En el 2012 una jovencita actriz ganaba el premio Aquelarre a mejor interpretación femenina con el monólogo 120 enterabay, con el cual comenzaba una fructífera carrera en el humor en Cuba, primero con el grupo Etcétera y luego en solitario.
Venecia Feria es un nombre difícil de olvidar, no solo por su originalidad, sino porque viene acompañado de talento y vis cómica para destacar en roles humorísticos, aunque también en interpretaciones dramáticas.
La holguinera poco a poco ha pulido su carrera, la cual no se limita a la actuación, pues además es graduada de la Facultad de Medios Audiovisuales del Isa, en la especialidad de Fotografía, un gusto heredado de su padre quien se desempeña como camarógrafo.
He ahí la versatilidad de Feria, quien busca no quedarse solo en el humor, “siempre es un riesgo que se corre pero confieso que este no ha sido mi caso”, nos dice la talentosa intérprete, cuyos inicios en la actuación estuvieron alejados de este género.
Trébol Teatro fue su primera escuela una vez graduada como actriz de nivel medio en la provincia de Granma: “Acababa de salir de la ENA, ser parte del proyecto fue lo mejor que me pudo ocurrir en ese momento. Mi paso por Trébol fue breve, pero lo recuerdo con mucho cariño”.
“Éramos todos muy jóvenes con unos deseos inmensos de trabajar y de estar creando todo el tiempo. Giramos con nuestras obras, creamos una peña, un festival de teatro en Holguín que aun se continúa haciendo y sobre todo hicimos una gran amistad que ha perdurado a través de los años y la distancia”.
Luego llegó el grupo Etcétera, un referente en su carrera
Etcétera llegó en un momento de mi vida donde el humor no era una opción, apenas acababa de graduarme y como todo alumno salido de la academia deliraba por hacer teatro dramático.
El humor me enseñó a salirme de un guión establecido, improvisar, conocer toda la isla, amigos, humoristas a los que admiraba, trabajar con ellos e incluso conocer a mi esposo. Etcétera era algo con lo que no contaba, pero resultó ser la experiencia más acertada en mi carrera.
El trabajo en teatro, ¿cuánto le aporta en su formación profesional?
El teatro es fundamental como proceso de estudio. El constante contacto con el público tanto en el humor como en el teatro dramático lo siento necesario, me hace conectar con mis emociones en un lapso de tiempo muy corto.
Hace unos años se estrenó “Casting”, una de las pocas obras humorísticas actuada solo por mujeres. ¿Cuán necesario se hace ver más mujeres en este género?
Gozamos de un catálogo inmenso si de mujeres se trata desde los inicios. Considero que en nuestros tiempos hay varias mujeres interesadas en este género, las vías están creadas sólo queda trabajar mucho. No es fácil, pero tampoco imposible.
Luego vino La cita. ¿Cómo llegó a esta obra con Andrea, con quien próximamente volverá a compartir escenario?
Aunque ya nos conocíamos y admiraba su trabajo, cuando me invitó no lo dude. Todo surgió en una lectura que hicimos de los textos en la peña de Laidi Fernández de Juan, ahí comenzó todo.
Ahora, cuando Pedro Franco, director de El Portazo, me llamó para hacer la vecina en Todos los hombres son iguales me hizo mucha ilusión. Desde hace muchos años sigo su trabajo y poder compartir el mismo personaje con varios actores es un proceso muy enriquecedor del cual nos nutrimos todos.
La televisión es otro de los medios donde más se le ha visto en los últimos años. ¿Cómo pudieran mejorar las propuestas televisivas humorísticas?
Hacer humor para mi es algo muy serio. Puedes ser muy simpático, pero si el texto no te acompaña el público se aburre y se va.
Lamentablemente hoy carecemos de guionistas, no se les da la importancia necesaria y de eso depende un gran porciento del éxito de cualquier proyecto televisivo.
No podemos dejar de crear e intentar perfeccionar cada día más lo que hacemos y escuchar sobre todo al público que es para quien trabajamos.
La dirección de fotografía… ¿Algún proyecto inmediato o sueño pendiente?
La fotografía siempre la tengo presente. Lo último que hice fue el cortometraje Fulano, de Carlos Gonzalvo. Lo hicimos durante la cuarentena en casa, fue la forma que encontramos de estar creativos y activos.
Me gusta escribir y siempre me imagino las historias a partir de una imagen. Sueños nunca faltan, estoy preparando un cortometraje que me está llevando un poco de tiempo.
Aún no sé si haga la fotografía del mismo porque quisiera actuarlo, eso es lo difícil de poder estar delante y detrás de cámara, que a veces me cuesta decidirme.