Cientos de miles de manifestantes salieron a la calle este jueves en Francia en una jornada de huelga contra el proyecto del presidente Emmanuel Macron de retrasar la edad de jubilación a 64 años.
Reportes de prensa escrita y televisiva dan cuenta de una marea de personas manifestándose contra una reforma que consideran injusta, pero que el gobierno defiende como la única manera de evitar un futuro déficit en la caja de las pensiones.
La reforma es una de las medidas clave que el mandatario francés, de 45 años, prometió durante la campaña que llevó a su relección en abril, tras un primer proyecto en 2020 que tuvo que abandonar por la llegada de la pandemia.
Pero tras años de crisis (protesta social de los chalecos amarillos, pandemia, inflación), representa una “prueba decisiva” para Macron sobre su mandato y sobre “la huella que dejará en la historia”, según el diario Le Parisien.
Aunque su intención era retrasarla de los 62 a los 65 años, acercándose así al resto de países europeos, la primera ministra Élisabeth Borne planteó 64 años, pero adelantando a 2027 la exigencia de cotizar 43 años para cobrar una pensión completa.
Según un sondeo publicado el miércoles, aunque un 81 % de los franceses considera necesaria una reforma, un 61 % rechaza esta medida y un 58 % apoya el movimiento de huelga.
Desde Barcelona, donde participó en una cumbre con el mandatario español Pedro Sánchez, Emmanuel Macron defendió una reforma “justa y responsable” y pidió que las manifestaciones transcurrieran “sin desórdenes, violencias, ni destrucción”.
Los sindicatos esperan más de un millón de personas en las calles. A la espera de los datos de París, Toulouse registró 36 mil manifestantes; Marsella, 26 mil; Nantes, 25 mil; Lyon, 23 mil; etc, según cifras de las autoridades.
“El gobierno ya perdió una batalla (…), la de convencer a la gente”, dijo el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon desde Marsella. Los partidos de izquierda y la oposición de extrema derecha rechazan la reforma, no así la oposición de derecha.