Venezuela y México comenzaron la quinta edición del Clásico Mundial con sensaciones encontradas. Los morochos dieron la primera clarinada del grupo D en Miami al derrotar a los todopoderosos dominicanos, mientras en la llave C de Arizona, los aztecas pisaron en falso contra los explosivos colombianos. Sin embargo, luego de dos jornadas de competencia, las dos escuadras han dado claras señales de que están listas para dejar su huella en el mayor show beisbolero a nivel de selecciones.
Los venezolanos, de la mano del mentor Omar López, han armado un equipo compacto que pretende borrar de una vez la imagen pálida de ediciones anteriores. De momento, su objetivo de saldar todas las deudas va por buen cauce, luego de conseguir dos victorias en sus presentaciones iniciales.
Primero República Dominicana, campeones del 2013, y después Puerto Rico, subtitulares de los dos últimos Clásicos, han sido las víctimas de Venezuela, cuya ofensiva se ha mostrado muy ajustada y contundente contra los dos rivales de más cartel de su apartado.
Anthony Santander, Salvador Pérez, David Peralta y José Altuve han sido los bates más calientes de la novena morocha, que el sábado castigaron a Sandy Alcántara, reinante Cy Young de la Liga Nacional, y el domingo volvieron a la carga contra José Berríos, uno de los lanzadores boricuas con más impacto en MLB.
Pérez, en particular, fue un látigo contra los puertorriqueños, a quienes les pegó cuatro imparables en igual cantidad de turnos, con par de dobles, un jonrón, tres anotadas y cinco remolques, algo que ningún otro venezolano había conseguido en un partido de Clásicos Mundiales.
Los lanzadores también han dejado una buena impresión. Martín Pérez, Luis García, Pablo López y Jhoulys Chacín han cargado con el mayor peso del trabajo y su respuesta ha sido imponente, mientras Silvino Bracho, José Alvarado, José Quijada y José Ruiz han respondido en tramos más cortos.
A pesar de que este buen arranque los coloca en espectacular posición para sellar el pase a la siguiente ronda en sus próximos desafíos contra Israel y Nicaragua, el mentor Omar López no se confía. “Las emociones y los sentimientos están ahí, pero no podemos perder el enfoque, Hemos tenido varias reuniones y hemos hablado de cómo demostrar nuestra identidad en el terreno”, apuntó el prestigioso timonel, quien trabaja como coach de los Houston Astros en MLB.
“Nosotros tenemos confianza en todo lo que tenemos aquí. Jugamos siempre fuerte (…), nunca nos rendimos”, aseguró el jardinero David Peralta sobre la mentalidad del equipo, mientras el lanzador Jesús Luzardo habló de las buenas vibras en la escuadra.
“Hay bastantes veteranos de los cuales uno como joven va a aprender mucho (…) Esperamos pasar un buen tiempo, disfrutar mucho del juego y ganar”, apuntó Luzardo, quien debe ser una de las piezas del picheo venezolano en los próximos compromisos.
Teniendo en cuenta su historial en Clásicos Mundiales, muchos pensaron que Venezuela no podría sobrevivir al grupo de la muerte frente a República Dominicana y Puerto Rico, pero ahora mismo tanto quisqueyanos como boricuas tienen muy poco margen de error en sus venideros desafíos. Los morochos, en cambio, respiran aliviados en la cima de la llave a falta de dos choques contra los elencos de menos plantel en el grupo.
México, el verdugo de los campeones
Perder contra Colombia en la apertura del Clásico en el Chase Field de Arizona fue un mazazo para México, pero su recuperación no pudo ser mejor. Tan solo unas horas después de la derrota, la novena azteca se sacudió los fantasmas y logró su tercera victoria en cuatro enfrentamientos contra Estados Unidos, actual campeón del torneo.
El triunfo (11-5) se sustentó en una brutal artillería de Joey Meneses, el cubano Randy Arozarena y Rowdy Téllez, quienes de conjunto sumaron nueve remolques, nueve imparables y siete anotadas. Meneses llevó la voz cantante con par de cuadrangulares y cinco impulsadas, y se convirtió en el tercer mexicano con dos vuelacercas en un mismo partido de Clásicos Mundiales, tras Karim García y Adrián González.
“Te diré sinceramente, me imaginé ganar, pero no creí que estuviéramos, como quien dice a un hit y tres outs de ganar por nocaut contra un rival de la calidad de Estados Unidos. La verdad que no, te mintiera decir que me lo había imaginado”, dijo a ESPN el manager azteca Benji Gil.
Estas declaraciones ponen en perspectiva la magnitud del triunfo mexicano, que ahora los ubica en una mejor posición de cara a las batallas finales de un grupo tremendamente complicado.
“Estamos totalmente enfocados en ganar a Gran Bretaña y cuando acabe ese partido, estamos enfocados al cien por ciento en Canadá. Espero que sea suficiente para irnos a Miami. Hay que dejarlo bien claro, nuestra meta no solamente es ganar a Estados Unidos, eso no es a lo que vinimos. Venimos a competir por un campeonato”, añadió Gil.
Los mexicanos tienen entre ceja y ceja el objetivo de subir por primera vez al podio en un evento que les ha dado más dolores de cabeza que alegrías, sobre todo en las ediciones de 2013 y 2017, en las cuales no lograron superar la primera ronda.
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