Hoy 26 de enero falleció a los cien años de edad la musicóloga María Teresa Linares (1920-2021), quien dedicó su vida a la investigación del acervo popular y folklórico cubano y a difundir la música en Cuba.
La Doctora Linares cursó estudios en el Conservatorio Municipal de La Habana e integró la Sociedad Coral de La Habana. Entre 1948 y 1956 realizó, junto a Argeliers León, trabajos de campo en diversas zonas para recoger información, cantos y toques de antecedente hispano y africano, experiencia continuada en la década de los 60 con el Instituto de Etnología y Folklore de la Academia de Ciencias de Cuba.
A partir de 1974 formó parte del equipo de productores de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), desde donde concibió numerosos discos de larga duración dirigidos rescatar, preservar y promover la música cubana.
Entre esas producciones se destacan Viejos cantos afrocubanos, Cancionero hispano cubano, La canción cubana tradicional, la antología de la música afrocubana y la del Punto Cubano. También compiló la colección Benny Moré y los discos dedicados a figuras como Sindo Garay, el Trío Matamoros, María Teresa Vera, Ñico Saquito, Joseíto Fernández, Barbarito Diez, Bola de Nieve y Celina González, entre otros muchos.
Entre 1984 y 1987 fue directora del Museo Nacional de la Música y más tarde vicepresidenta de la Fundación Fernando Ortiz. Impartió seminarios sobre el folklor cubano y clases de pedagogía, apreciación e historia de la música en los Conservatorios Municipal de La Habana, Alejandro García Caturla y en la Escuela de Instructores de Arte.
Por su contribución al estudio, gestión y difusión de la música cubana, recibió numerosas distinciones, entre ellas la de Doctora Honoris Causa en Ciencias del Arte, los Premios Nacionales de la Música y de Investigación Cultural, el Premio Internacional Fernando Ortiz y la Orden Félix Varela de Primer Grado.
Otra sensible pérdida para la cultura cubana. Sus cenizas descansarán en el panteón de su familia.