A fines de la década de 1990, el éxito de las reformas comerciales y agrícolas introducidas en Vietnam bajo el Doi Moi o Renovación de 1986 eran ya muy evidentes. Se creaban empresas constantemente, la mayor parte nacidas como sociedades por acciones con participación de trabajadores; tanto privadas como extranjeras. La economía crecía con tasas anuales superiores al 7 %. La pobreza comenzaba a reducirse y la esperanza de vida a aumentar.
Desde 1991 se eliminó el monopolio estatal sobre el comercio exterior, lo que propiciaba el libre intercambio de las empresas privadas y estatales con el exterior. Se emprendió la búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento, para lo cual se trazaron políticas que favorecieron el ahorro y la inversión tales como el desarrollo del mercado de capitales, el aumento de las tasas de interés, y el ahorro individual en divisas en los bancos comerciales.
Una década después, al comenzar el siglo XXI, en 2001, el Partido Comunista de Vietnam aprobó un plan económico que abarcaría diez años en el que se consolidaba el papel del sector privado en la economía al mismo tiempo que se reafirmaba la primacía del sector estatal. Se expresaba de esta forma: “economía de mercado de orientación socialista”.
La economía de Vietnam se ha expandido constantemente hasta llegar a ser hoy una de las de más rápido crecimiento en el mundo. Este “milagro” debe ser valorado teniendo muy en cuenta su punto de partida: una economía desgastada por las agresiones que sufrió el país entre 1954 y 1975.
Reducción de la pobreza
En 1985 el PIB per cápita a precios constantes era de apenas 231 dólares anuales, en 2022 llegaba a 4163, unas 18 veces más. Viet Nam es hoy la economía número 37 por volumen de PIB.
Entre 1990 y 2010, la pobreza en Vietnam pasó de afectar a alrededor del 60 % de la población, al 10 %, según datos del Banco Mundial, organismo que en esa década reconoció al país como de “renta media baja”.
Las autoridades han hecho de la reducción de la pobreza una línea principal de política económica. Miden la pobreza en cinco dimensiones: salud, educación, vivienda, agua, saneamiento y acceso a la información. En la actualidad se considera que un hogar es pobre cuando carece de al menos tres de esos indicadores.
Al cierre de 2023 la tasa de pobreza multidimensional era de 2,93 %, según la Oficina Nacional para la Reducción de la Pobreza.
El año pasado, el parlamento vietnamita aprobó un presupuesto equivalente a 530 millones de dólares para implementar el Programa del Objetivo Nacional sobre la reducción sostenible de la pobreza, lo que equivale a un aumento interanual de 47 %.
El Ministerio de Trabajo, Inválidos de Guerra y Asuntos Sociales, a cargo de ese programa, tiene como meta la reducción promedio anual de uno a 1,5 por ciento durante los próximos cinco años.
Este progreso en la reducción de la pobreza no ha sido uniforme en todo el territorio. La mayor parte de la prosperidad ha estado concentrada en las áreas urbanas. Siguen pendientes estos objetivos para etnias minoritarias y en áreas rurales y zonas costeras.
La tasa de pobreza en los distritos más empobrecidos en 2023 se redujo en 5,62 puntos porcentuales hasta aproximadamente el 33 % y la de las zonas de minorías étnicas decreció al 17,82 %.
Mercado y control estatal
Si bien Vietnam se encaminó hacia una economía orientada al mercado, el gobierno vietnamita controlaba en un inicio los principales sectores de la economía, como el sistema bancario, algunas empresas estatales y la gestión del comercio exterior; actividades estratégicas.
Vietnam pasó de ser una economía de planificación centralizada perteneciente al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) y un país casi en hambruna a ser una potencia del sudeste asiático. Algunos lo valoran como un “milagro asiático” tanto como el de los llamados “tigres asiáticos”.
Vietnam ha aprendido a tener una política exterior multidireccional, que le permite evitar la dependencia de una sola economía y a la vez construir sistemas modernos de financiamiento y banca.
Desde que se emprendió la reforma al modelo económico y social vietnamita, sus enfoques y contenidos han ido modificándose cada cierto tiempo. Existen dos grandes etapas: la primera de Apertura (1986-2000) y una segunda de Industrialización y Modernización (2001-2020).
En este proceso se reconoce al mercado como espacio de confluencia intermediaria entre el Estado y las empresas. No obstante, para el buen funcionamiento de la política económica, el Gobierno vietnamita utilizó mecanismos de regulación y control macroeconómicos, a la vez que reconocía la acción de la Ley del valor como ley económica objetiva dentro del sistema de leyes económicas de la estructura socialista.
