Un manuscrito de la cantante Aretha Franklin encontrado en su sofá después de su muerte, en 2018, es un testamento válido en Michigan, dictaminó hoy martes un jurado, un giro crítico en una disputa legal que ha enfrentado a su familia.
Es una victoria para Kecalf Franklin y Edward Franklin, cuyos abogados habían argumentado que los documentos fechados en 2014 deberían anular un testamento de 2010 que se descubrió casi al mismo tiempo en un gabinete cerrado con llave en la casa de la Reina del Soul en los suburbios de Detroit.
El jurado deliberó menos de una hora al cabo de un juicio que comenzó el lunes. Después de conocido el veredicto, los nietos de Aretha Franklin se adelantaron desde la primera fila para abrazar a Kecalf y Edward.
“Estoy muy muy feliz. Solo quería que se cumplieran los deseos de mi madre“, dijo Kecalf Franklin. “Han sido cinco largos años para mi familia, mis hijos”.
Aretha Franklin fue una estrella mundial durante décadas, conocida especialmente por éxitos como “I Say a Little Prayer“ y “Respect“. No dejó un testamento formal escrito a máquina cuando murió hace cinco años, a los 76 años.
Pero los documentos, con garabatos y pasajes difíciles de descifrar, surgieron en 2019 cuando una sobrina recorrió la casa en busca de registros. En los argumentos finales, los abogados de Kecalf y Edward Franklin dijeron que el hecho de que los documentos de 2014 se encontraran en un cuaderno en los cojines de un sofá no los hacía menos significativos.
“Puede tomar su testamento y dejarlo en el mostrador de la cocina. Sigue siendo su voluntad”, dijo el abogado Charles McKelvie al jurado.
Associated Press/OnCuba.