El presidente argentino, Alberto Fernández, exhortó este lunes al Fondo Monetario Internacional (FMI) a que reconsidere una rebaja de la deuda que el país suramericano mantiene con el organismo, al que llama a “reflexionar y tener en cuenta todo”.
Así lo aseguró el mandatario en declaraciones a Radio 10, en las que suscribió el “análisis racional absolutamente válido” expuesto por la vicepresidenta argentina y expresidenta entre 2007 y 2015, Cristina Fernández, quien la semana pasada llamó a una “quita (rebaja) sustancial” de la deuda con el FMI.
En 2018, durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) y tras desatarse una crisis económica que aún continúa, el FMI aprobó un rescate financiero para Argentina de 56.300 millones de dólares, de los que hasta ahora ha enviado 44.000 y que el nuevo Ejecutivo de Alberto Fernández negocia cómo pagar.
De hecho, varios representantes del organismo multilateral llegaron a Buenos Aires el pasado 12 de febrero y permanecerán en el país hasta el 19 de este mes, un tiempo en el que se reunirán con las principales autoridades argentinas para abordar la situación de la deuda.
“El Fondo ha faltado a sus obligaciones”
El presidente argentino, que asumió la jefatura del Estado el pasado 10 de diciembre en medio de una profunda crisis económica, sostuvo que el FMI “ha faltado a las obligaciones” contraídas con Argentina puesto que, agregó, “estaba financiando la fuga de divisas, algo que está prohibido en el estatuto del Fondo”.
“El Fondo ha faltado a las obligaciones que tenía cuando estaba prestándole dinero a un robador compulsivo de crédito, que no podía pagar de ningún modo y menos en el tiempo que se comprometía, y todos sabían que era cara financiar la fuga de divisas y tratar de contener un valor del dólar incontrolable”, aseveró.
“Si fue capaz de eso -prosiguió-, podía ser capaz de reflexionar y tener en cuenta todo. Ahí ya empiezan a jugar las reglas del Fondo y eso ya me excede a mí”.
De este modo, el mandatario argentino se alinea con su vicepresidenta, que durante la presentación de su libro ‘Sinceramente’ en La Habana la semana pasada aseguró que el préstamo de 56.300 millones de dólares “no sólo es el más importante de la historia del Fondo sino que se otorgó incluso violando el propio estatuto del FMI”.
Así como “el deudor va a respetar las normas, por lo menos (el FMI) debería establecer una quita sustancial porque hizo un préstamo por fuera de la historia del FMI, comprometiendo el 60 % de la capacidad prestable del organismo y se hizo violando obligaciones que tiene el propio Fondo”, subrayó la exmandataria, que durante su gestión no permitió que el organismo multilateral auditara las cuentas argentinas.
En ese sentido, el actual jefe de Estado argentino respaldó públicamente a la abogada, quien “dijo algo que es absolutamente cierto” y cuyo análisis es de “una simplicidad enorme de pensamiento”.
“Parte también de la realidad argentina es mostrarnos a Cristina y a mí todo el día confrontando. Si supieran cómo nos entendemos con Cristina, no perderían más el tiempo, porque por ahí van por el camino”, afirmó Alberto Fernández, zanjando las posibles disputas con la vicepresidenta.
El FMI cierra la puerta a una rebaja
En cualquier caso, el portavoz del FMI, Gerry Rice, limitó el pasado jueves el alcance de las negociaciones al negar la posibilidad de que se aplique una rebaja de la deuda, ya que “las decisiones sobre la reestructuración de la deda están en manos del Gobierno y de los acreedores” y el FMI “no tiene ningún papel en eso”.
“La capacidad del FMI para reestructurar su deuda y posponer los reembolsos y las recompras se ve limitada por nuestro departamento y nuestros marcos legales. Saben cuál es esa postura, lo hemos dicho antes y no es solamente en el contexto argentino, es una disposición general”, indicó el vocero en una rueda de prensa en Washington.
Asimismo, Rice desmintió las afirmaciones de Cristina Fernández al apuntar que “no hubo ninguna violación de las disposiciones del FMI” en el acuerdo que firmó con Argentina.
De todos modos, el portavoz afirmó que existe un diálogo “muy activo” con las autoridades argentinas y que sigue “en curso”.
Según la Secretaría de Finanzas, a finales de diciembre la deuda bruta de Argentina ascendía a 323.177 millones de dólares, de los que unos 194.000 millones corresponden a deuda en títulos públicos a medio y largo plazo.
El Gobierno argentino aspira a concluir el proceso de renegociación de la deuda externa a finales de marzo, un plazo demasiado ambicioso para los analistas, en particular tras el reciente fracaso de la provincia de Buenos Aires en su intento por posponer tres meses el pago de un bono por 250 millones de dólares al no conseguir el 75 % de adhesión de los tenedores.