El Centro de Inmunoensayo (CIE), una de las referencias de la industria biotecnológica cubana, se encuentra inmerso en un proceso inversionista para incrementar la producción de biosensores que se emplean para el cuidado y la vigilancia del paciente diabético.
Estos insumos médicos han faltado en la mayoría de las farmacias cubanas en los últimos años y este proyecto inversionista busca retomar el acceso a estos dispositivos vitales para las personas que padecen de esa compleja enfermedad.
La doctora Rebeca Sonia González, subdirectora del CIE, dijo al diario Granma que “la inversión permitirá llegar, en un primer momento, a la fabricación de 30 millones de biosensores, dirigidos prioritariamente a la red de instituciones de salud y, en menor medida, a las farmacias comunitarias”.
Granma señaló que, de acuerdo a las declaraciones de la especialista, en una segunda etapa (de la cual no especifican plazos) se prevé aumentar la producción a 60 millones de biosensores, que aún no van a satisfacer la demanda actual de 90 millones, pero se espera que puedan estar al alcance de los diabéticos que hoy utilizan este sistema de medición para su autocontrol.
La presentación del nuevo prototipo del glucómetro y este proyecto de inversión, para ampliar capacidades productivas, constituyen proyectos decisivos en la estrategia de soberanía tecnológica del país. En el futuro permitirá satisfacer la demanda del @MINSAPCuba y la población. pic.twitter.com/SOmVlD899l
— BioCubaFarma (@BioCubaFarma) February 4, 2023
La planta de biosensores que radica en este Centro, dijo González, cuenta con transferencia tecnológica de China y tiene una capacidad de producción de 15 a 20 millones en formato de cajas de 50 tiras, las cuales son usadas en la actualidad solamente para satisfacer las demandas de las instituciones de Salud
La doctora especificó que las cajas con diez tiras que se vendían en la red de farmacias entraban en Cuba desde China, una distribución que está afectada por las limitaciones económicas. Aseguró que la nueva inversión posibilitará revertir paulatinamente ese déficit.
La inversión contará con un nuevo modelo de glucómetro que empleara los mismos biosensores que el actual, cuando se registre y comience a producirse y distribuirse, puntualizó Granma.
“Estamos pensando que sean los mismos biosensores, porque cambiar para un nuevo sistema sería bastante costoso. Este sistema es bastante confiable, tiene una prestación adecuada para el manejo de todos los pacientes, porque a diferencia de otros lugares del mundo, donde hay una diversidad de glucómetros y tiras, este se ha pensado para mantener una tecnología estable, y lograr que el programa incluya a todos los diabéticos que requieran de su uso”, aseguró la especialista.
“La presentación del nuevo prototipo del glucómetro y este proyecto de inversión, para ampliar capacidades productivas, constituyen proyectos decisivos en la estrategia de soberanía tecnológica del país. En el futuro permitirá satisfacer la demanda del Ministerio de Salud Pública y la población”, se precisa en un tweet de BioCubaFarma (Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba).
De acuerdo con el diario Granma, “el nuevo prototipo sobresale por su exactitud, es sencillo de utilizar, no causa dolor, brinda los resultados en 25 segundos y guarda hasta cien mediciones”.
La producción a gran escala del dispositivo en Cuba será determinante en la sustitución de importaciones y contribuirá al autocontrol de la diabetes, lo cual, a su vez, podría prevenir complicaciones y disminuir la mortalidad por una enfermedad que ha vivido un incremento considerable de casos en los últimos años.