Esta semana, por primera vez en la historia de Grandes Ligas, un jugador ponchó a diez rivales, remolcó dos carreras y se robó una base en un mismo partido. Dadas las características del hecho, el protagonista no puede ser otro que el japonés Shohei Ohtani, el fenómeno de los Angels que sigue impactando por su rendimiento desde la lomita y con el madero.
En el loanDepot park de Miami, Ohtani fue demasiado para los Marlins el pasado miércoles 6 de julio. El derecho tiró siete entradas a ritmo de dos hits y una carrera sucia permitida, con diez oponentes retirados por la vía de los strikes. Por si fuera poco, madero en ristre produjo dos anotaciones, pasó una vez por la registradora y consiguió una estafa, su décima de la temporada.
Ohtani está dejando en evidencia a todos los especialistas y aficionados —entre quienes me incluyo— que vaticinaron su especialización en un solo rol, descartando la opción de mantenerse como un jugador de dos vías en MLB. “No podrá brillar como lanzador y como bateador en un nivel tan exigente”, pensamos muchos, pero evidentemente estábamos equivocados.
Si un dato ilustra a la perfección el señorío del japonés es el slugging con hombres en posición anotadora. Un spoiler: en los últimos 50 años, nadie ha sido mejor que Ohtani en este apartado, ya sea bateando o lanzando.
* Más alto slugging de un bateador con hombres en posición de anotar en los últimos 50 años (al menos 400 comparecencias al plato): Shohei Ohtani (.621)
* Más bajo slugging permitido por un lanzador con hombres en posición de anotar en los últimos 50 años (al menos 200 bateadores enfrentados): Shohei Ohtani (.201)
No es de extrañar entonces que el nipón haya sido seleccionado como uno de los titulares del próximo Juego de las Estrellas, que se celebrará dentro de una semana en Los Ángeles. El astro de los Angels fue seleccionado como el bateador designado de la Liga Americana, por delante del cubano Yordan Álvarez en una cerradísima carrera que se definió en la última jornada de votaciones.
Yordan vs. Ohtani: la votación de la discordia
Tal cual habíamos vaticinado, el pasado sábado Yordan Álvarez fue nombrado Jugador del Mes en la Liga Americana, luego de completar un espectacular junio. El tunero del central Colombia lideró el joven circuito en impulsadas (28), average (.418), promedio de embasado (.510), slugging (.835) y OPS (1.346), además de despachar nueve jonrones y 14 extrabases en 23 partidos.
Yordan comanda actualmente todas las Mayores en slugging (.663) y OPS (1.073), es tercero en jonrones (26), sexto en impulsadas (60) y noveno en promedio ofensivo (.311), después de una semana en la que conectó siete imparables y seis de ellos fueron extrabases. Entre estos batazos de largo alcance, resaltó un bambinazo para decidir (el primero de su carrera) frente a Kansas el pasado 4 de julio.
Como ya decíamos, todos esos argumentos le permitieron a Álvarez luchar hasta el último día de las votaciones por el puesto de designado titular en el Juego de Estrellas con un fenómeno mediático como Ohtani, quien tiene dos bases de fanáticos (en su país y en Los Ángeles) muy superiores a las del cubano.
No obstante, algunos han entendido como injustos los resultados de las votaciones para el All Star, pero lo verdaderamente injusto es poner a competir a Ohtani con el resto de los jugadores. El japonés, mientras rinda, debería tener su espacio seguro en el show de las estrellas, sin necesidad de eliminarse con nadie en una posición en específico.
¿Creen que sería una solución extrema? Probablemente sí, pero estamos frente a un jugador extraordinario que no habíamos visto en 100 años desde Babe Ruth. Este detalle es justo lo que debe mirar Yordan ahora y no hundirse por las votaciones, a fin de cuentas, él también estará en el Juego de Estrellas, su primero de muchos.
El embrujo de Néstor Cortés
El antesalista dominicano de Cleveland, José Ramírez, integra el selecto grupo de jugadores que han logrado en múltiples ocasiones temporadas con más de 35 jonrones y menos de 90 ponches en el presente siglo. Solo 12 peloteros han conseguido esa combinación más de una vez desde el 2000 hasta la fecha: Albert Pujols, Barry Bonds, Gary Sheffield, Rafael Palmeiro, Brian Giles, Vladimir Guerrero, Aramís Ramírez, Adrián Beltré, Steve Finley, Chipper Jones, Mike Piazza y el mencionado José Ramírez.
