Cuba apuesta por el teletrabajo ante la crisis energética que vive la Isla en estos momentos, sobre la que el gobierno asegura que se trata de una situación “coyuntural”.
Jesús Otamendiz, director de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), defendió el uso de esta forma de trabajo, también llamada trabajo a distancia, por ser “flexible” y “beneficiosa”, y aseguró que es una modalidad laboral que cuenta con un respaldo legal en la Isla, aunque no brindó datos sobre cuántos trabajadores cubanos ya emplean la misma o pasarían a emplearla en el escenario actual.
En entrevista con la Agencia Cubana de Noticias (ACN), el directivo explicó que “la norma legal respalda esta modalidad a partir del contrato que se establece entre trabajador y empleador, el cual fija, entre otros aspectos, que el lugar desde el cual se realiza la actividad es acordado entre las partes”.
En su opinión, se trata de una “alternativa” beneficiosa porque evita a los trabajadores moverse hasta su centro laboral y “desaparecen las ausencias injustificadas y las llegadas tardes”, mientras que para los empleadores “se reducen los gastos asociados a alimentación, transportación, electricidad, agua, entre otros servicios”.
Otamendiz también ponderó el teletrabajo como “una manera flexible de desarrollar el trabajo”, debido a que “puede realizarse a tiempo completo o parcial”, y “en todos los casos el salario se abona en correspondencia con la forma de pago que tiene establecida el trabajador por la labor que desempeña”.
El director de Empleo del MTSS aclaró que en este caso se entiende el horario, no como el tradicional de oficina sino el de trabajo real, al tiempo que afirmó que “lo fundamental en este proceso” es que “los jefes de las entidades, de recursos humanos, e inmediatos superiores planifiquen y controlen bien”.
“Lo primero es revisar el régimen de trabajo y descanso y evaluar cuál es la mejor solución, de manera que se puedan desplazar los horarios de entrada, salida o almuerzo”, comentó y dijo que ello dará la posibilidad de que las personas “puedan seguir trabajando y cobrando su salario íntegro, siempre y cuando se acate el régimen establecido de trabajo y descanso, que es de 40 a 44 horas semanales”.
Díaz-Canel insiste en recuperar medidas del Período Especial
Otamendiz no mencionó actividades específicas que hayan pasado o pudieran pasar a esta modalidad laboral, pero aseguró que no todas las que se hayan en ese caso requieren del uso de la tecnología.
Además, comentó que quienes no sigan trabajando por causa de la crisis energética y no puedan apelar al teletrabajo u otra alternativa, deberán acogerse a la “interrupción laboral”, que prevé como primer paso la reubicación del trabajador dentro o fuera de su entidad. En caso de no ser posible, la ley cubana permite a las personas percibir todo su salario básico en el primer mes sin trabajar y mantener su puesto, aunque sin cobrar, por el resto del tiempo que dure la “interrupción”.
Cuba atraviesa en estos momentos una crisis energética debido a las dificultades para la llegada de combustible a la Isla, que el gobierno cubano atribuye al “recrudecimiento” del embargo estadounidense por parte de la Administración de Donald Trump y asegura no se trata de un nuevo Período Especial.
Ante esta situación, las autoridades cubanas han tomado una serie de medidas para “mitigar las afectaciones” y preservar los principales renglones económicos y los “servicios básicos” a la población. Como parte de las mismas, se ha reducido el transporte público, se han “desplazado” los horarios de algunas actividades y se han suspendido otras, con el objetivo de reducir el gasto energético.