Las autoridades chinas reafirmaron hoy miércoles su política de “tolerancia cero” ante las “actividades separatistas“ en Taiwán e insistieron en que usarán la fuerza para “tomar el control de la isla“ si es necesario.
La advertencia de Beijing se produce días después de la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
La Oficina de Asuntos de Taiwán ahora ha puesto sobre la mesa un conjunto de pautas sobre cómo abordar los problemas de Taiwán, incluida una gama de incentivos económicos y “mayor seguridad y dignidad“ para el territorio, al tiempo que aboga por una mayor presión militar.
“Estamos preparados para crear un gran espacio para la reunificación pacífica, pero no daremos cabida a actividades separatistas“, dice el documento, que subraya que Beijing “no renunciará al uso de la fuerza y se reservará la opción de tomar todas las medidas a su alcance si es necesario”.
Sin embargo, asegura que China “solo se verá obligada a tomar medidas drásticas para responder a la provocación de elementos separatistas o fuerzas externas que quieran traspasar las líneas rojas”, según información de la agencia de noticias Xinhua.
Las relaciones entre las partes han empeorado significativamente desde que Tsai Ing Wen asumió la presidencia de Taiwán en 2016. Ni ella ni su partido consideran a Taiwán como parte de China.