El fin de la discriminación positiva en la admisión universitaria de EE. UU.
Aunque de modo restringido, las universidades estadounidenses hasta hace poco podían favorecer a las minorías raciales para su ingreso. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia resolvió el 29 de junio que el color de la piel no sería más un elemento para permitir el ingreso en las universidades de EE. UU. Esto que se había considerado como política de discriminación positiva, ahora se ha suprimido. Algunas organizaciones han precisado que el fallo va en contra del principio de la prohibición de la regresión en los derechos. La discriminación positiva para el ingreso a las universidades surgió en las luchas de los años 60.
El mismo presidente, Joe Biden, se ha pronunciado en contra de la decisión judicial de la Corte. Igualmente, el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, calificó la decisión de desacertada. Al contrario, Donald Trump y el líder republicano Kevin McCarthy felicitaron la resolución por regresar al camino del “mérito”.
For decades, the Supreme Court recognized a college’s freedom to decide how to build a diverse student body and provide opportunity.
Today, the Court walked away from precedent, effectively ending affirmative action in higher education.
I strongly disagree with this decision.
— President Biden (@POTUS) June 29, 2023
La organización conservadora Estudiantes en pro de Admisiones Justas, de Edward Blum, fue la que demandó ante la Corte,la violación de los derechos de la no discriminación en casos de la Universidad de Harvard y la Universidad de Carolina del Norte. La decisión de la Corte sorprende aún más porque menciona que las políticas de Harvard habrían violado la enmienda 14 de la Constitución, así como el Título VI de la Ley de los Derechos Civiles, que está en contra de la discriminación racial. La composición conservadora de la Corte quedó afianzada en su votación, con 6 votos a favor en cada caso, 3 en contra, en el caso de Carolina del Norte, y 2 en contra para Harvard.
El juez John Roberts, redactor de la mayoría, asegura que erróneamente se estaba tomando como punto de identidad el “color de la piel” en lugar de las habilidades. Esta argumentación usa a la inversa el criterio de la discriminación positiva; es decir, que se estarían vulnerando derechos por considerar el estereotipo del color de la piel para el ingreso. Por lo tanto, Harvard y Carolina del Norte habrían hecho mal uso de estos principios impidiendo el ingreso de blancos y asiáticos.
Roberts escribe: “Los procesos de admisión de Harvard se basan en ese estereotipo pernicioso que ‘un estudiante negro normalmente puede traer algo que una persona blanca no puede ofrecer’”. No obstante, la resolución recalca que se puede usar a favor el pasado de discriminación racial para la postulación.
De su lado, la jueza Sonia Sotomayor criticó la decisión, por ser un retroceso de varias décadas en los precedentes legales de EE. UU. Además, el problema real que abre la sentencia es que su aplicación conducirá a más demandas por discriminación racial.
La resolución de la Corte tiene interpretación ideológica, para decir que los derechos de las minorías son un estereotipo racista, lo cual fortalece la hegemonía blanca estadounidense.
El caso Nahel en Francia
El homicidio de Nahel Merzouk, de 17 años, el 27 de junio por el disparo de un policía fue la gota que derramó el vaso. El crimen se une a un historial de incidentes similares.
En los momentos del homicidio de Nahel, Francia aún no había superado la convulsión social que provocó Emmanuel Macron para reformar la seguridad social del país, así que la población estaba en fase activa de movilización. Varias localidades de París se levantaron y enseguida todo el país.
Las autoridades reportaron disturbios; solo en el primer día de protestas 667 personas fueron detenidas. “¿Qué voy a hacer ahora?”, dijo la madre de Merzouk después de conocer el hecho, y sus palabras se replicaron en las protestas. El adolescente era de origen argelino, lo que apuntaba a un crimen de segregación racial. El caso Nahel se convirtió en asunto nacional.
Después de varios días de disturbios, Gérald Darmanin, Ministro del Interior, fue increpado en la Comisión de Asuntos Internos del Senado. La mayoría de personas que protestan tienen entre 12 y 17 años.
No obstante, no debe confundirse el nudo central de las movilizaciones antirraciales, con el objetivo de la prensa que defiende a Macron, que tilda a todo el movimiento de disturbios de inadaptados sociales. La quema de vehículos, edificios, patrullas, saqueos, e incluso ataques a alcaldes, han sido el foco de atención de los medios dominantes. Muchos de ellos ocultan los problemas de la migración, y reactivan el tema de los atentados en 2015 contra Charlie Hebdo, por haber publicado caricaturas de Mahoma.
La realidad de la discriminación es corroborada por la institucionalidad, las personas que son percibidas como descendientes africanos o árabes tienen “veinte veces más probabilidades de ser detenidos por la policía francesa”.
Formaciones raciales
La estructura esclavista con la que sobrevivió EE. UU. en el siglo XIX y parte del XX, la composición de las metrópolis que segregaron geográficamente a afrodescendientes, y después a asiáticos, latinos y otras etnias, no han sido del todo superadas en el siglo XXI.
En las protestas más recientes, el movimiento Black Lives Matter empezó por la absolución de George Zimmerman en 2013 de una condena por homicidio de bala a un adolescente afroamericano, Trayvon Martin; se fortaleció en 2014, por las protestas por el asesinato de los jóvenes Michael Brown y Eric Garner; y el caso que causó mayor repercusión en EE. UU. y el mundo, el asesinato de George Floyd por asfixia en un acto de brutalidad policial, de Dereck Chauvin, mientras Floyd decía: I can’t breathe.
Todos estos crímenes muestran las crueles diferencias institucionales raciales, así como lo que Michelle Alexander llama The New Jim Crow: el encarcelamiento racial masivo. Es imposible hablar de discriminación sin tocar medianamente estos relieves; y obviamente que la desigualdad en el ingreso universitario puede ser sostenida desde diferentes ángulos.
La independencia y liberación de varias colonias francesas a mediados del siglo XX modificaron la subordinación entre estas y el centro imperialista, y su influencia económica y política; como la sangrienta independencia de Argelia en 1962. Las migraciones de los países africanos y árabes hacia Francia ha cambiado constantemente su estructura interna, llevando a construir distintos tipos de periferias; barrios y suburbios que albergan diversa gama étnica, descuidados por las municipalidades, con escasos servicios sociales y públicos.
Las movilizaciones contra las reformas de la seguridad social de Macron se nutrieron también de estas clases trabajadoras discriminadas. Sin embargo, es inocultable el avance de la extrema derecha francesa que llegó a segunda vuelta en 2017 y 2022. Es indudable, que la explosión del caso Nahel obtuvo la convergencia de estos complicados momentos sociales.