El canciller cubano, Bruno Rodríguez, aseguró este lunes que las protestas ocurridas este domingo en la Isla tienen su origen en una campaña y una operación comunicacional desde Estados Unidos, a cuyo gobierno acusó de estar implicado en lo sucedido y llamó nuevamente a levantar el embargo.
En conferencia de prensa en la tarde de este martes, Rodríguez negó que lo sucedido fuera un estallido social contra el gobierno, y calificó los hechos como “disturbios a escala muy limitada, con presencia de elementos delincuenciales”, así como de “desórdenes, violencia y vandalismo”, en contraste con las imágenes de las manifestaciones en diversos puntos del país mostradas en las redes sociales y televisoras internacionales.
Al respecto, el ministro cubano de Exteriores denunció la existencia de una “campaña de tergiversación y manipulación” de lo sucedido como parte de una operación comunicacional en marcha desde territorio estadounidense que, dijo, viene desarrollándose desde semanas atrás y había tenido como ejes la compleja situación sanitaria que vive la Isla por la COVID-19 y la petición, derivada de esta, de un corredor y una intervención humanitaria en Cuba.
Sobre la misma afirmó que ha sido creada por una empresa estadounidense radicada en la Florida, con participación de opositores al gobierno cubano y el respaldo de las autoridades de ese estado, y que se ha valido de cuentas falsas y robots para convertir en tendencia etiquetas como #SOSCuba, en violación de las propias normativas de las redes sociales.
De acuerdo con Rodríguez, esta operación tiene fines políticos y no humanitarios, y ya durante las protestas ha tergiversado y sobredimensionado lo sucedido en la Isla, con la divulgación de fakes news, imágenes manipuladas y de otros países, con la “tolerancia bochornosa” del gobierno de EE.UU. y compañías tecnológicas como Twitter, a las que “emplazó” a actuar al respecto.
Además, el canciller responsabilizó a Washington de “estar implicado directamente” en lo ocurrido el domingo –y sus ramificaciones posteriores– y de provocar con el embargo económico y el mantenimiento de las sanciones impuestas a Cuba por la Administración Trump carencias de combustible, medicinas, alimentos y otros productos básicos aun en medio de la pandemia que han aumentado la tensión social en la Isla.
“Ha sido un intento deliberado, cruel, oportunista de aprovechar las condiciones de una pandemia para intentar estrangular nuestra economía”, con el objetivo de “generar desorden, inestabilidad, y fracturar el orden constitucional y el consenso social” en Cuba, señaló.
En consecuencia, Rodríguez acusó al gobierno estadounidense de “tener grave responsabilidad en los incidentes que ocurrieron el 11 de julio”, y mantener “una conducta irresponsable puede tener consecuencias graves que dañen el interés nacional de ambos países”. Además, advirtió a este que “será responsable de las consecuencias que se produzcan de persistir en esa política de estrangulamiento de nuestro país, de incitación a flujos migratorios, irregulares y desordenados entre ambos países o a la permanente instigación por parte de algún senador de la Florida para que se despachen medios navales con fines de provocación, flotilla o incluso que se sitúen medios navales en zonas próximas a nuestros límites territoriales”.
Sobre las declaraciones del presidente Joe Biden y otros funcionarios estadounidenses tras las protestas apuntó que “se requiere mucho cinismo para pedirnos que escuchemos a nuestro pueblo, que es víctima de la política del Gobierno de Estados Unidos”, y reiteró que si la Administración Biden tuviera “preocupación sincera” por los cubanos, debería levantar el embargo o, al menos “tomar decisiones ejecutivas que podrían modificar sustancialmente, sin necesidad del voto legislativo, aspectos fundamentales del bloqueo, incluido los que más daño humanitario provocan y los que más afectan el enfrentamiento a la pandemia por parte de nuestra nación”.
Si el Presidente Biden tuviera algún interés o preocupación sincera por el pueblo cubano podría tomar decisiones ejecutivas y modificar significativamente aspectos del bloqueo, incluido aquellos que más daño humanitario provocan y los que afectan el enfrentamiento a la pandemia. pic.twitter.com/OgtB5F9fmH
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) July 14, 2021
Acerca de las denuncias de violencia y represión durante las protestas y las imágenes de ello en las redes sociales, el ministro dijo que se han tratado de “hechos limitados, con uso mínimo de la fuerza” y aseguró que “nuestro pueblo tiene derecho a defenderse y también nuestras instituciones a hacer cumplir la ley”. A la par llamó a la prensa a tener un “rasero justo” a la hora de valorar los hechos y a considerar también a los heridos y lesionados entre quienes salieron a las calles a favor del gobierno.
Finalmente, Rodríguez no confirmó si la falta de internet por datos móviles que afecta a Cuba desde hace tres días y sobre la que la empresa estatal de telecomunicaciones ETECSA no se había pronunciado, se debe a una medida gubernamental a raíz de las protestas, e indicó que es consecuencia de la compleja situación que atraviesa el país.
El ministró comentó que “el acceso a la información es un derecho”, pero señaló que “está claro que hay condiciones complejas, que se reflejan no solo en el acceso a internet, sino en el tema de la alimentación, en el transporte”. Además, reconoció que “en estos días ha habido falta de fluido eléctrico que repercute también en el funcionamiento de las redes, los nodos, los servidores y las telecomunicaciones”, para más adelante decir que “es verdad que faltan datos, pero faltan medicamentos también”.
A ello agregó que “Cuba no va a renunciar nunca a su derecho a defenderse de la agresión, en el plano en que esta se produzca”, en una posible alusión a las agresiones y manipulaciones comunicacionales contra el gobierno y las instituciones cubano denunciadas por él durante la conferencia, y aseveró que las autoridades cubanas responderán “de una manera apropiada y medida, siempre dentro de la ley y con el consenso de la mayoría de los cubanos”.