A partir de pasado 25 de agosto, la provincia Ciego de Ávila experimentó un rebrote de la COVID-19 que ha arrojado, hasta la fecha, más de 600 casos positivos y 15 fallecidos, sobre todo en su municipio cabecera. Aunque las estadísticas muestran una tendencia al control, todavía se mantiene la trasmisión.
De acuerdo con una nota de a Agencia Cubana de Noticias (ACN), todos los policlínicos del municipio de Ciego de Ávila desarrollan el proceso de toma de muestras para PCR-RT al 100 % de los pacientes que acuden a las consultas con síntomas respiratorios.
La medida forma parte de un plan piloto nacional que deberá regir en condiciones de nueva normalidad, cuando cambien los protocolos de actuación y se refuercen las acciones y la vigilancia desde la atención primaria.
La nota precisa que si bien la capital de la provincia se mantiene en fase de trasmisión autóctona limitada, ya se adelanta este modelo de actuación como parte de las acciones para ganarle la batalla al nuevo coronavirus y detener el rebrote.
María Caridad López Cobas, directora del policlínico Norte, dijo a la prensa que a todos los pacientes identificados con síntomas respiratorios agudos se les toman las muestras, al margen de que sean remitidos a centros de aislamiento por sospechas o regresen a sus hogares hasta que les llegue el resultado.
El área de salud mencionada abarca una población de más de 37 600 personas distribuidas en cinco Consejos Populares. Aunque el último caso positivo a la COVID-19 se detectó el 30 de septiembre, ha muestreado hasta ahora a 160 posibles contagiados, todos con resultados negativos.