Crecimiento económico y equidad
Uno de los mejores analistas cubanos sobre la evolución política y económica de Vietnam, Ruvislei González Sáez, del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), hace un balance muy sintético de la reforma vietnamita, al decir:
La reforma vietnamita se planteó en cinco sentidos: renovación del pensamiento, de la estructura y la gestión económica, del sistema político, de la política social, y de la política exterior. Su primera etapa se enfocó en la agricultura y sector empresarial y, la segunda en el desarrollo de la economía de mercado orientada al socialismo, con la renovación de la empresa estatal, el sistema financiero, la apertura al exterior y más recientemente la reforma de la administración pública.
Con respecto a la renovación del pensamiento, se hizo una profunda crítica al subjetivismo que despreció las leyes objetivas y condiciones concretas, así como se afirmó el compromiso y respeto a las exigencias de la realidad y lógica del desarrollo de la sociedad. En cuanto a la renovación de la estructura y gestión de la economía, se ha reconocido la existencia de múltiples formas de propiedad y de componentes económicos; así como se declaró necesario aplicar el modelo de economía de mercado orientado al socialismo.
En la política social vietnamita colocó al ser humano en el punto de partida y destino de todas las acciones socioeconómicas; así como se ha exigido combinar orgánicamente el crecimiento económico con la puesta en marcha de la equidad y el progreso social. Para renovar el sistema político, se ha hecho énfasis en la necesidad de redefinir el papel dirigente del PCV, diferenciándolo del papel del Estado.
Nguyen Phu Trong, secretario general del Partido Comunista de Vietnam1, describe de esta forma el socialismo que se está edificando:
Una sociedad donde el pueblo trabajador sea su propio dueño y tenga una economía altamente desarrollada sobre la base de las fuerzas productivas más modernas, con un régimen de propiedad común de los medios principales de producción, y de una cultura avanzada profundamente impregnada de los valores nacionales. El hombre se liberará de toda opresión, explotación e injusticia, su distribución será con arreglo al trabajo, vivirá bien nutrido y vestido, con libertad y felicidad, y disfrutará de las condiciones suficientes para desarrollarse multifacéticamente […] Las distintas nacionalidades en el país convivirán en igualdad y solidariamente se ayudarán mutuamente para progresar de forma conjunta y tendrán relaciones de amistad y colaboración con los pueblos de todos los países del mundo.
Para González Sáez el rol del Estado ha cambiado en Vietnam al concentrarse en la regulación de la macroeconomía y en el soporte del desarrollo sostenible, en la modernización del sector bancario y financiero, con bancos comerciales estatales y privados.
El Banco Central se encarga de la política macroeconómica del país mientras el Banco de Desarrollo que es estatal da créditos de fomento a cualquier forma de propiedad y existe, además, un Banco Social que da créditos a la micro-empresa.
El mercado cambiario no se mueve libremente, sino que sigue la orientación del tipo de cambio que fija el Banco Central y éste es bastante estable. Un punto interesante es que los bancos y los hoteles compran divisas, pero no las venden; eso se lo dejan al mercado negro. No obstante, el mercado negro no tiene unos diferenciales excepcionalmente grandes con la tasa oficial.
La economía vietnamita muestra dinamismo en todos los sectores. La industria tuvo su base inicial en la producción de tejidos, de confecciones textiles, calzado, juguetería, industria alimenticia y otros tipos de industrias ligeras. De ahí, cada vez más, se desarrolló el ensamblaje de televisores, equipos electrodomésticos en general, computadoras y automóviles. Hoy están desarrollando la fabricación de chips y equipos de alta tecnología.
La agricultura autoabastece al país, ya que se produce prácticamente de todo y en abundancia y permite la exportación de productos agrícolas, como arroz, café, té, entre otros. Los mercados están abastecidos ampliamente, los precios de los alimentos son relativamente baratos, incluso en el caso de ciertos productos importados.
En cuanto a las telecomunicaciones el país tiene un gran avance. Hay amplia cobertura de telefonía celular; los precios de los servicios telefónicos son muy bajos para la población; el costo de mantener una línea y los precios de los servicios telefónicos son baratos. Existen compañías estatales y compañías privadas, en una franca competencia por captar cuotas de mercado.
