La matemática política para ganar las elecciones en Florida ha sido una constante durante décadas: los republicanos acumulan más votos en el norte y el suroeste de la península, los demócratas dominan en los grandes centros de población del sur, y ambos partidos luchan en las áreas de alto crecimiento poblacional a lo largo del corredor de la I-4.
El corredor de la I-4 es un tramo rural, urbano y suburbano al centro de la península de la Florida, que se extiende desde el Golfo hasta el Atlántico y abarca unos once condados. Hoy resulta notable, entre otros datos, por una población de puertorriqueños de tendencia demócrata, en aumento después de los desastres naturales que han afectado a la isla caribeña.
Biden, que anda por estos lares tratando de aumentar su potencial de votos hispanos/latinos en la Florida, no encontró mejor lugar para empezar su campaña que el corredor, partiendo de Tampa y terminando en Kissimmee, un suburbio de Orlando. De acuerdo con una encuesta reciente de Monmouth University, en el centro de la Florida Biden lidera con un 50% frente al 44% de Trump. En 2016, Trump ganó ahí por menos de un punto frente a Hillary Clinton.
Pero la inmersión política no la empezó por los hispanos, sino por los militares y los veteranos en el condado de Hillsborough, donde se encuentra la base Mc Dill, fundada en 1939 al sureste del downtown de Tampa. A principios de este mes, Biden condenó a Trump por haber calificado a los estadounidenses caídos en la Primera Guerra Mundial de “tontos” y “perdedores”, basándose en fuentes citadas por The Atlantic. “Si lo que está escrito en The Atlantic es cierto, es repugnante”, dijo entonces. “Reafirma lo que la mayoría de nosotros creemos […]: que Donald Trump no es apto para ser Comandante en Jefe”.
Al seleccionar este tema, sus asesores se han montado también sobre el dato de que los militares se han venido desencantando de manera creciente con el presidente. Reportes de prensa varios dan cuenta de una encuesta según la cual de 1.018 soldados en servicio activo, la mitad veían a Trump de manera negativa, en comparación con el 38% que percibía lo contrario.
Durante su discurso en Hillsborough Community College, Biden dijo sobre Trump: “En ninguna parte sus faltas son más evidentes u ofensivas, para mí al menos, como cuando se trata de su denigración de nuestros miembros del servicio, veteranos, guerreros heridos, los caídos. Francamente, me molesta mucho la forma en que se pone frente a una cámara y se jacta de lo mucho que hace por nuestros veteranos y luego los llama ‘tontos’ y ‘perdedores’”, agregó Biden.
Después siguió una mesa redonda con votantes sobre cuestiones relacionadas con los militares, en la que Biden tocó varios temas de política como los servicios de salud mental para veteranos y la protección de la seguridad social.
También habló sobre la alta tasa de suicidios entre los veteranos. “Los últimos datos sugieren que casi seiscientos veteranos mueren por suicidio cada año. Solo aquí en Florida, seiscientos al año. Es devastador. No hay respuestas fáciles para esto. Podemos hacerlo mucho mejor de lo que lo estamos haciendo ahora. Tenemos que acabar con este estigma respecto a recibir asesoramiento sobre salud mental”, dijo.
En Kissimmee, Biden va a hablar en un evento sobre el Mes de la Herencia Hispana, lo cual podría ayudar a atraer votantes puertorriqueños, claves para tratar de contrarrestar la ventaja que le lleva Trump entre los cubanos de Miami-Dade. De acuerdo con una encuesta de Bendixen/Armandi, aplicada a 500 posibles votantes latinos/hispanos en ese condado del 1 al 4 de septiembre, entre los cubanos Trump aventaja a Biden 60% vs. 30%. Pero entre los votantes latinos no cubanos va por delante (55% vs. 38%).
Se estima que 7 de cada 10 residentes de Kissimmee son hispanos/latinos.