Acompañado por el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, Miguel Díaz-Canel volvió este jueves sobre “la gran culpa” de Estados Unidos en las protestas populares del pasado domingo 17 de marzo en Cuba.
“Es un enfoque muy perverso el del Gobierno de Estados Unidos cuando trata de justificar que no tiene que ver nada con esto”, añadió a pocos días de que la Cancillería cubana convocara al Encargado de Negocios estadounidense en La Habana, Benjamin Ziff, para protestar ante lo que consideró una “conducta injerencista” de Washington.
Durante la primera emisión de Desde la Presidencia, un nuevo “espacio de comunicación” en el que Díaz-Canel será el anfitrión, señaló que ha habido “decisiones administrativas mal tomadas” y “elementos de burocracia”, en lo fundamental, en la distribución de la llamada canasta básica, uno de los reclamos de las manifestaciones que tuvieron el pasado domingo en varias localidades de Santiago de Cuba, Bayamo y Santa Marta (Matanzas).
“La prepotencia los deja ciegos”, dijo al referirse al Gobierno de Estados Unidos y su política sostenida de bloqueo contra Cuba.
“La electricidad es la chispa de cualquier estallido”
“Nosotros estamos conscientes de que la electricidad es la chispa de cualquier estallido”, consideró el ministro de Energía y Minas, Vicente de La O Levy, al describir el 17 de marzo como un día “normal como los anteriores”, con la misma cantidad de horas de apagones que ya se han hecho habituales.
“La electricidad crea impotencia porque no se puede guardar, no se puede generar, no se sabe cuándo va a venir”, agregó, mientras aseguró que es el detonante de cualquier protesta o manifestación social.
El futuro: la independencia energética
El ministro dijo que la isla debe lograr la “independencia total de la importación de combustibles“, conseguir el uso exclusivo del crudo y el gas nacional, “y después llegar a la no utilización de los combustibles fósiles“, lo que considera un “camino largo y costoso”.
Cuba consume 8 millones de toneladas de combustible, solo produce 3 millones y se ve obligada a comprar el resto en el mercado internacional a altos precios y sin seguridad en los suministradores, debido también a lo que Díaz-Canel denominó “persecusión energética“ por parte de EE.UU.
“Hacemos un análisis todos los días: el barco que va a entrar, qué tipo de combustible, qué calidad de combustible, cuánto nos costó, a qué hora llega el combustible, ese barco para qué puerto va (…), y a las 5 horas estamos haciendo otro análisis porque cambió la situación“, narró La O Levy.
El ministro confirmó, para el plazo de alrededor de un año, la entrada de unos 2 mil megawatts a través de la energía renovable fotovoltaica con “contratos grandes” firmados y acordados y que “tienen una planificación de arribo” al país.
“Estamos hablando de 2 mil megawatts de energía solar fotovoltaica, mil en el corto plazo de un año y unos meses. Luego vienen otros mil megawatts“, aseguró.
Cuba busca salir de la crisis energética “con sus propios recursos”, dice el Gobierno
Dijo que en la próxima semana comienzan a embarcar los primeros 200 contenedores en el contexto de un “movimiento grande como el que se hizo en la llamada revolución energética” en todas las provincias del país. A Cuba deberán llegar 46 parques fotovoltaicos de 21 megawatts cada uno, agregó.
Indicó que a partir de la entrada en el sistema de la termoeléctrica Antonio Guiteras y de gestiones con los suministradores, muy precisas, con mucho estrés, se ha disminuido el apagón de madrugada en las últimas jornadas.
El Gobierno cubano ha mencionado la responsabilidad del bloqueo/embargo y el resto de sanciones en la crisis vigente. Díaz-Canel escribió recientemente en X que “en medio de un bloqueo que pretende asfixiarnos, seguiremos trabajando en paz para salir de esta situación”.
Tiene razón el presidente. Si el gobierno de USA lo duda, entonces que quite el bloqueo para que vean cómo se resuelve todo
Hay una gran cuestión : si los Yankis dicen que la culpa no la tiene el bloqueo- Por qué no lo quitan? Además por qué cada 6 meses renuevan la inclusión de Cuba en los países que promueven el terrorismo.