El expresidente Alejandro Toledo, reclamado por la justicia de Perú desde finales de 2017 por posibles delitos de corrupción, se entregó este viernes al sistema judicial de Estados Unidos para ser extraditado a la nación sudamericana.
A su llegada a la corte acompañado por su esposa Eliane Karp, Toledo evitó el contacto con los medios de comunicación, de acuerdo con un reporte de la agencia Efe.
El expresidente peruano Alejandro Toledo se ha entregado a las autoridades de Estados Unidos, acusado de recibir 35 millones en sobornos de Odebrecht https://t.co/ZoOd0ZExgK
— EL PAÍS (@el_pais) April 21, 2023
El expresidente de 77 años estaba obligado a entregarse a las autoridades este viernes por la mañana en el edificio Robert F. Peckham, sede del Tribunal del Distrito Norte de California, en la ciudad de San José, luego de que un juez federal denegara su solicitud de permanecer en territorio estadounidense.
El Servicio Federal de Alguaciles tenía previsto su ingreso en la cárcel del condado de San Mateo hasta que se complete el trámite de extradición, pero se desconocía cuándo sería traslado hacia su país.
Toledo fue presidente del país sudamericano de 2001 a 2006. Está imputado ante la justicia peruana por la presunta comisión de los delitos de lavado de activos, colusión y tráfico de influencias en relación con el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht.
Según consta en los expedientes del conocido Caso Lava Jato, esa empresa sobornó con cifras millonarias a presidentes y altos funcionarios de varios países latinoamericanos para facilitar la adjudicación de contratos. A Toledo se le acusa de haber recibido 35 millones de dólares para favorecer los intereses de Odebrecht.
Recuerda Efe que en 2019 el fundador del extinto partido Perú Posible fue arrestado en California, donde impartía clases en la Universidad de Stanford, por el mandato de extradición que pesaba sobre él. Sin embargo, un año después fue puesto en régimen de arresto domiciliario tras considerarse que su salud podría peligrar durante la pandemia de la COVID-19.
En septiembre de 2021 la justicia estadounidense dio luz verde a la extradición de Toledo a Perú al haber hallado pruebas suficientes que justificaban esta medida, avalada en febrero del presente año por el Departamento de Estado.
Antes de entregarse a la justicia, el exmandatario dijo también a Efe que exigía a las autoridades de su país que no permitiese “su muerte en prisión” y le aseguraran la posibilidad de “luchar con argumento”.
“Mi salud es muy mala (…) Solo respeten eso, no han probado y ya quieren meterme a la cárcel”, dijo.
En ese sentido, el presidente del Poder Judicial en Perú, Javier Arévalo, declaró al mismo medio que la seguridad y salud de Toledo en el país “estaba garantizada”.
Arévalo evitó responder si es viable que Toledo pueda recibir una prisión preventiva en su domicilio, como ha sugerido su defensa.
El ministro del Interior peruano, Vicente Romero, dijo a la prensa local que un equipo viajaría a Estados Unidos “en las próximas horas, probablemente”.
Sin dar mayores detalles, manifestó que por el momento no hay una fecha de llegada de Toledo a Perú, ni se sabe si el exmandatario viajará en un avión particular.
El también expresidente peruano Alan García también fue vinculado con la trama corrupta de Odebrecht, pero este se disparó fatalmente en la cabeza cuando las autoridades intentaron arrestarlo en 2019.
Efe/OnCuba