Más allá de quien sea favorito o no, en los play off gana cualquiera. Gana cualquiera porque todo el que está ahí, con una plaza fija, lo ha hecho con méritos propios, nadie le ha regalado nada en lo absoluto. Unos han llegado, por supuesto, luego de obtener la clasificación sin muchas complicaciones y sin heridas en el cuerpo, de ahí su favoritismo. Otros transitaron esa ruta jugándose la vida en cada instante, saliendo de las desdichas de a poco, hasta lograr enrumbarse de cara a la postemporada.
Cuando los menos dotados se van a casa y a la grama solo saltan las novenas más talentosas, el béisbol se vuelve otra cosa. Sufre una trasmutación extrema en sus esencias, una inversión de su cuerpo.
Cada out representa una garantía de vida, un rehén que se aprieta con las dos manos y no se deja marchar hasta poder acumular 26 más que permitan seguir con vida en esta contienda. Los rolings ya no son simples conexiones que se arrastran por la medialuna sin ningún tipo de connotación, los fly ya no son ese momento visiblemente atractivo que uno disfruta sentado en una butaca del estadio cuando la bola se eleva, y después de esa parábola que roza las luces del estadio o el sol de la tarde, cae en alguna mano enguantada, no, esas soplos nimios del juego ahora toman otro curso, el curso del desespero, de la agonía desenfrenada de los aficionados que se desgañitan en la grada y los que patean con furia la banqueta de la sala de la casa.
Los estadios se vuelven manicomios, un reducto encendido, la tribuna perfecta donde los fieles se expresan y piden una victoria a cambio de todo, el triunfo que les dibuje en el rostro el éxito para poder increpar con aguda sordidez al hincha contrario.
Hoy arrancan los play off en Cuba y las primeras aficiones que experimentarán esas sensaciones serán las de Matanzas y Villa Clara. Dos planteles que ahora mismo se piden la cabeza sin clemencia, que entre ellos hay más de por medio que un simple boleto finalista. Antecedentes de sobra para llenar de morbo este choque, los naranjas en su hombro llevan bordado el cartel de campeón nacional de la pasada temporada a costa de los matanceros, estos últimos tienen como jefe de tropa a un legendario villareño que no pudo triunfar en su tierra como manager y ahora quiere ser profeta fuera. Y para colmo este año los enfrentamientos particulares entre ellos estuvieron matizados por épicas batallas dentro del campo (literalmente).
Nadie tiene duda del favoritismo de los cocodrilos, los discípulos de Mesa andan en estado de gracia, haciendo y deshaciendo lo que quieren con sus rivales. Las claves de este pareo pasan, sin dudas, por el momento anímico y competitivo en el que se encuentra cada escuadra.
Matanzas viene de comandar la serie, dejando rezagado al resto de los conjuntos, sin dar pie a que le vieran la espalda. En casa casi que no pierde, el pantano del “Victoria de Girón” es territorio vedado de triunfo para sus visitantes, allí solo se encuentra a corredores que vuelan por encima de las bases y bateadores que empujan la pelota hacia la banda contraria con la misma facilidad que dejan caer un toque de bola. Su punto más débil es el bullpen, un staff que si bien no es del todo deplorable, ahora en estas inmediaciones de campaña puede sufrir algunas averías a la hora de los relevos. Ojo: este es el tercer play off que asume Víctor y su guerrilla, hay experiencia acumulada, van a por todas.
Por su parte, el Villa Clara de Ramón Moré llega disminuido, y cuando digo disminuido es en todos los aspectos. Estuvieron a punto de quedar fuera de esta fase ante un Holguín que los puso contra las cuerdas y que los tuvo a punto de mate aunque no supo darles la estocada final. Pero he ahí un dato que no se puede desechar, cuando los grandes están casi muertos hay que rematarlos, si se dejan con vida, aunque sea en muletas o en silla de ruedas, a la postre esto puede engrandecer su estirpe.
A pesar de no contar ni con Freddy Asiel Álvarez (sancionado) ni con Yulexis La Rosa (lesionado) para la postemporada, los naranjas aún tienen una nómina capaz de batirse ante sus rivales, sus probabilidades dependen de la recuperación de su staff de pitcheo.
Acoto: todo lo tienen en contra, no ha comenzado el play off y ya los dan por muertos, ahora mismo no tienen nada que perder, pero recuerden que son los campeones nacionales y que aún respiran. En los play off gana cualquiera.
Estadísticas finales de la etapa clasificatoria de la 53 Serie Nacional de Béisbol:
Tabla de posiciones:
P | EQUIPO | J | G | P | AVE | DIF |
1 | MATANZAS | 87 | 57 | 30 | .655 | – |
2 | PINAR DEL RIO | 87 | 52 | 35 | .598 | 5.0 |
3 | INDUSTRIALES | 87 | 51 | 36 | .586 | 6.0 |
4 | VILLA CLARA | 86 | 49 | 37 | .570 | 7.5 |
5 | HOLGUIN | 86 | 48 | 38 | .558 | 8.5 |
6 | ARTEMISA | 86 | 42 | 44 | .488 | 14.5 |
7 | I. JUVENTUD | 86 | 40 | 46 | .465 | 16.5 |
8 | STGO. DE CUBA | 87 | 36 | 51 | .414 | 21.0 |
Líderes individuales en bateo:
AVE: | Michel Enríquez Tamayo (IJV) | .367 |
C: | Roel Santos Mtnez. (PRI) | 81 |
H: | Maikel CáceresDor. (HOL) | 125 |
2B: | Maikel CáceresDor. (HOL) | 28 |
3B: | Alejandro Jaime Ortiz Arias (IJV) | 8 |
HR: | Yulieski Gourriel Cast. (IND) | 16 |
SLU: | Yulieski Gourriel Cast. (IND) | .566 |
BR: | Luis Yander La O Camacho (SCU) | 24 |
CR: | Yuniet Flores Argšell. (VCL) | 14 |
CI: | YadielHernández Glez. (MTZ) | 69 |
Yulieski Gourriel Cast. (IND) | ||
DB: | Dainer Moreira Ramírez (MTZ) | 13 |
BB: | Frederich Cepeda Cruz (ART) | 100 |
SO: | Lisban Correa Sánchez (IND) | 63 |
Líderes individuales en pitcheo:
PRO: | Yosvani Torres Gómez (PRI) | .833 |
PCL: | YasmanyHernándezRom. (VCL) | 1.66 |
JL: | Carlos Juan Viera Álvarez (MTZ) | 38 |
JI: | Yoelkis Cruz Rondón (MTZ) | 23 |
JC: | Yosvani Torres Gómez (PRI) | 5 |
JR: | Carlos Juan Viera Álvarez (MTZ) | 38 |
JG: | Yosvani Torres Gómez (PRI) | 15 |
JP: | YudielRodríguezLeón (IJV) | 11 |
L: | 8 Jugadores Con | 1 |
JS: | JoséÁngelGarcíaSánchez (ART) | 21 |
INN: | Yosvani Torres Gómez (PRI) | 151.2 |
SO: | Norge Luis Ruiz Loyola (HOL) | 94 |
BB: | WilberPérezRdguez. (IJV) | 68 |
Este comentarista está dolido y eso ni se discute, pero hace muchos años que padecemos de ese mal con el deporte y los comentaristas deportivo, parcializados hasta la médula, que gane el mejor, y dejemos las envidias para los frustrados.