Regresa el equipo masculino cubano de voleibol de la resaca de San Salvador 2023 para entrar en la verdadera fiesta de la malla alta, en la que participan solo pocos conocidos. La resaca de un triunfo en Juegos Centroamericanos y del Caribe que no se obtenía desde Maracaibo 1998, cuando a Osnier Mergarejo, el capitán, le faltaban meses para cumplir un año, Marlon Yant no había nacido y Nicolas Vives, el entrenador actual, era el pasador suplente de Raúl Diago. Y, supongo, porque quien escribe tampoco había nacido, que los rivales en esa edición de Venezuela tenían mayor nivel que los vistos en este 2023.
De todo eso regresa Cuba, de un vuelo accidentado de Francia a Centroamérica, del líbero titular con molestias, de enfrentar a auxiliares de 1.80 metros (los antillanos cogieron mangos bajitos), de jugadores que no saben recibir, de países que no (re)saltan en el mapa del voleibol mundial. Para aterrizar en Anaheim a enfrentar a Los Ángeles y Demonios de la malla alta. Se juegan su permanencia en la Liga de Naciones (VNL), sumar puntos en el ranking de clasificación olímpica que tendrá un evento decisivo en agosto de este año de cara a París 2024 y, sobre todo, mejorar el funcionamiento de las 2 primeras semanas.
Pero, expliquemos primeramente el sistema de clasificación y eliminatorias de un torneo que llega a su etapa definitoria. La VNL consta de 16 equipos que, en cada una de las 3 semanas del torneo, se unen en grupos de 8 equipos. Cada país juega en 3 sedes y clasifican a cuartos de final los 8 conjuntos con más victorias tras disputar 12 partidos.
En la rama masculina de la actual VNL hay 10 equipos sembrados (que no descienden nunca, en un sistema parecido al de la Euroliga de Baloncesto) y 6 challengers (los que sí están en peligro de perder la categoría). Estos últimos son: Cuba, China, Canadá, Eslovenia, Bulgaria y Países Bajos.
El equipo challenger de menor ranking en la tabla de posiciones del torneo tendrá que participar en la Volleyball Challenger Cup, que se celebrará en Doha en menos de un mes. El ganador de ese torneo en tierras cataríes ascenderá a la edición de 2024 de la VNL. Para este evento ya están asegurados Turquía y Ucrania, por ser finalistas del European Golden Cup, desarrollado en Croacia el pasado el pasado mes de junio. Asimismo, asistirán Chile, Republica Dominicana, Túnez, Qatar y un elenco asiático todavía por definir.
Por lo tanto, aunque Alemania llega en último lugar a esta semana final de la VNL, no corre el riesgo de descender, porque es uno de los 10 equipos sembrados en la competencia. La selección cubana llega en el lugar 13 de la tabla con balance de dos triunfos, seis fracasos y cinco unidades acumuladas, igualados con Canadá y por delante de Bulgaria y Alemania.
La lucha de los criollos por conservar la categoría en la VNL será contra Bulgaria, China y Canadá, pues ya Eslovenia (6-2-18) y Países Bajos (4-4-14) están en mejores puestos en la tabla. El calendario favorece un poco a los antillanos respecto a sus adversarios directos, empezando por China, que ya cayó ayer en 5 sets ante Japón y espera Eslovenia, Brasil y Canadá, en ese orden.
Los norteamericanos se las verán con 3 equipos europeos de mucho nivel: Países Bajos, Italia y Polonia para finalizar, como ya dijimos, en un duelo ante el gigante asiático que puede ser decisivo. Bulgaria tendrá net por medio a Alemania en un choque de vida o muerte para ellos y luego se medirán a Irán, Serbia y Estados Unidos.
También en Anaheim, Cuba comenzará con los locales, Estados Unidos, pero seguirá contra Serbia y Alemania para cerrar con Irán. Victorias de los nuestros frente a germanos y persas deberían asegurar la permanencia, puesto que los búlgaros estarían obligados a ganar al menos 3 choques para sobrepasar a los dirigidos por Nicolás Vives.
A excepción de los norteamericanos, el resto de los contrincantes tienen un nivel similar o inferior al de los cubanos. ¿Y cuál es el nivel de Cuba? El que las circunstancias y el estado físico y de ánimo de los jugadores permitan. Son capaces de todo individualmente nuestros atacadores de esquina, pero a Vives, lamentablemente, se le daba mejor pasar que dirigir. Y a los acomodadores actuales lo que mejor se les da no es pasar… “Cerebro y celebro” pudiera ser el lema del equipo.
Ese pequeño juego de palabras para terminar en la resaca enorme de la fiesta cubana que el voleibol está esperando…
Estoy seguro que este equipo puede dar mucho más que los resultados que va obteniendo en la liga de naciones, talentos tienen.