En el actual contexto que vive la escena artística internacional, los exponentes del arte digital “pescan” cada día más adeptos en los revueltos entornos de la red de redes, deslumbrando a aquellos que aun no descubren del todo las potencialidades de esta vertiente artística, no tan moderna como pudiésemos pensar.
Lo cierto es que las artes digitales en Cuba tienen mucha historia, solo basta tomar como antecedente Cosmorama, creación del recientemente fallecido realizador Enrique Pineda Barnet, quien junto al rumano Sandu Darie mostró al mundo un fragmento del futuro inmediato de las artes digitales.
Con el paso del tiempo y el desarrollo de las tecnologías, y pese a las dificultades y carencias, los artistas de la Isla fueron incursionando en este novedoso y atractivo mundo moderno, pues “las prácticas digitales dentro del arte cubano tienen una historia increíblemente profunda y un peso muy fuerte a nivel global y regional, ya que el primer videoarte o video relacionado con esta estética registrado en Latinoamérica fue Cosmorama”, comenta a OnCuba el especialista Nestor Siré, quien por estos días prepara varios proyectos relacionados con el panorama de las artes digitales en la Isla.
Las obras de diferentes exponentes de esta manifestación en Cuba serán seleccionadas para participar en el proyecto Disconnected Experiences (Expeciencias Desconectadas), en el festival Ars Electronica, uno de los más prestigiosos dentro de la escena del arte digital internacional.
Hasta el 31 de julio artistas y realizadores del país podrán presentar sus obras para participar en el evento, que tendrá lugar en septiembre de este año y en el que artistas cubanos tendrán la oportunidad de exponer sus piezas, en un contexto donde se podrá redescubrir el arte digital de la mayor de las Antillas.
Para ese propósito, Disconnected Experiences cuenta con el apoyo de la plataforma Clic Cuba-Europa, a través de la red European Union National Institutes for Culture (EUNIC)-Cuba , financiada por la Unión Europea (UE), para el desarrollo de industrias culturales entre Cuba y la UE; la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, el proyecto Habana Espacios Creativos y la Asociación “Hermanos Saíz”.
“EUNIC Cuba —la representación de los institutos culturales de la UE— se dedica a promover la cooperación cultural entre la UE y Cuba fomentando el desarrollo de las industrias culturales y creativas en Cuba. Dado que el entorno digital está influenciando nuestra vida cada día más, queremos incentivar a artistas y especialistas cubanos de este sector, ofreciéndoles su inserción en circuitos profesionales y redes culturales de Europa”, explica a OnCuba Michael Thoss, del Instituto Goethe, actual presidente de EUNIC.
“En Cuba —añade— los artistas disfrutan de una formación sólida, lo que por lo general les hace falta son los contactos con protagonistas e instituciones internacionales. Los efectos de la pandemia han puesto en relieve la creciente importancia de los medios digitales para nuestra vida cotidiana, por eso EUNIC ayuda a fortalecer las capacidades de jóvenes profesionales y a conectarles con expertos, festivales y circuitos europeos”.
Siré, curador del proyecto, añade: “estamos contentos de que este Festival apueste por el arte cubano. Ars Electronic, al igual que casi todas las instituciones culturales y artísticas del mundo, han tenido que readaptarse a las dinámicas que impone la pandemia. La vida digital y la presencia digital se han multiplicado durante estos tiempos”.
Y continúa al respecto: “Es un privilegio para cualquier artista poder participar en un festival como este que, de manera indiscutible, colocan en el panorama global este tipo de prácticas. En tiempos de COVID-19 donde las cosas están pospuestas (al menos en nuestro contexto todo está cerrado y no se puede prácticamente hacer eventos culturales), tener la oportunidad de continuar creando y, a su vez, compartiendo arte en un espacio tan reconocido, es una ventaja para cualquier artista. Uno de los mayores beneficios de este proyecto curatorial es la oportunidad de visibilizar creadores y prácticas artísticas”.
“En las actuales circunstancias globales —añade— donde la comunicación a través de plataformas digitales es más que vital, la habitual desconexión que se sufre en la Isla debido a disímiles factores como el encarecimiento de la conexión a Internet y de materiales tecnológicos, además del atraso en materia de mecanismos y maneras de manejar las nuevas herramientas del mundo digital online, resulta un contexto sumamente interesante en cualquier escenario de arte digital, de ahí en parte el interés por conocer nuestras dinámicas socioartísticas”.
“Los artistas digitales en Cuba viven en una situación bastante compleja, determinada por su insularidad (en muchos sentidos), el bloqueo y una escasez de tecnología moderna, altos costos para el internet y trámites burocráticos”, comenta Thoss.
¿Desconectados o interconectados?
El texto curatorial de la muestra de Ars Electronica plantea como idea primera que “la incorporación tardía y paulatina de Cuba a internet, así como las limitaciones aún presentes en el acceso a las tecnologías, han modelado las maneras en que el arte digital se produce, se presenta y se distribuye. Si bien para la mayoría de los ciudadanos del mundo estar en línea es una acción naturalizada, en la Isla el hecho de conectarse no lo es, puesto que el acceso a Internet es algo reciente, inestable y con altos precios. Los artistas se mueven entre el espacio offline y online (virtual y físico) sin aparentes conflictos, una singularidad extendida a todas las prácticas sociales y culturales”.
A partir de esta premisa, junto a la combinación de tecnología y arte fundamentalmente que el evento promueve, sus organizadores encaminan el propósito de los trabajos que deben presentarse durante Disconnected Experiences.
