Uno de los miedos más recurrentes a lo largo de mi vida era visitar al estomatólogo. Sin embargo, con los años, la carga emocional negativa que esto tenía para mí ha ido desapareciendo; poco a poco aprendí a apreciar el valor de gozar de buena salud bucal.
De acuerdo con el Informe sobre la situación mundial de la salud bucodental, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud bucodental es “el estado de la boca, los dientes y las estructuras bucofaciales” que les permite realizar sus funciones y “afecta a dimensiones psicosociales, como la confianza en uno mismo, el bienestar y la capacidad de socializar y trabajar sin dolor, incomodidad ni vergüenza”. De acuerdo con la agencia de la ONU, esta cambia durante la vida, es “parte integral de la salud general” y contribuye a la participación social y el logro de metas personales.
¿Qué elementos componen la cavidad oral? ¿Cuáles son las causas más frecuentes de consulta estomatológica? ¿Qué podemos hacer para mantener una sonrisa saludable?
Mucho más que una abertura en el rostro
Según el sitio ORL, salud y bienestar, la boca es un importante componente del aparato estomatognático, es decir, el conjunto de órganos y tejidos que nos posibilitan “masticar, deglutir, hablar, pronunciar, sonreír, mostrar expresiones faciales, respirar, besar o succionar”. La cavidad oral es, además, la puerta de entrada al tubo digestivo y un indicador fundamental del estado de salud de una persona.
Entre sus funciones encontramos la digestiva, respiratoria y sensorial. Cualquiera que haya padecido de COVID-19 sabrá cuánto se extrañan los cuatro sabores básicos; la capacidad de captar el llamado “quinto sabor” o umami, que en japonés significa “esencia de la delicia”; así como percibir la textura y temperatura de los alimentos.
La cavidad oral también tiene una función comunicativa; defensiva, pues cuenta con importantes estructuras que impiden la entrada al organismo de gérmenes; y estética, que se relaciona con nuestra apariencia física.
Entre las estructuras que la conforman están los maxilares, el paladar duro, el blando y la úvula, estos evitan el paso de los alimentos cuando respiramos. La lengua es una maravilla biológica constituida por diecisiete músculos y cinco pares de nervios.
Además, están los labios y los carrillos o mejillas; las encías, los dientes, que tienen cinco porciones: corona, la parte visible, cuello, raíz, la cámara pulpar y el conducto radicular y suman 32, 16 en cada arcada. Además, están la mucosa bucal, que reviste toda la cavidad; las glándulas salivales, encargadas de producir la saliva y una serie de músculos que permiten que se sostenga.
Este muy somero recuento nos permite tener una idea de cuán compleja es esta estructura. Cada uno de esos elementos, por separado y en su conjunto, sufren distintas enfermedades y los necesitamos a todos en buen estado para tener una sonrisa saludable.
Salud oral en el mundo
De acuerdo con un informe publicado por la OMS en noviembre de 2022, 3 500 millones de personas padecen “enfermedades bucodentales”. Esto representa un aumento de cerca de mil millones en los últimos treinta años.
Las enfermedades más frecuentes son la “caries dental, la periodontitis grave, la pérdida de dientes y el cáncer bucal”. 2 500 millones de personas presentan caries dentales no tratadas; la periodontitis grave perjudica a mil millones de personas y cada año se diagnostican cerca 380 mil nuevos casos de cáncer bucal.
Las más afectadas son las personas de bajos ingresos, los discapacitados, ancianos, personas que residen en zonas alejadas y las minorías. Esto emparenta dichas patologías con las enfermedades crónicas no transmisibles, con las que comparten factores de riesgo comunes.
Salud oral en Cuba
Según un artículo aparecido en el sitio oficial del Ministerio de Salud Pública en 2020, tres de cada cuatro niños entre 5 y 6 años tienen todos sus dientes sanos.
