Brenda Uliarte, de 23 años, la novia de Fernando Sabag Montiel, el atacante de la vicepresidenta argentina Cristina Fernández, fue detenida hoy, informaron medios locales.
La hipótesis que maneja la Justicia tras un fin de semana en el que hubo más dudas que certezas, es que Sabag Montiel no actuó solo.
Su pareja había declarado en una entrevista televisiva que llevaban juntos un mes, pero que no lo veía desde dos días antes del intento de asesinato.
Sin embargo, la investigación policial que rastreó los pasos del atacante mediante cámaras de seguridad determinó que la novia había mentido: estuvo con él el mismo día del atentado.
Por otra parte, la principal pista que tenía la Justicia era el teléfono que llevaba Sabag Montiel la noche del ataque, pero su contenido ha sido borrado. La jueza escuchó ayer domingo a los peritos que manejaron el teléfono del agresor a fin de determinar por qué se reseteó.
El celular había sido retenido tras la detención del atacante el jueves pasado por la noche. Después fue entregado al juzgado de Capuchetti. Los primeros que manejaron el celular, el viernes pasado, fueron agentes federales.
Ahora la Justicia investiga si los datos se borraron por impericia de los peritos o si lo pudo hacer otra persona de manera remota.
El abogado de Cristina Kirchner, Gregorio Dalbón, había sostenido antes de la detención de Uliarte que el ataque no fue solamente obra de un lobo solitario. Aseguró que el intento de asesinato se preparó y que otras personas conocían las intenciones del agresor, aunque no señaló a nadie en particular. “Puedo adelantar que hay más personas implicadas”, dijo.
De acuerdo con el abogado, si se confirma la información iniciarán otra causa contra los responsables de este error, o según señala, un posible encubrimiento agravado.
Con la detención de la novia, y el incidente de los celulares, el intento de magnicidio adquiere nuevas dimensiones.