Legisladores y empresarios en Estados Unidos y Canadá están pidiendo la reapertura de la frontera para actividades no esenciales, medida que se mantiene desde marzo de 2020 para frenar los contagios de la COVID-19.
De acuerdo con un reportaje del Washington Post, varias figuras han aumentado la presión al inicio de este verano debido al temor de perder los ingresos de la temporada vacacional por segundo año consecutivo.
“Un número creciente de legisladores, residentes y grupos empresariales en ambos lados de la frontera están perdiendo la paciencia”, dice el reportaje.
Perrin Beatty, uno de los líderes de la Cámara Canadiense de Comercio, rechazó que haya razones para que la frontera continúe cerrada.
“El hecho de que sea más fácil para los canadienses vacunados volar a París que conducir a Buffalo demuestra lo ilógica que es la política actual”, le dijo al Post.
John Adams, un hombre de Florida que tiene una propiedad en Vancouver, ha pagado anuncios en televisoras locales urgiendo a los líderes de ambos países a reabrir la frontera.
La administración Biden anunció la formación de grupos de estudio que se encargarían de evaluar cuándo sería un buen momento para levantar las restricciones, que estarán vigentes, al menos, hasta el venidero 21 de julio.