Los peritos de la policía brasileña comienzan a atar cabos. El incendio que arrasó un hospital en Río de Janeiro y provocó la muerte de 11 personas se desencadenó luego de la explosión de un generador de energía en el subsuelo del predio, informaron el sábado las autoridades.
Los expertos trabajan para esclarecer las causas del siniestro que comenzó el jueves en la noche en el hospital Badim, en la zona norte de Río. Pese a que los trabajos continuarán la próxima semana, los especialistas llegaron el sábado a una conclusión preliminar: las llamas empezaron en el subsuelo del edificio.
Según informó a The Associated Press la policía, se tomarán declaraciones a los testigos. Además, todavía resta saber por qué falló el generador.
Los peritos llegaron el viernes al hospital, pero según reportó la prensa local no habían podido acceder al subsuelo del mismo debido a que había mucha agua acumulada y mala visibilidad.
El fuego obligó a que muchos enfermos internados fueran trasladados a la calle en camillas y sillas de ruedas, y dejó 11 muertos, en su mayoría ancianos. La mayor parte de las víctimas murieron por asfixia cuando los equipos de soporte vital dejaron de funcionar debido al incendio, informó Gabriela Graça, directora del Instituto Estatal de Medicina Forense.
“Nos dijeron que nos quedáramos encerrados en las habitaciones para que no entrara el humo y que estaba bajo control, pero en realidad no estaba bajo control”, dijo Carlos Outerelo, de 60 años, quien visitaba a su madre enferma, de 93 años, cuando el fuego comenzó.
“El humo comenzó a salir de los conductos del aire acondicionado. Fue horrible”, relató Outerelo, que perdió a su madre.
El alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, declaró el viernes tres días de luto oficial, y el presidente Jair Bolsonaro ofreció solidaridad a las víctimas.
Río de Janeiro fue conmovida una vez más por un trágico incendio, el tercero de gran impacto que golpea a la ciudad en menos de un año.
En septiembre del año pasado, las llamas consumieron el Museo Nacional de Brasil, un edificio de más de 200 años, y redujeron a cenizas casi la mitad de su acervo, uno de los más valiosos de Latinoamérica con 20 millones de piezas de todo el mundo.
En la madrugada del 8 de febrero de este año, un incendio en el alojamiento del centro de entrenamiento juvenil del club de fútbol Flamengo dejó diez jóvenes atletas muertos, que tenían entre 14 y 16 años. Una investigación de la policía halló que el fuego comenzó tras un cortocircuito en un aire acondicionado, y que el club había ignorado varias de las regulaciones de la ciudad para el mantenimiento de su academia de entrenamiento.