Un indicador muy importante es el Índice de Cariados, Perdidos y Obturados (COP-D). Este mide “la experiencia de caries a lo largo de toda la vida del individuo”, sin tener en cuenta a los terceros molares. Asimismo, se utiliza para registrar estadísticamente las tendencias de la enfermedad dental y establecer comparaciones temporales en diferentes países y regiones.
Una edad considerada estratégica por los expertos para evaluar la salud bucal son los 12 años. Para el caso de Cuba, el COP-D en ese grupo etario es de 1.29, lo que para los estándares internacionales se considera bajo.
A los 18 años, de acuerdo con el artículo del Minsap, 8 de cada 100 cubanos habrían perdido al menos un diente y entre los 35 y 44 años se habrían perdido, como promedio, 3.2 dientes.
Un estudio realizado en Chile el propio año 2020 mostraba que en el país austral la cifra era de 6.6. Mientras que en España el 56 % de las personas en ese rango de edad ha perdido al menos un diente, siendo el promedio 2.
Finalmente, casi el 29 % de la población entre 35 y 44 años presenta afectación gingival y periodontal. Estas cifras están muy cerca de las reportadas por una publicación especializada, según la cual entre el 24 % y 26 % de los adultos jóvenes españoles padecían algún grado de enfermedad periodontal.
El comportamiento del indicador en Cuba puede haberse visto afectado por la crisis económica que atraviesa el país. Por ejemplo, según el Anuario Estadístico de Salud de 2022, entre 2021 y 2022 dejaron de trabajar con el sistema de salud pública 3 246 estomatólogos. Por otro lado, en 2022 se realizaron 13 millones de consultas estomatológicas más que en 2021, cuando la atención se concentró solo en las urgencias.
Los 18,7 millones de consultas de ese año representan la cifra más baja desde 2010, lo que resulta especialmente doloroso cuando se compara con la década anterior, en la que se venían logrando de año en año récords históricos. Tanto es así, que en 2019 se realizaron más de 33 millones de consultas*.
Principales enfermedades bucodentales en Cuba y el mundo
Caries
De acuerdo con un artículo publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las caries son esencialmente agujeros que se producen en la superficie esmaltada de los dientes como consecuencia de un ácido producido por las bacterias de la boca.
Los principales factores de riesgo de esta enfermedad son la mala higiene bucal y las dietas ricas en azúcares y almidón. Entre sus síntomas más frecuentes tenemos el dolor, la sensibilidad al ingerir alimentos fríos o calientes y la presencia de manchas o agujeros en la superficie del diente.
Entre las variantes de tratamientos para estas patologías están aquellos a base de flúor, la aplicación de rellenos, los tratamientos de conducto cuando se ha dañado el interior del diente, y las lamentables extracciones.
Enfermedad periodontal
Según un artículo publicado en el sitio del Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial de Estados Unidos, la enfermedad periodontal es “una infección de los tejidos que sostienen los dientes en su lugar”. Es causada por malos hábitos de cepillado y mal uso de la seda dental”.
Esto favorece la aparición de una placa, llamada sarro, que puede causar dolor, sangramiento en las encías y pérdida de dientes. Además de la mala higiene, el hábito de fumar es un importante factor de riesgo al que se unen otros como la diabetes, los cambios hormonales, algunos medicamentos y enfermedades como el VIH/SIDA.
Entre los síntomas de la enfermedad periodontal están el mal aliento, la inflamación y el enrojecimiento de las encías, que se puede acompañar de dolor y sangrado, sobre todo al masticar. También encontramos dientes flojos y sensibles, encías que parecen retraídas o dientes que se ven más largos de lo normal. El tratamiento va dirigido a controlar la infección y a la modificación de los hábitos y estilos de vida que favorecen la aparición de la enfermedad.
Cáncer bucal
El cáncer bucal u oral, es un tipo de neoplasia que aparece por lo general después de los 40 años y es dos veces más frecuente en hombres que en mujeres. Afecta con frecuencia a los labios y la boca, pero puede localizarse en cualquier zona de la cavidad bucal.
