Dorian ya no es un niño y su padre se resiste a su inminente despertar sexual. Dorian es especial, es un chico sensible y alegre con síndrome de Down al cuidado de su padre quien lucha contra la idea de dejarlo crecer. Esa es la historia que propone el joven realizador cubano Rodrigo Barriuso con su multilaureado cortometraje de ficción For Dorian.
Con una impecable dirección de arte, memorables actuaciones y óptima conjunción de los recursos expresivos en función del guión, llega este corto realizado en Canadá. En tan solo 16 minutos de metraje, el material fílmico desnuda conflictos tan universales como las relaciones intergeneracionales, la discapacidad mental y la sexualidad en estas personas que bien podrían transcurrir en cualquier punto del planeta a pesar de resultar un tema tabú en los medios hoy día.
En la recién finalizada Muestra Joven del ICAIC la obra se alzó con el gran premio en su categoría, mejor guion y mejor actuación masculina.
Con el cineasta, quien ha cursado estudios cinematográficos en Toronto y Londres y reside en Canadá, conversó OnCuba sobre este aclamado shortfilm, que ha obtenido una docena de premios y nominaciones participando en más de treinta festivales en 18 países en cuatro continentes.
¿Cómo has recibido los múltiples reconocimientos que ha alcanzado For Dorian?
Cuando uno hace una película con una temática tan inusual, sobre un padre que teme el despertar sexual de su hijo con síndrome de Down, el reconocimiento y la palmada en el hombro siempre se recibe con asombro y alegría. Cuando mi productora Davina Rimmer y yo nos sentamos a hablar del proyecto, lo más que esperábamos era poderlo exhibir en algún sitio y propiciar un diálogo sobre este tema tan poco tratado. Nunca imaginamos que vendrían más de 30 festivales, más de 10 premios. Es muy lindo ver que la película tiene la capacidad de conmover y hacernos pensar.
Existen pocos referentes en cine sobre el tema que aborda el filme, ¿cuán enriquecedor fue el trabajo de preparación?
Para mí como director fue increíble el sentarme a escribir y percatarme de que existía muy poco referente cinematográfico, literario o gráfico. Identidad sexual y sexualidad en individuos con discapacidades aun parece ser un tema tabú. Mi proceso de investigación tuvo que ser conducido mediante entrevistas. Estas conversaciones e intercambios realmente cambiaron mucho mi forma de apreciar la realidad de estas personas. Fue muy enriquecedor. Comenzó como un proceso profesional donde yo entrevistaba a adolescentes con síndrome de Down, padres, amigos, pero lo cierto es que a dos años de haber filmado la película, aun mantengo una relación estrecha con estas personas. Hoy día son amigos. Así que he de agradecerle eso a For Dorian—la posibilidad de ampliar mi horizonte y permitirme encontrar amistad en lugares donde quizás no la hubiese buscado intencionalmente.
¿Cómo surge la idea, en que te inspiraste para la concepción del guión?
La idea surgió de forma muy espontánea. Una noche caminaba por la calle y me cruce con un joven con síndrome de Down. Cuando nos cruzamos no pensé en nada, pero a medida que seguía caminando me comencé a hacer preguntas— ¿De dónde viene? ¿A dónde va? ¿Irá a ver a alguna novia o novio? Entonces seguí pensando, imaginando que tipo de reacción tendría su familia, si este chico llegara a casa anunciando que tiene un novio o una novia. Encontré esta idea problemática, porque me hallé a mí mismo considerando la aparente discapacidad como una limitante o algo que potencialmente pudiera perjudicar el desenvolvimiento sexual de este joven. Estoy seguro que muchos pasan por alto el proceso de despertar sexual de las personas con discapacidad, o las consideran incapaces o no merecedores del derecho a la intimidad. Y así fue que decidí que tenía que hacer una película que hablara de este tema. Fue un proceso realmente orgánico. For Dorian se inspira mucho el en trabajo de tres fotógrafos del siglo 20 que considero indispensables cuando hablamos de historia de la fotografía—Andre Kertesz, LisetteModel y Diane Arbus. Mi background es el mundo del arte, así que no es inusual que encuentre referentes dentro de las artes visuales.
¿Cuál fue el mayor reto o desafío del filme?
Encontrar financiamiento para cine independiente es siempre un reto monumental, sobre todo cuando hablamos de cortometrajes. Afortunadamente a través de sistemas de becas, la ayuda de la comunidad y mi propia inversión logramos producir el corto de acuerdo a los estándares que me había planteado. En el plano creativo, el mayor desafío fue dirigir a dos actores con discapacidades. Habiendo visto el trabajo de ambos anteriormente, sabía que eran totalmente capaces de desempeñar estos papeles. Como cineasta joven, la duda fue siempre si yo lograría dirigirlos, llevarlos a puerto seguro.
¿Cómo hallaste al protagonista?
Siempre pensé que encontrar un actor con síndrome de Down que pudiese hacer un papel protagónico sería el mayor reto, pero resulto ser uno de los elementos más fáciles de la producción. A Dylan Harman (Dorian) lo conocí cuando conducía mi proceso de investigación, a través de una de las familias que entreviste mientras escribía el guion. Dylan actúa desde niño, así que de manera muy profesional se acercó y me pidió audicionar para el papel. A Ron Lea (Oliver) lo encontramos a través de un director de casting. Fue un proceso más formal. Le enviamos el guion a su manager y días más tarde me llamó para comunicarme que estaba interesado. Fue increíble contar con un actor de su calibre y madurez.
