No son diez como se pensaba inicialmente, sino cinco, los meteoritos caídos en Cuba, de acuerdo con un nuevo estudio a cargo del Centro de Estudios Avanzados de la isla.
Los resultados confirman los casos del de tipo litito de Las Canas, en Artemisa (1844), el siderolito de Bacuranao (1974), litito de Santa Isabel de las Lajas, Cienfuegos (1994), condrito l6, en Viñales (2019), y condrito l5, Ramón de las Yaguas, Santiago de Cuba (2021), precisó a Granma el investigador auxiliar del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), Efrén Jaimez Salgado.
Así quedan descartados, añade el especialista, los objetos encontrados en Boyeros (1996) y los del Balcón de La Lisa y en Güira de Melena (2001), gracias al reconteo hecho mediante la aplicación de dos difractogramas de rayos X y de los ensayos de espectrometría de fluorescencia de rayos X.
Es cierto que cuentan con elementos comunes los condritos ordinarios de Viñales y Ramón de las Yaguas, precisa Jaimez Salgado. No obstante, se llegó a la conclusión de que “no hay relación directa que los vincule en cuanto al origen, porque proceden de diferentes pequeños asteroides del sistema solar”, aclara.
Estos resultados, apunta el medio oficial, fueron publicados en la revista Ciencias de la Tierra y el Espacio, certificada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma). En ella también se precisa que “el origen cósmico de tres objetos diferentes hallados en 1938, en Mango Jobo, parece dudoso, se hace necesario realizar nuevos ensayos químicos en el laboratorio”.
El de Viñales, el “más notable acontecimiento de su tipo conocido en Cuba”
Uno de los últimos reportes de la caída de un meteorito en Cuba data del 1 febrero de 2019 en la zona de Viñales.
Tras las investigaciones realizadas entonces, los científicos concluyeron “con cierto nivel de certeza” que aquel meteorito pudo provenir del asteroide Vesta, el tercero más grande del sistema solar, situado a unos 372 millones de kilómetros de la Tierra.
Investigan posible caída de un meteorito en Santiago de Cuba
Al impactar tierra ese meteorito (considerado el “más notable acontecimiento de su tipo conocido en Cuba”) se fragmentó en más de cien trozos. Entre los elementos verificados sobre su composición sobresalieron el silíceo (22,5 %), el hierro (22,3 %), el azufre (16,48 %), y el magnesio (5,8 %), junto a presencias menores de sodio, aluminio, potasio y calcio.
En 2021 se reportó el hallazgo de otra presunta roca cósmica en la localidad Ramón de las Yaguas, en Santiago de Cuba. Los estudios realizados a posteriori, informados ahora en Granma, confirmaron su origen espacial, lo que lo convierte en el quinto y más reciente fragmento de meteorito descubierto en la isla.
En cambio, ese propio año también se informó sobre la posible caída de otro meteorito, esta vez en la provincia de Holguín, luego de reportarse una explosión en la alta atmósfera terrestre vista en varias zonas de la región oriental. Sin embargo, finalmente los especialistas descartaron que lo sucedido fuera consecuencia de un meteorito.