Un incendio forestal aún sin sofocar ha causado hasta este viernes severos daños en unas 800 hectáreas del área montañosa El Prado, en el municipio holguinero de Mayarí, según informan medios oficiales en la isla.
El siniestro se encuentra localizado en una zona de topografía agreste, lo que que hace muy complejo el acceso de las fuerzas del Cuerpo de Guardabosques (CGB) del Ministerio del Interior (Minint) a fin de contener los estragos, de acuerdo con una nota publicada por el diario oficial Granma.
El mayor Elio Ramírez Torres, especialista de la Defensa Civil en el Sector Militar del territorio, dijo a la prensa que en el área se han introducido progresivamente, y de acuerdo con lo que demanada la situación, brigadas equipadas con implementos apropiados para la extinción, entre ellos dos buldóceres de apoyo.
Precisa la información que la abundancia del Pino Cubensis, especie forestal predominante en esos espacios, y el material acumulado tras el impacto de eventos meteorológicos como huracanes, proporcionan suficiente combustible para mantener vivas las llamas.
«Los especialistas del Cuerpo de Guardabosques evalúan constantemente la dirección del fuego y se han planteado diversas variantes para extinguirlo, incluido el uso de helicópteros de la Fuerza Aérea», aseveró el experto.
Aclaró, además, que hasta el momento se habían realizado dos operaciones de exploración con esas aeronaves con el propósito de determinar la posibilidad de arrojar agua desde arriba, pero las fuertes rachas de viento habían impedido la operación.
El oficial consideró que el impacto negativo de las llamas en el ecosistema de la zona es considerable, aunque la magnitud real se conocerá tras la evaluación de los expertos en medio ambiente.
En 2022 Cuba reportó 284 incendios forestales que afectaron más de 1 800 hectáreas de bosques. El 90 % fueron provocados, según los archivos del CGB.
Incendios forestales en Cuba dañaron más de 1800 hectáreas en 2022
El origen de buena parte de estos desastres se atribuye a las quemas no autorizadas de hierbas o caña de azúcar, el empleo de vehículos sin malla matachispas y también la actividad de los cazadores furtivos.
Por causas naturales se contabilizaron solo un 2 o 3 % de estos incendios, principalmente derivados del impacto de descargas eléctricas, el aumento de las temperaturas y la crisis climática, entre otras.
No obstante, las estadísticas indican que los siniestros de ese tipo ocurridos durante el período señalado representan la cifra más baja de los últimos tres años.