El principal factor de riesgo de esta enfermedad es el tabaquismo. Se asocia también el alcoholismo, la infección por el virus de papiloma humano (VPH), específicamente VPH-16, medicamentos inmunosupresores y la mala higiene bucal.
El cáncer bucal suele presentarse como un aumento de volumen (tumor) o una úlcera en la cavidad oral, que al principio suele ser indolora, pero eventualmente se torna dolorosa. Se acompaña de problemas al masticar o tragar, sangramiento, dificultades para hablar, inflamación de los ganglios del cuello, disminución del peso corporal, desprendimiento de los dientes y mal aliento.
El tratamiento suele ser quirúrgico y consiste en la extirpación de la lesión. En ocasiones requerirá además radio y quimioterapia. La expectativa de vida depende del momento del diagnóstico, aunque en un alto número de casos ya se ha diseminado cuando se diagnostica. En general, la sobrevida a los 5 años es mayor del 50 %, sin embargo, cuando se detecta a tiempo la tasa de curación se acerca al 90 %
¡La salud comienza por la boca! Dos especialistas tienen la palabra
OnCuba tuvo la oportunidad de conversar con los doctores Ana Lilian García Campos y Alexis Matos Matos, ambos especialistas de primer grado en Estomatología General Integral y Cirugía Maxilofacial.
En su experiencia, ¿cuales son las causas más frecuentes de consulta estomatológica?
Dra. García Campos: La principal causa de consulta estomatológica es la caries dental. Se trata de una enfermedad multifactorial en la que intervienen la mala higiene bucal, el alto consumo de azúcares y el entorno social. Habitualmente, el paciente acude por molestias, dolor o sensibilidad.
En segundo lugar tenemos la periodontopatía y la pérdida dental. Todo es una cadena: la presencia de caries predispone a la periodontopatía y el edentulismo y estos al cáncer bucal, fuertemente asociado al tabaquismo, alcoholismo y el uso de prótesis.
Dr. Matos Matos: En cuanto a las urgencias estomatológicas, en la mayoría de los casos se deben a complicaciones de la caries dental que pueden ir desde una hiperemia (aumento de la cantidad de sangre en una zona por congestión de los vasos sanguíneos), hasta una enfermedad pulpar irreversible (inflamación de la porción interna del diente) como la pulpitis serosa y supurada e incluso un absceso alveolar agudo o una celulitis facial.
¿Qué importancia le atribuyen a una buena higiene para tener una adecuada salud bucal y qué recomiendan que hagamos para mantenerla?
Dr. Matos Matos: Mantener una adecuada higiene bucal es fundamental para lograr una buena salud bucal y general. Nos ayuda a prevenir caries, la enfermedad periodontal y el mal aliento o halitosis. Además, una correcta higiene oral puede contribuir a la salud de todo el cuerpo, ya que la salud bucal está estrechamente relacionada con el bienestar general.
Un correcto cepillado en cuanto a forma, frecuencia y duración elimina la placa dentobacteriana, que es uno de los factores etiológicos más importantes en la aparición de la caries dental y la enfermedad periodontal. Además, el cepillado de los dientes es el método de higiene oral más ampliamente difundido y aceptado socialmente.
¿Qué podemos hacer para tener una buena higiene?
Dra. García Campos: Es importante recordar que a las dos horas de ingerir alimentos se forma la placa dental o placa dentobacteriana, que es una película blanquecina y pegajosa a la que se agregan una serie de microorganismos. Entre ellos está el mayor causante de la caries dental: el Streptococus mutans. Para eliminarlo, lo primero es cepillarse cuatro veces al día, siempre de la encía al diente, con movimientos de barrido. Debemos cambiar el cepillo frecuentemente, cuando tenga las cerdas blandas. No hay un tiempo preestablecido porque depende de la calidad del cepillo.
