Por lo menos ocho migrantes fueron encontrados muertos en el río Bravo (o Grande) después de que decenas intentaran cruzar de México y llegar a Texas, cerca de Eagle Pass, informaron autoridades.
Los funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés) y México dieron a conocer la noticia mientras lidiaban con un numeroso grupo de personas cruzando el río. Las fuertes lluvias de los últimos días han provocado corrientes particularmente rápidas.
En el lado estadounidense se recogieron seis cadáveres; en el mexicano, dos, según un comunicado de la CBP.
Por otra parte, los equipos estadounidenses rescataron a otras 37 personas del río y detuvieron a 16 más mientras las autoridades mexicanas tomaron bajo custodia a 39 migrantes.
Los funcionarios de ambos lados de la frontera continúan buscando a cualquier posible víctima, precisó la CBP.
La CBP no indicó de qué país o países eran los migrantes, ni dio ninguna información adicional sobre el rescate ni la búsqueda.
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El sector Del Río de la Patrulla Fronteriza, que incluye a Eagle Pass, se está convirtiendo rápidamente en el corredor más utilizado para los cruces de indocumentados: los agentes detuvieron a migrantes en el sector casi 50 000 veces en julio. En segundo lugar se ubica Río Grande Valley con aproximadamente 35 000.
La zona atrae a inmigrantes de docenas de países, muchos con familias con niños pequeños. Aproximadamente 6 de cada 10 detenciones en el sector Del Río fueron de migrantes provenientes de Venezuela, Cuba o Nicaragua.
El sector, que se extiende 395 kilómetros a lo largo del río Bravo, ha sido muy peligroso porque las corrientes pueden ser engañosamente rápidas y cambiar de súbito.
En un comunicado de prensa el mes pasado, la CBP dijo que había descubierto los cuerpos de más de 200 migrantes en el sector desde octubre hasta julio.