En este lapso de 22 años, las tasas de ponches en Grandes Ligas han aumentado de manera dramática y también ha crecido la producción de jonrones. Es común que se bateen muchos vuelacercas, pero no es común que los sluggers tengan un conteo de ponches por debajo de 100. Por eso llama tanto la atención lo conseguido por el tercera base de los Guardians, cuyo tope de estrucados en una campaña es de 87 en el 2021.
Ramírez nunca ha tenido una campaña con más de 18 partidos de al menos dos ponches, y en este 2022 solo en tres ocasiones ha sido retirado por la vía de los strikes en más de una oportunidad en el mismo desafío. Uno de esos duelos fatales fue el pasado sábado 2 de julio, cuando el cubanoamericano Néstor Cortés le recetó tres “chocolates”.
Apoyado en su recta y su cutter, el zurdo de los Yankees castigó al estelar antesalista y se convirtió tan solo en el cuarto lanzador que logra ponchar a Ramírez tres veces en un mismo juego. Antes solo lo habían conseguido:
* David Price (1 de septiembre del 2014)
* Anthony DeSclafani (6 de julio del 2019)
* Justin Verlander (30 de julio del 2019)
Este es otro mérito a sumar en la ya nutrida lista de éxitos de Cortés, quien se ha convertido en uno de los abridores fundamentales de la rotación neoyorkina en la presente temporada. El zurdo lidera a los Yankees en efectividad (2.74) y es segundo en ponches (95) y en promedio de embasados por entrada (WHIP) con 1.026, ubicado entre los 20 mejores de MLB en estos apartados.
Los Gurriel suman de tres en tres
Este viernes en la noche los hermanos Gurriel encendieron la mecha en la costa oeste de Estados Unidos. Yulieski regresó a la alineación de los Houston Astros tras recuperarse de algunas dolencias en las piernas y pegó tres imparables con un remolque en Oakland, mientras Lourdes Jr. no quiso quedarse atrás y lo imitó con idéntico rendimiento en Seattle.
Para Yulieski, fue una jornada reivindicadora, porque no conectaba tres indiscutibles en un duelo desde el pasado 17 junio. Además, aumentó su cuenta de dobletes a 24, líder de los Astros y octavo entre todos los jugadores de Grandes Ligas. Yunito, por su parte, logró su segundo choque de tres cohetes en el presente mes de julio, en el que lleva ya cuatro partidos multi-jits.
No obstante, lo verdaderamente curioso es que los hermanos Gurriel no pegaban tres imparables en una misma fecha desde el 16 de julio del 2019, hace casi tres años. Aquel día, Yuli conectó dos sencillos y un doble frente a los Angels, mientras Yunito dio tubey, triple y sencillo contra Boston.
Antes de esa ocasión, los hermanos solo habían conseguido tres jits en una misma jornada el 21 de septiembre del 2018, cuando también lograron por primera y única vez conectar dos jonrones en un juego durante una misma fecha.
Yulieski y Lourdes Jr. tienen cinco partidos con al menos tres imparables en la presente campaña, lo cual les ha permitido afianzarse entre los cubanos con más choques de tres cohetes en los últimos años. Desde el 2017, su primera temporada completa en MLB, Yulieski es el segundo cubano con más partidos (55) de tres o más jits, únicamente superado por José Abreu (58). Yunito, por su parte, suma 38 en las últimas cinco campañas (2018-2022), tercero entre todos los antillanos en dicho período, por detrás de su hermano mayor (42) y “Pito” (41).
Cionel Pérez, hermético
El zurdo cubano de los Baltimore Orioles, Cionel Pérez, ha retirado a cada uno de los 13 bateadores que ha enfrentado en cuatro partidos diferentes durante este mes de julio. El matancero está viviendo una explosión absoluta y en 33 partidos de relevo le batean .238, con un pobre slugging de .287, pues de 114 bateadores que ha enfrentado solo le han pegado tres extrabases.
De hecho, en sus últimas nueve salidas no ha permitido dobles, triples o jonrones, y tampoco le han anotado carreras. En silencio, sin acaparar demasiada atención, se ha transformado en un brazo muy importante para los Orioles en las postrimerías de los partidos y ya suma diez holds.
Su faena en las fechas más recientes le ha ayudado a rebajar su efectividad de 0.96 tras 28 episodios de labor, en los que solo ha permitido tres carreras limpias. El zurdo tiene 27 ponches y 11 boletos, quizás su punto más bajo, aunque lleva diez choques seguidos sin transferir a nadie.