“En este sentido —dice Siré— tenemos que entender que Ars Electronica es un festival increíblemente inclusivo, donde siempre vemos cómo las obras están muy conectadas con investigaciones académicas, con desarrollos en cuestiones de tecnología, robótica, desarrollos de software…o sea, que no es solamente el trabajo de artistas en el sentido de la palabra de alguien que tiene una formación visual o que viene de academias de arte, sino también es mucho más abierto en términos de ese tipo de arte que confluye con diferentes medios y que se crea en un espacio de multidisciplinario”.
De ahí que, por la parte cubana, “nuestra curaduría e idea están vinculadas con esas premisas; mediante una selección de prácticas artísticas que provienen de experiencias de colaboración, equipos de trabajo, creadores que tienen una conexión con el arte digital, ya sea en diseño, moda, cine, arquitectura, artes visuales, desarrollo de software, programación, literatura, entre otros, promovemos un enlace hacia prácticas artísticas expandidas”, precisa el especialista.
Los artistas que finalmente se escojan deben mostrar proyectos sobre esta relación interdisciplinar, “van a hacer videos con su propia poética con una libertad estética total porque no estamos poniendo ningún tipo de pauta estética con respecto al tipo de materiales que podemos recibir, pero sí deben ser sus experiencias en conexión con las peculiaridades del contexto cubano, que tiene sus propias normas y una manera muy específica en términos de acceso a tecnología, acceso a navegaciones y a internet, en donde además existen otros fenómenos y todo un universo offline de prácticas sociales, junto a maneras de distribución y presentación de medios digitales”.
Esta desconexión o conexión a medias que sufre el país también “dificulta la accesibilidad del medio artístico cubano a foros internacionales y restringe su visibilidad en el panorama internacional. Para cambiarlo, el Estado debería definir más fondos para la capacitación especializada y suprimir las restricciones en las redes, dar libre acceso a contenidos y respetar las libertades artísticas”, comenta, por su parte, Michael Thoss.
Una de las experiencias de trabajo desde la desconexión más populares en Cuba en la última década ha sido, sin dudas, el Paquete Semanal, alternativa a la falta de conectividad que ha permitido llevar a casi todos los hogares cubanos una parte de lo que se consume alrededor del mundo en el vasto mundo del Internet.
Dentro del Paquete se inserta desde hace unos años !!!Sección Arte, espacio para presentar, como su nombre indica, el trabajo de artistas cubanos y extranjeros a través de videos, exposiciones, textos, revistas y proyectos curatoriales recopilados en una carpeta digital. Aprovechando este espacio, a tono con la intención de Disconnected Experiences, “este proyecto curatorial va a ser presentado, al mismo tiempo, en !!!Sección ARTE, un espacio de curaduría y de exhibición digital offline”, explica Siré.
Aprovechando este espacio, a tono con la intención de Disconnected Experiences, “este proyecto curatorial va a ser presentado, al mismo tiempo, en !!!Sección ARTE, un espacio de curaduría y de exhibición digital offline”, explica Siré.
“Este espacio está activo desde 2015 y tiene una frecuencia mensual. Es una sección más del Paquete Semanal, el cual llega a un aproximado de 10 millones de usuarios en toda Cuba, de una manera informal y offline. Esa información se comparte y circula a través de la copia de mano en mano, utilizando discos duros y memorias flash y se transporta en bus, aviones y bicicletas”.
Presente y futuro
La inserción de un espacio dedicado al arte digital cubano en Ars Electronica es un homenaje, en cierto sentido, al trabajo que se viene desarrollando en Cuba en esta manifestación, cuya historia aun está por escribirse.
Según el propio Nestor Siré, “este proyecto promueve un acercamiento al arte digital en Cuba. Ha sido un largo camino desde esas primeras producciones hasta el NFT, por ejemplo, o hasta las maneras en que los creadores se insertan como sujetos digitales globales, se adaptan y se apropian de sus dinámicas en función de expresarse y compartir su forma de ver el mundo”.
No obstante, existe un potencial a desarrollar también en el ecosistema de las industrias culturales, que no termina de explotar del todo su potencial en el país.
Al respecto, Michael Thoss señala que “EUNIC-Cuba está organizando proyectos de formación profesional para jóvenes artistas y creadores independientes en distintas áreas, como la arquitectura y el diseño, música, teatro y danza contemporánea para crear cooperaciones durables con Europa, porque hay mucha inventiva en Cuba, donde se sabe crear con pocos recursos. Eso es un knowhow (conocimiento) precioso en un mundo que está agotando sus reservas naturales. Este ingenio cubano muchas veces se ve refrenado por políticas culturales y económicas delimitando iniciativas emprendedoras en sectores de la economía cultural y creativa donde el Estado mantiene un monopolio”.
Si bien “en los últimos años hay muchos eventos de arte digital que han ido desapareciendo, quizás ya no hay tantos artistas jóvenes trabajando en arte digital como hace diez años atrás, cuando creo que la práctica del video era algo más recurrente en casi todas las exhibiciones que se hacían en Cuba”, el panorama no es del todo desalentador, explica Siré a OnCuba.
Y agrega: “Hoy en día podemos ver un resurgimiento de otro tipo de artes más relacionado con la pintura o cuestiones más instalativas, un arte un poco más objetual, pero el arte digital sigue teniendo una presencia en el contexto actual y espacios como Ars Electronica lo demuestran de alguna manera”.