¿Vamos a continuar con el casting para el puesto de mejor bateador cubano del presente siglo o decidimos postergar definitivamente la búsqueda hasta que José Abreu se retire, pase el tiempo y alguien le pueda disputar el honor? Esta puede ser una idea sensata, con el perdón de Yordan Álvarez, quien empuja fuerte y tiene el talento necesario para quedarse con el galardón en un futuro, si logra sostener por varios años ese paso excelso con el madero.
Pero mientras esperamos por Yordan, una máquina poderosa que seguramente marcará una época, podemos admirar la tremenda capacidad del “Fenómeno de Mal Tiempo”, quien ha logrado disipar las dudas que se levantaron alrededor de su persona cuando terminó los dos primeros meses de la temporada con promedio de .244 y OPS de .739, por mucho los peores indicadores de su carrera.
Sin embargo, Abreu corrigió el rumbo como solo un extraclase puede hacerlo y comenzó a producir sin frenos a partir del 1 de junio. Para tener una idea, desde esa fecha es el segundo jugador de Grandes Ligas que más batea (.342), únicamente superado por el colombiano de los Rays, Harold Ramírez (.371). En cada uno de estos meses, el cienfueguero ha dejado una línea ofensiva (Average/Promedio de embasado/Slugging) muy por encima de la media.
* Junio: .346/.431/.533
* Julio: .350/.409/.515
* Agosto: .344/.392/.430
“Es un bateador fenomenal. En serio, uno de los mejores de la liga. Sólo hay que verlo día tras día. Ha luchado con algunos problemas en el primer mes del año, pero todo el mundo decía: «Espera, solo espera. Es (Abreu). Él va a volver»… Solo está haciendo lo suyo”, dijo al Chicago Tribune su compañero Andrew Vaughn.
Aunque no ha tenido la misma producción de largo metraje de otras campañas (apunta a quedar por debajo de 20 jonrones y 80 empujadas en una misma temporada de 162 juegos por primera vez en su carrera), “Pito” ha liderado la ofensiva de unos White Sox decepcionantes, que a estas alturas se encuentran a seis juegos del último cupo a la postemporada.
El equipo del sur de Chicago solo ha fabricado 526 anotaciones (puesto 21 en MLB), tienen diferencial negativo de carreras y ninguno de sus jugadores ha llegado a los 15 jonrones, cifra que ya han alcanzado 83 peloteros durante la contienda.
Abreu ha logrado oxigenar la tanda con mucho tacto, paciencia y buena vista. Este año, por ejemplo, ha disminuido considerablemente la cantidad de swings sobre pitcheos fuera de la zona, y tampoco ha perseguido demasiado los primeros lanzamientos de los tiradores rivales.
Como es de suponer, dichas tendencias le han permitido negociar más boletos y poncharse menos. En lo que va de campaña, el 9.9 % de sus comparecencias han terminado con pasaportes gratis (el mejor indicador de su carrera) y solo se ha ponchado el 16.2 % de sus viajes al plato, por debajo de su promedio de por vida (19.9 %).
La disciplina de Abreu también le ha ayudado a mejorar sus tasas de contacto, por lo que podríamos estar cerca de presenciar su primera temporada con más de 190 imparables. Hasta el momento, el cubano suma 146 cohetes —105 de ellos desde el 1 de junio, líder en MLB— y 44 partidos con al menos dos jits, puntero de la Liga Americana y segundo en Las Mayores, solo superado por Freddie Freeman (45).
Precisamente, esta semana el inicialista de los White Sox consiguió dos partidos multi jits y llegó a 401 en su carrera, convirtiéndose además en el decimocuarto cubano que supera la barrera de los 400. Lo habían logrado antes Rafael Palmeiro (814), Tany Pérez (741), Bert Campaneris (588), Tony Oliva (562), Orestes Miñoso (532), Tony Taylor (519), José Canseco (508), José Cardenal (504), Leo Cárdenas (442), Cookie Rojas (441), Yunel Escobar (413), Tony González (412) y Tito Fuentes (403), estos últimos amenazados seriamente por el cienfueguero.
