La Cumbre de países de la Amazonia se inició hoy martes en la ciudad brasileña de Belém. Según el presidente Lula da Silva, representará un hito en el combate a la destrucción de la mayor selva tropical del planeta.
Los ocho países de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) se reúnen allí para discutir e implementar estrategias contra la deforestación y el crimen organizado. También para el desarrollo de esta vasta región, que alberga alrededor del 10 % de la biodiversidad del planeta.
“Nunca fue tan urgente retomar y ampliar nuestra cooperación (…), promoveremos una nueva visión de desarrollo sostenible e inclusivo en la región, combinando protección ambiental con la creación de empleos“ para los casi 50 millones de habitantes de la Amazonia, dijo Lula.
La cumbre marcará “un antes y un después“ en la historia de la defensa de la Amazonia y la transición ecológica, aseguró.
También participan los mandatarios de Bolivia, Luis Arce, de Colombia, Gustavo Petro, y de Perú, Dina Boluarte, así como el primer ministro de Guyana, Mark Phillips, y la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez. Ecuador y Surinam están representados por sus cancilleres.
Considerada el pulmón del planeta, la Amazonia se encamina, según los científicos, a un punto de no retorno a partir del cual pasará a emitir más carbono del que absorbe, agravando el cambio climático.
Los acuerdos de la cumbre estarán recogidos en la “Declaración de Belém“, un compromiso “enérgico y osado“ para contener las amenazas que enfrenta la Amazonia, dijo Alexandra Moreira, secretaria general de la OTCA, organización creada en 1995 para preservar la selva.