¿Quisiste hacer un homenaje al arte cubano contemporáneo que tan incorporado tienes con la decoración de las paredes del filme?
No fue un homenaje intencional. Casi diría que es un homenaje a mi relación con el arte cubano contemporáneo y a mis raíces. Yo crecí en el mundo del arte y me he relacionando con muchos de estos artistas desde que era niño; muchos de ellos me vieron crecer, como yo los he visto a ellos convertirse en los artistas increíbles que son hoy día. Estos artistas son para mí, figuras claves dentro de la historia del arte cubano. No es sorpresa entonces que a la hora de conceptualizar el habitad de estos personajes optase por utilizar obras creadas por artistas que admiro y en los que creo. Para mí fue un placer enorme contar con obras de gran calibre que sin duda impulsan la narrativa de la cinta y le confieren una capa adicional de simbolismo.
¿Conforme con el resultado?
Si. Yo se que probablemente podría haber hecho una mejor película, o haber tratado esta temática tan compleja de un mejor modo. Siempre hay espacio para crecer. Pero hice justamente la película que quería hacer. La veo y pienso—es exactamente lo que veía en mi cabeza. Amigos y colegas con más experiencia me dicen que es un proceso que ocurre muy poco en la carrera de un cineasta. Me siento afortunado. También es cierto que mi personalidad no me permite detenerme a pensar mucho en lo que he hecho. Comencé a pensar en el próximo proyecto desde que vi For Dorian terminada.
¿En qué subgénero podríamos inscribirlo?
Esto siempre lo dejo en mano de los críticos, que suelen ser mucho más coherentes que yo. Cuando me preguntan digo que es un drama, y punto. Otros añaden otras clasificaciones como cine LGBT, coming of age; una académica cubana lo llamo cine transnacional (haciendo referencia al hecho de que soy cubano, pero mi trabajo no responde a los valores de los que hablaba anteriormente). Eso de cine transnacional me encanta.
¿Por qué elegiste ese título?
Alerto que esto puede decepcionar a algunos. Cuando tenía un segundo borrador del guion comencé a trabajar con una editora que por aquel entonces me ayudaba a organizar un poco mis ideas. Esta editora y yo estábamos colaborando también en un segundo proyecto. Un día estábamos trabajando y luego de par de horas, ya cansados, le pedí que cerrara ambos documentos y los guardara en el escritorio de mi ordenador. “¿Con que nombre los guardo?” me pregunto. “No se” le dije “como quieras.” Entonces guardó las notas que habíamos escrito en una carpeta que leía “For Dorian,” indicando que eran notas para este proyecto, y no para la otra colaboración. Así fue que empezamos a usarlo, era casi una broma, mi productora lo odiaba, pero lo cierto es que todo lo que hacíamos era para Dorian, para lograr producir esta película. Un día pensando me di cuenta de que a pesar de lo controlador y austero que pudiese ser este padre, todo lo que hacía, lo hacía para su hijo, Para Dorian. Y así decidí que se quedaba como título (o encontré una excusa que validara mi falta de empeño en encontrar un mejor título). Mi productora aun lo odia.
¿Cómo valoras, desde tu perspectiva el cine joven cubano?
Yo me atrevo a decir que el cine joven cubano vive un momento de tal excitación y vindicación que es solo comparable con el mismo proceso que emano del cine que se hacía en los años 60. Hay una generación formidable que no cree en trabas, que busca la manera, que no acepta un no por respuesta y que tiene un empuje y unas ganas admirables de hacer cine de calidad. Hay muchos—Claudia Calviño, Inti Herrera, Alejandro Brugués, Carlos Quintela, Marcel Beltrán, Arturo Infante, Jessica Rodriguez… La lista realmente es inagotable, como lo es el talento de estos creadores. Estos cineastas realmente han abierto el cine cubano al mundo y han propiciado que volvamos a ser parte de un dialogo internacional. Es lindo y alentador ver cine cubano en festivales de cine en Berlín, Rotterdam, Toronto.
¿Piensas realizar algún proyecto vinculado al cine cubano?
Por supuesto! Uno de mis sueños es hacer cine en Cuba, con un equipo técnico y creativo cubano, con actores cubanos (Laura de la Uz, te estoy mirando a ti), con una temática cubana, pero que trascienda las fronteras de la isla. El día llegará. Es solo cuestión de tiempo y empeño.
¿Qué planes o perspectivas inmediatas podrías comentarnos?
Actualmente estoy inmerso en el proceso de producción de una biografía basada en los últimos años de vida del gran fotógrafo Húngaro-Americano del siglo XX, Andre Kertesz. Kertesz es uno de mis referentes creativos. Realmente me hace muchísima ilusión estar trabajando con un material que hallo tan inspirador.
Maravillosa iniciativa.hacer documentales q nos hablen sobre estos amigos diferentes y tan increibles seres humanos.
Q sigan los exitos para ti y tu equipo..
Felicidades Rodrigo por tan buena idea, es un tema que necesita hacerse visible, vi el corto en la muestra y es muy bueno, de gran calidad y factura, muy buena la entrevista tambien.
Excelente trabajo, exitos para el equipo del filme y tambien para esta revista!
Buen guion, como para no perdersela, ya que trata de un tema fuera de lo comun.