La cuestión es que Abreu ha llegado a 400 choques multi jits en tan solo 1237 juegos. El único cubano que alcanzó dicha cifra en tan poca cantidad de partidos fue Tony Oliva (454). Si nos vamos a la historia de MLB, Chipper Jones y Frank Thomas lograron la misma cantidad de multi jits (401) que “Pito” en los primeros 1237 duelos de sus carreras, pero Al Kaline (400), Ken Griffey Jr. (400), Luke Apling (400), Joe Cronin (398), Mel Ott (397), Jimmie Foxx (396), Frank Robinson (394), Ryne Sandberg (391), Iván Rodríguez (391) y Travis Jackson (391) quedan por detrás del cubano.
¿Saben qué tienen en común todos estos nombres que mencionamos junto al de “Pito” Abreu? Pues cada uno de ellos son miembros del Salón de la Fama de Cooperstown. ¡Inmortales! No sería descabellado pensar que el “Fenómeno de Mal Tiempo” también camina rumbo a la inmortalidad, pero el hecho de llegar a Grandes Ligas con 27 años puede restarle posibilidades. De cualquier manera, nadie podrá quitarle a Abreu el título de mejor bateador cubano del presente siglo, al menos por ahora.
Adolis, showman en Texas
El lunes 22 de agosto, Adolis García llegó a 20 jonrones en la temporada. El avileño conectó un monstruoso batazo de 452 pies en el Target Field de Minnesota frente a una sinker (91 millas) del derecho Sonny Gray. Al día siguiente, en Colorado, el patrullero de los Rangers se robó la tercera base y llegó a 20 estadas en el curso.
De esta forma, el cubano se convirtió en el primer pelotero de Las Mayores que se une al club 20-20 (jonrones y bases robadas) en el 2022. El año pasado, Adolis tuvo una campaña de 15-15, pero ahora se ha ido muy encima y tiene como meta unirse a José Canseco como los únicos jugadores de la Isla en alcanzar un 30-30.
Pero si esto fuera poco, el portentoso jardinero de Texas anda inmerso en una racha de 22 partidos consecutivos bateando de jit, a solo dos del récord absoluto para peloteros cubanos en Grandes Ligas, impuesto hace 28 años por Rafael Palmeiro. El inicialista de Baltimore eslabonó una cadena de 24 duelos con al menos un imparable entre el 23 de abril y el 22 de mayo de 1994, quebrando la anterior marca de Orestes Miñoso (23, entre el 8 y el 30 de agosto de 1955).
Ahora Adolis amenaza a Miñoso y Palmeiro, después de igualar a José Abreu (22, entre el 16 de agosto y el 9 de septiembre del 2020) con el tercer mejor registro para un cubano.
Antes de esta temporada, García no había logrado ni una decena de juegos consecutivos bateando de jit, pero ha logrado cambiar la historia con un rendimiento más consistente. En julio, por ejemplo, ya avisó con 11 partidos seguidos de al menos un cohete y ahora ha escalado al siguiente nivel. Está por ver hasta dónde puede llegar.
Dos notas cubanas
* En su temporada de regreso a Grandes Ligas después de un largo período de inactividad por una cirugía Tommy John, el zurdo cubano Adrián Morejón ha cumplido con las expectativas en los San Diego Padres. En 21 entradas de labor, suma 19 ponches, cuatro boletos y solo ha permitido tres extrabases frente a 87 bateadores. Pero lo más llamativo es que el serpentinero lleva nueve partidos consecutivos (11.2 innings) sin permitir carreras. En agosto, los contrarios le batean para una anémica línea de .186/.239/.209, y ha rebajado su efectividad de 6.10 a 3.00 entre inicios de mes y este viernes, cuando liquidó par de entradas sin mayores complicaciones ante Kansas.
* Lourdes Gurriel Jr. (Toronto Blue Jays) pegó par de dobles esta semana y llegó a 30 en la actual campaña, dejando en el retrovisor su récord de 28, impuesto el pasado año. Yunito es el segundo cubano con más tubeyes en el curso, solo superado por su hermano Yulieski (34), quien exhibe la quinta mejor marca de MLB en este departamento. Lourdes Jr. se ha convertido en uno de los bateadores más consistentes de Toronto en el 2022, aunque se extraña su producción de largo metraje (apenas ha pegado cinco vuelacercas).