También recomiendo usar hilo dental, algo que no es muy común en Cuba, a pesar de ser muy importante. Y los asépticos bucales, popularmente conocidos como enjuagues. En Cuba tenemos el halitol, que en ocasiones es difícil de conseguir. Otra opción, para el que tenga la posibilidad, es el Listerine. Un elemento muy importante son las visitas periódicas al estomatólogo.
¿Hasta qué punto los hábitos nutricionales se relacionan con la salud de la boca?
Dr. Matos Matos: Los hábitos nutricionales desempeñan un papel crucial en la salud bucal, una alimentación saludable y equilibrada no solo es esencial para el bienestar general, sino también para mantener una buena salud bucal y prevenir enfermedades orales.
Por ejemplo, el déficit de vitamina C puede aumentar el riesgo de enfermedad de las encías y retrasar la cicatrización de alguna lesión bucal o provocar sangrado. El déficit de vitamina B6 produce glositis o inflamación de la lengua; el de vitamina B12 provoca la aparición de áreas blanquecinas y atróficas de las mucosas; el de Vitamina B2 enfermedades como la estomatitis angular y dermatitis seborreica facial.
Además, durante la infancia y la adolescencia una dieta equilibrada que incluya calcio, flúor y otros nutrientes es vital para el desarrollo dental adecuado y la formación de huesos y esmalte fuertes.
¿Podemos comer dulces?
Dra. García Campos: Sí, se puede comer dulces, pero ¿en qué horarios los comemos? ¿En qué horarios le damos dulces a los niños? Si se le da un caramelo a un niño a media mañana y este se pasa el resto del día sin lavarse los dientes le estamos provocando indirectamente un daño a su salud bucal. En cambio, si después de la comida usted se come un postre y luego se cepilla correctamente, no pasa nada.
El tabaquismo y el alcoholismo, fundamentalmente el primero, son factores de riesgo para diversas enfermedades bucodentales, ¿qué papel les atribuye usted, sobre todo en el cáncer y la enfermedad periodontal?
Dra. García Campos: En la enfermedad periodontal, el tabaquismo y el alcoholismo son, junto con la mala higiene, los principales factores de riesgo. Como ya dijimos, la nicotina es un vasoconstrictor local, es decir, disminuye el riego sanguíneo. A esto se le suman las placas dentobacterianas por mala higiene y manchas de nicotina.
Todo esto provoca la migración de la encía y el diente comienza a perder soporte óseo, se mueve y ahí ya tenemos una periodontopatía. Es importante recordar, además, que el alcohol en exceso puede quemar la mucosa, provocar esfacelos, que son porciones de tejido muerto que es importante retirar…
En el cáncer bucal el tabaquismo es el principal factor de riesgo. El primer signo es la leucoplasia, una mancha blanquecina que puede aparecer en cualquier parte de la boca. Puede estar o no asociada al alcohol y se considera una lesión premaligna, que en un alto porciento se maligniza, es decir, se convierte en cáncer. Por supuesto, no es el único factor, también hay predisponentes genéticos, el virus del papiloma humano, entre otros, pero el principal es el tabaquismo.
Anteriormente se decía que el cáncer bucal había que buscarlo en la base de la lengua, suelo de boca, pilares… porque son localizaciones donde se dificulta el diagnóstico temprano. En el labio suele verse con más facilidad que en las otras localizaciones donde el paciente suele acudir a consulta cuando ya han aparecido los síntomas.
El cáncer bucal, cuando se diagnostica a tiempo, tiene una alta sobrevida. ¿La causa de que la sobrevida a los cinco años sea cercana al 50 % es la localización?
Dra. García Campos: Sí, además, la evolución de un paciente con cáncer bucal no es la misma que en otros tipos de cáncer. El tiempo que debe mediar entre el diagnóstico y el tratamiento es muy corto, por eso es importante un diagnóstico precoz. En el cáncer de cavidad bucal o de cabeza y cuello, un mes representa lo que un año para otras neoplasias. Las mismas características de las estructuras involucradas favorecen que la diseminación sea muy rápida.
