservó una zona histórica en el lugar —una franja del Mall desde el Monumento a Lincoln hasta la mitad de un espejo de agua— para diversos invitados, entre los que se incluyeron militares, republicanos, donadores de campaña y personas importantes. En ese punto, Martin Luther King Jr. pronunció su discurso “Tengo un sueño”; Barack Obama y Trump organizaron conciertos por su asunción presidencial, y numerosos manifestantes se metieron al agua cuando partidarios de Richard Nixon organizaron una celebración el 4 de julio de 1970 que incluyó un mensaje grabado que el entonces mandatario les envió desde California.
Colaboradores de Trump manifestaron preocupación ante la posibilidad de que hubiera lugares vacíos en la ceremonia, dijo una fuente próxima a la planificación que no estaba autorizada a que la identificaran. Los colaboradores distribuyeron boletos en los últimos días, y Trump y el Partido Republicano echaron a andar sus redes sociales para alentar la participación en un acto organizado con premura y rodeado de confusión.
Muchas personas que ocuparon la sección VIP dijeron que miembros del Congreso, amigos o vecinos les obsequiaron los boletos porque no los utilizarían. La zona exterior fue una mezcla de visitantes, habitantes locales, veteranos, grupos de turistas, familias de inmigrantes y demás, algunos atraídos por Trump, por la curiosidad y por las actividades regulares relacionadas con el festivo en el Mall.
Los manifestantes protestaron antes bajo un fuerte calor cerca del Monumento a Washington, a lo largo de la tradicional ruta del desfile y en otras partes, mientras que la sección VIP del espejo de agua sirvió un poco de zona de protección para el acto de Trump.
AP / OnCuba