Así dijo sin más en su segunda visita a La Habana Josh Klinghoffer con todo el desenfado del mundo. Es el guitarrista de Red Hot Chili Peppers, una banda estadounidense que no necesita presentación, al menos en Cuba.
En una esquinita de Fábrica de Arte Cubano conversamos unos minutos cuando apenas había dejado el escenario donde con un solo de guitarra espectacular abrió el concierto de su coterráneo Questlove, de The Roots. Fue una sorpresa, como si no fuera ya suficiente lujo la sesión –¡de seis horas!– del DJ, uno de los productores musicales con más éxito en los Estados Unidos y considerado por la Rolling Stone entre los diez mejores bateristas del mundo.
Klinghoffer, remplazo oficial de John Frusciante en Red Hot…desde 2010, está en Cuba al cabo de una década de su primera visita. “Desde entonces he estado obsesionado con la idea de volver a venir aquí. La manager de Questlove me preguntó si quería sumarme al viaje y no lo dudé un instante. Es una tremenda oportunidad venir a Cuba a cualquier cosa. Me encanta este lugar”.
“¿Por qué?” pregunto. “Porque estoy enamorado de Cuba”. “¿Por qué?”, insisto. “Es un lugar especial, único. No sé cómo explicarlo. Todo es tan completamente inesperado. Es mágico”.
Tanto lo seduce de veras, que confiesa que al menos una vez por semana anima al resto de la banda a venir. “Estoy seguro de que vamos a tocar aquí pronto. Vamos a venir, con certeza. Realmente estoy insistiendo. Me ha sorprendido la cantidad de seguidores que tenemos en Cuba. Es maravilloso saber que existen. ¡No sabía cuánta música llega aquí!”
El músico de 36 años –pero con el ánimo y la proyección de un adolescente– aprendió guitarra de forma autodidacta con discos de Pearl Jam y los propios Red Hot Chili Peppers. “Nunca he tocado con nadie que no admire mucho”, comenta.
En cuanto a la música cubana se presenta como un fan de Compay Segundo. “Me encanta. Me gustaría tener tanta onda como él”, dice con una risa. “Los Zafiros me gustan mucho también; Omara Portuondo, Benny Moré, Irakere… Realmente sé de la música cubana más vieja; no conozco mucho de lo nuevo. Pero ahora compré muchos discos así que estoy emocionado. ¡Tengo un bulto así!”
En tan solo un fin de semana estos dos pesos pesados de la música norteamericana coincidieron en La Habana, públicamente. Desde Estados Unidos, no son los únicos: se comenta que también el director de cine Spike Lee visita Cuba por estos días, aparentemente para filmar un documental con músicos cubanos.
La destruccion, la miseria y haber retrocedido en el tiempo, provoca mucho morbo!
Ojalá y podamos ver llegar a más gigantes de la música internacional. Ojalá y podamos ver a Red Hot, o Metallica, cantando en la Habana con músicos cubanos, con la misma naturalidad con la que vemos a Silvio de barrio en barrio. Ojalá y no sean deseos estériles.