El proceso de crecimiento económico y social en Vietnam
En 1975, al finalizar la Guerra Vietnam tenía una población de alrededor de 49 millones de personas. En 2023 la población ronda los 100 millones, con una esperanza de vida de 73 años. En 1980 era de 65 años. La tasa de mortalidad infantil por cada mil nacidos vivos era en 1985 llegó de 43 y en 2021 de 16.
En términos de resultados económicos hay que destacar que el Producto Interno Bruto a precios constantes en miles de millones de dólares, era en 1986 de 23.7, llegando en el 2000 a 61.14 y en 2022 a 358.22. El gráfico siguiente demuestra los resultados sobresalientes y la coherencia de la política económica emprendida.
En la última década Vietnam fue una de las naciones con mayor ritmo de crecimiento en todo el mundo; en efecto, ocupó el puesto 13 en el ranking del Banco Mundial según crecimiento anual promedio del PIB per cápita.
Las familias vietnamitas atravesaron en los años iniciales de la reforma una situación bastante compleja ya que la inflación superó el 400 % en esos años. Desde la década de los 90 es un indicador indicador controlado de apenas el 3.7 % anual en la actualidad.
En 1986 las exportaciones de bienes y servicios representaban menos de 7 % del PIB. En 2019 superaban el 100 %. Las exportaciones vietnamitas de bienes apenas sobrepasaban los USD 2 mil millones anuales hacia comienzos de los 90. Para el año 2000 se acercaban a los USD 15 mil millones, pero ya superaban los 83 mil millones en 2010 y llegaron a 384.22 mil millones de dólares en 2022.
La agricultura pasó de representar el 40% del PIB en 1985 a menos de 11.8 % en 2022. Paralelamente subieron su contribución tanto la industria (del 27 al 38.6 %), así como los servicios (del 33 al 41.33 %).
La estructura exportadora también sufrió cambios profundos. El peso de las manufacturas pasó de un 44% en 1997 a un 86% en 2021. Dentro de ellas, las de alta tecnología pasaron de representar menos de 9% en 2008 a más de 42% en 2021 .
Una manera de ilustrar estas transformaciones es recurriendo a las gráficas que elabora el Atlas of Economic Complexity. En 1995 dominaban el petróleo, el café, arroz y productos de la pesca. En 2009 los textiles y las confecciones habían desplazado a los recursos naturales. En 2018 el liderazgo había pasado a la electrónica, y los aparatos para telefonía y televisión. En 2019 Vietnam fue el segundo exportador de teléfonos celulares en todo el mundo. En esta transición, pasó del puesto 107 al 61 en el ranking país del índice de complejidad entre 1995 y 2021.
En 2023 computadoras, productos eléctricos y piezas y partes de estas fue lo que más exportó el país por valor de 57 336 millones de dólares y en segundo lugar teléfonos, celulares y piezas por 52379 millones de dólares, así como máquinas, equipos herramientas e instrumentos por 43 128 millones de dólares según el departamento general de Aduanas de Vietnam.
Vietnam se ubica como el 62 país más complejo en el ranking del Índice de Complejidad Económica (ECI). Las Proyecciones de Crecimiento para el 2028 del Growth Lab prevén un crecimiento en Vietnam del 5,56 % anual durante los próximos años.
La inversión extranjera directa (IED) juega un rol central en el desarrollo económico de Vietnam. La inversión mayor proviene de Singapur, Japón, Hong Kong, China y Corea del Sur en ese orden. Malasia y Tailandia también son inversores relevantes.
El ingreso de IED fue prácticamente nulo hasta la década de 1990. Por ejemplo, en 1991 fue de apenas 221 millones de dólares. A mediados de esa década, ya había recibido en 1997 unos 2 587 millones de dólares. En 2010 llegó a más de 8 000 millones y en 2023 en USD a 36,6 mil millones.
En cuanto a la estructura empresarial, mientras que las firmas de capital estatal dominan las industrias extractivas, algunas industrias pesadas, el comercio exterior agrícola, el sector bancario y los servicios públicos, las extranjeras juegan ese rol en el caso de las manufacturas para exportación y las privadas locales en otros sectores de servicios y las manufacturas livianas para el consumo interno.
Notas:
1. Phu Trong, N.: Problemas del camino al socialismo en Vietnam. La Revolución vietnamita. Teoría y práctica, Editorial del Partido del Trabajo, México D. F., 2011, p. 311.
Vietnam hoy
Para seguir esta serie:
1. Vietnam, el milagro: de la postguerra a la Doi Moi
2. Vietnam, el milagro: política exterior y relaciones con EE.UU. después de la reforma
3. Vietnam, el milagro: la economía en el siglo XXI