La pandemia causada por la COVID-19 ya ha acabado con la vida de más de 2,5 millones de personas en todo el mundo, según cifras publicadas este viernes por la universidad estadounidense Johns Hopkins (JHU).
De acuerdo con los datos de esta reconocido centro de estudios e investigación de Medicina, el número global de casos de coronavirus asciende a 113.046.901 y han fallecido 2.508.796 personas por la enfermedad.
El país más afectado por el virus SARS-CoV-2 sigue siendo Estados Unidos, donde han muerto unas 508.000 personas y 28,4 millones están infectadas. Brasil, con 251.498 fallecidos es el segundo país más golpeado por la incidencia mortal de la enfermedad, aunque ocupa el tercer puesto en número de contagios, con 10,3 millones, antecedido por la India y los propios Estados Unidos.
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Entre los cinco primeros puestos por número de fallecimientos se encuentran también México, en tercer lugar, con 183.692 víctimas mortales; la India, donde han muerto más de 156.000 personas, y el Reino Unido, el más afectado en Europa con 122.303 muertes, según la JHU.
Italia, con casi 97.000 muertos; Francia, que supera los 85.000; Rusia, que está a punto de alcanzar los 84.000; Alemania, con más de 69.000; España, con algo más de 68.000, e Irán, que casi alcanza los 60.000, siguen en los primeros puestos de esta dolorosa lista.
Reino Unido: caen hospitalizaciones y muertes entre los vacunados
El Reino Unido ha detectado “evidencias” que apuntan a una mayor caída en las tasas de hospitalizaciones y fallecimientos por la COVID-19 entre los ciudadanos que ya han sido vacunados, según dijo este jueves Mary Ramsay, jefa del programa de inmunización del organismo sanitario Public Health England.
En una rueda de prensa virtual celebrada desde Downing Street –la residencia y despacho oficial del primer ministro, Boris Johnson–, la experta reveló que se han identificado pruebas de que la administración de una dosis inicial de la vacuna desarrollada por Pfizer-BionNTech reduce el riesgo de desarrollar casos sintomáticos en personas mayores.
Ramsay, que tildó estos hallazgos de “muy alentadores”, precisó que esa reducción se logra alrededor de tres semanas después de ser inoculado el preparado. Además, puntualizó que existen asimismo “indicios muy tempranos” de que la vacuna de Oxford/AstraZeneca también está funcionando bien en esas áreas.
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“Estamos observando indicios de que la tasa de muertes y hospitalizaciones está declinando más rápido en los grupos de vacunados que en la población más joven”, dijo Ramsay, quien agregó que en base a estos datos científicos el país se encuentra ya “preparado para pensar en qué hacer en la siguiente fase” del programa de vacunación, que seguirá criterios de edad y no ocupacionales.
Sobre ese asunto, el presidente del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización, Wei Shen Lim, afirmó que en la siguiente fase entrarán los grupos de edades comprendidas entre 40 y 49 años, a quienes se dará “prioridad”; seguidos de los ciudadanos con edades entre 30 y 39, y posteriormente aquellos que tengan entre 18 y 29 años.
El experto también argumentó por qué no le parece un enfoque adecuado dar prioridad a profesiones particulares –como profesores o policías– en la siguiente fase, un tema que genera ciertas discrepancias entre la población.
“Un programa de vacunas basado en la profesión nunca se ha puesto a prueba a gran escala en el Reino Unido. En este sentido, no está probado ni testado”, observó.
Según él, “intentar pasar de un programa basado en la edad a uno basado en la ocupación sería más complejo y potencialmente introduciría más retrasos”, y concluyó que “la rapidez es el factor crítico aquí”. También argumentó que un programa en base a grupos de edad es “más sencillo” y recordó que la “simplicidad ha sido una de las piedras angulares del actual programa en cuanto a su rapidez y a su éxito”.
EFE / OnCuba