Rolando Norberto García es entrenador de béisbol, pero siempre ha estado ligado a los números como anotador en Santiago de Cuba.
En los últimos años él ha sido el principal compilador de los campeonatos nacionales de softbol masculino celebrados en Ciego de Ávila. Miguel Albán, el jefe técnico del deporte de la llamada bola blanda en Cuba, siempre lo llama por la rigurosidad con que realiza su labor.
La trayectoria laboral de Roly –como le conocen– está irremediablemente vinculada a las números, y este año ha recibido un gran premio, al ser nombrado como estadístico del equipo Santiago de Cuba en la 59 Serie Nacional de Béisbol.
Roly se ha convertido en un aliado fundamental para el mánager Eriberto Rosales y el éxito de las Avispas, líderes de la clasificación, también pasa por el hombre que está detrás de los números.
OnCuba conversó sobre el anónimo trabajo que realiza, al que no se le da toda la importancia que amerita en nuestro país.
¿Cómo Santiago de Cuba ha basado el trabajo en los números?
Hace varios años que veníamos trabajando en este sentido, aunque no estábamos vinculados directamente con el equipo. Seguimos el sistema de béisbol codificado, además de otros datos que llevamos a nuestra manera, para brindarle toda la información posible al director del equipo y a los entrenadores en las diferentes áreas.
¿Hasta qué punto han rendido frutos ese trabajo que han hecho?
No soy el más indicado para decirte si ha resultado o no, pero el director me pide mucha información. Siempre estoy listo para dársela e, incluso, detalles del juego que él no ve, y que han contribuido en determinados momentos a alcanzar resultados positivos que tributan a las victorias.
La especialización en el pitcheo en Santiago de Cuba: ¿También se sustenta en las estadísticas?
Antes de los partidos, e incluso, durante el desarrollo de los juegos, el director viene y me pregunta sobre determinadas estadísticas para la utilización de los lanzadores. Igual sucede con el entrenador de pitcheo Ormari Romero.
Antes de cada subserie nos reunimos, hacemos un scouteo para decidir los posibles abridores frente al equipo contrario que corresponde, y los lanzadores que mejor pueden hacerlo como relevistas, atendiendo al rendimiento contra ese rival específico.
El equipo ha aumentado las conexiones a los jardines en esta campaña. ¿Cuánto han incidido los números en este aspecto?
Han realizado muy buena preparación en ese sentido con Rey Isaac como entrenador de bateo. Gracias al software Strike Zone brindado por el sabermétrico Alfredo Ríos, al que le agradezco mucho, hemos manejado datos del pitcheo contrario en series anteriores e incluso en esta, frente a los bateadores santiagueros.
Esa información se le entrega a los muchachos de manera personalizada. La mejoría en las conexiones tiene que ver también con ese conocimiento que poseen de años anteriores.
¿Utilizan formaciones a la defensa basada en las estadísticas?
Es cuando más utilizamos las estadísticas del contrario, las conexiones que batean, y también basado en el lanzador de nosotros que actúa ese día. Con todos los lanzadores no podemos hacer ese tipo de formaciones, así que sobre todo las utilizamos con los más experimentados que saben colocar cada lanzamiento para una formación determinada.
Definitivamente la sabermetría genera victorias…
Creo que sí. Ha ayudado al equipo para tener un mejor resultado. No puedo decirte un por ciento específico, pero es importante tener herramientas e información para tratar de aumentar las posibilidades de victoria.
Agradezco mucho a Eriberto Rosales y al colectivo de entrenadores, así como al comisionado Yamil Ahuad, quienes han confiado en mí para esta tarea, y me escuchan que es lo más importante.
En plena recta final del campeonato, las Avispas santiagueras parecen dispuestas a seguir picando hasta el final. Y Roly, el hombre detrás de los números, es sin dudas uno de los grandes artífices del avispero.