Por ejemplo, en el caso del carcinoma epidermoide, que es el cáncer más común, en una semana es capaz de metastizar hueso, laringe y ya entonces hay que comenzar con radioterapia, tratamiento onco específico (quimioterapia) para reducir el tamaño del tumor y poder operar al paciente.
Algo de lo que no podemos dejar de hablar es del programa de detección precoz del cáncer bucal, que tiene como objetivo el diagnóstico precoz de cualquier lesión blanca, roja o negra que aparezca en la cavidad oral.
En ese sentido es importante el autoexamen bucal, sobre todo a los mayores de 60 años, pero cualquier paciente mayor de quince años en el que aparezcan lesiones blancas, rojas o negras en la boca debe asistir a consulta.
Este consiste en observar con una luz adecuada, con las manos limpias, todas las zonas de la boca, buscando lesiones blancas, rojas o negras, o algún aumento de volumen. En caso de que usted encuentre alguna de estas lesiones no significa, necesariamente, que tenga un cáncer. Existen estructuras benignas que en ocasiones se confunden con el cáncer, pero nunca debemos quedarnos con la duda o pensar que “no me va a tocar a mí”.
Por otro lado, cuando un paciente es portador de prótesis, es importante evitar que ésta bascule, es decir, que se mueva dentro de la boca. Claro que sabemos que en nuestras circunstancias no es sencillo cambiar una prótesis porque se mueve, en ese caso se deben evitar alimentos muy duros, picantes o ácidos.
¿Cómo podemos tener una mejor salud bucal y, de ese modo, espaciar las visitas al estomatólogo?
Dr. Matos Matos: Es fundamental adoptar un enfoque integral que incluya una correcta higiene bucal, una dieta saludable y prácticas que contribuyan a mantener la boca sana. Algunas recomendaciones son:
- Cepillado dental adecuado en cuanto a la forma, frecuencia y duración.
- Visitas regulares al estomatólogo, al menos cada 6 meses, para revisiones y limpiezas dentales periódicas y así detectar tempranamente cualquier alteración y lograr mantener una salud bucal adecuada.
- Mantener una dieta saludable donde se reduzca el consumo de azúcares y carbohidratos, especialmente entre comidas. Incluir alimentos ricos en calcio, fósforo, vitamina C y fibras, así como verduras, frutas y legumbres.
- Evitar el consumo de tabaco y el exceso de alcohol, ya que ambos pueden incrementar el riesgo de enfermedad periodontal, manchas en los dientes y cáncer bucal.
- Si se realizan deportes de riesgo, usar métodos de protección para prevenir lesiones en los tejidos blandos y traumatismos en los dientes.
La solución está en prevenir
La salud bucodental es un importante indicador de nuestra salud física y contribuye a mantener una adecuada autoestima. Las personas más afectadas por estas enfermedades también son las más vulnerables, las que suelen tener una peor dieta y quienes viven en las zonas más alejadas, con menor acceso a los servicios correspondientes y más expuesta a los factores de riesgo que, por suerte, en su mayoría se pueden modificar.
La salud bucodental en nuestro país presentaba en 2021 resultados favorables que la acercaban en algunos de sus indicadores a los de países con altos ingresos, a pesar de los elevados costos de esta especialidad. Esos mismos costos, unidos a la aguda crisis que atraviesa el país, han hecho mella en la disponibilidad de recursos de todo tipo, incluidos los humanos.
Sin embargo, una buena higiene bucal, evitar el tabaquismo y el alcoholismo, unido a dietas saludables, poco ricas en azúcares refinados y almidones, pueden ser la clave para mantener una sonrisa saludable. Recuerde que la salud comienza por la boca.
Nota:
Los datos citados en este artículo fueron extraídos del Anuario Estadístico de Salud del año 2022, páginas 122 y 143, cuadros 97 y 115.