Inundaciones repentinas y aludes causados por aguaceros torrenciales azotaron una provincia del sur de Filipinas, matando a al menos 42 personas y dejando desaparecidas a otras 16 y atrapando a algunos residentes en sus techos, dijeron las autoridades el viernes.
La mayoría de las víctimas fueron arrastradas por las crecidas y se ahogaron o fueron alcanzadas por deslaves con escombros en tres ciudades en la región más afectada, Maguindanao, dijo Naguib Sinarimbo, ministro de Interior de la región autónoma musulmana formada por cinco provincias y gobernada por exguerrilleros.
Las lluvias las causó la tormenta tropical Nalgae, que se esperaba que azote la costa oriental del país desde el Pacífico el sábado, dijeron meteorólogos. “La cantidad de lluvia que cayó durante la noche fue inusual, bajó por las laderas de las montañas y desbordó los ríos”, dijo.
“Espero que la cifra de víctimas no aumente mucho más, pero todavía hay unas pocas comunidades a las que no se ha podido acceder”, afirmó, agregando que las lluvias han disminuido desde el viernes por la mañana.
Las precipitaciones fueron provocadas por la tormenta tropical Nalgae que, según los pronósticos, llegará a la costa oriental de Filipinas desde el océano Pacífico el sábado por la mañana.
Unas 5 000 personas fueron evacuadas de forma preventiva de la trayectoria de la tormenta, la 16ta que azota el país este año. Según los meteorólogos del gobierno y otros funcionarios, no se espera que el meteoro alcance categoría de tifón.
Unos 20 tifones y tormentas llegan al archipiélago filipino cada año. El mismo se ubica en el llamado “Cinturón de Fuego” del Pacífico, una región que registra muchas erupciones volcánicas y terremotos.