OnCuba comienza hoy, con esta entrega, la publicación de una serie de análisis sobre los principales acontecimientos y tendencias en la evolución de la República Socialista de Vietnam durante las últimas décadas. Su autor, el economista Omar Everleny, aborda la política de renovación vietnamita en todas las esferas, tanto económicas como políticas y sociales. Las reformas han convertido el país en uno de los más dinámicos en el Sudeste Asiático y en el mundo.
Resulta particularmente interesante cómo Vietnam y Estados Unidos consiguieron el estado de relaciones actuales, a pesar de la despiadada guerra y el bloqueo económico que sufrió Vietnam entre 1964 y 1994.
La serie abarca los cambios del sistema político del país asiático que permitieron la política de renovación conocida como Doi Moi; cómo fue la relación del Gobierno vietnamita con su diáspora; cuáles han sido los avances en la economía actual y cómo el Vietnam socialista y Estados Unidos han conseguido relacionarse hasta llegar a una Asociación Estratégica Integral en 2023.
Los invitamos a seguir la publicación de estos textos durante los próximos días.
Antes de 1986
Tras la Guerra de Indochina (1946-1954) seguida de la Guerra de Vietnam (1955-1975), la economía local quedó profundamente afectada. El país estaba dividido políticamente: el norte, comunista; el sur, capitalista.
A partir de 1954 se aplicó la colectivización, reconstrucción socialista y una economía centralizada y basada en planes quinquenales en el norte de Vietnam. El primer plan quinquenal (1961-1965) priorizó la industria pesada, pero luego la prioridad pasó a la agricultura y la industria ligera. Se prohibió toda empresa privada.
Durante la Guerra de Vietnam, los ataques aéreos de Estados Unidos en el norte, que comenzaron a principios de 1965, ralentizaron considerablemente las obras constructivas: había que centrarse en la reparación de los daños.
A fines de 1966 se experimentaron serias tensiones en la economía del norte como resultado de las afectaciones de la guerra contra el agresor imperialista. Las interrupciones de la energía eléctrica, la destrucción de las instalaciones de almacenamiento de petróleo, las instalaciones industriales y de fabricación y la escasez de mano de obra provocaron una desaceleración de la actividad industrial y agrícola.
La interrupción de las rutas de transporte por los bombardeos estadounidenses hizo mucho más difícil la distribución de materias primas y bienes de consumo. Hanoi llegó a informar que, en el norte, las seis principales ciudades industriales, 28 de las 30 ciudades de provincia, 96 de las 116 ciudades de distrito y 4 mil de las 5 788 comunas fueron gravemente dañadas o destruidas. Además, todas las centrales eléctricas, 1 600 obras hidráulicas, seis líneas ferroviarias, todas las carreteras, puentes y puertos marítimos e interiores resultaron destruidos.
Por causa de la guerra, en todo Vietnam la situación llegó a ser pésima. El saldo en vidas, escalofriante: más de 3 millones de muertes entre militares y civiles; 362 mil inválidos; 1 millón de viudas y 800 mil huérfanos; a esto se sumó un éxodo de 2 millones de refugiados, incluidos decenas de miles de profesionales, intelectuales, técnicos y trabajadores calificados.
Se perdieron más de 400 mil cabezas de ganado y se dañaron miles de kilómetros cuadrados de tierras agrícolas. El norte realizaba su comercio casi exclusivamente con la URSS y los estados del Bloque del Este y China, de quienes Vietnam recibió importantes ayudas financieras, materiales y técnicas.
Vietnam del Sur realizaba su comercio con países como Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania Occidental, Japón y Tailandia. La economía del sur se volvió cada vez más dependiente de la ayuda exterior, en particular desde finales de los 60 hasta la caída del régimen en Saigón en 1975.
La posguerra
En el período de la posguerra (1976-1986), el crecimiento económico vietnamita había sido limitado como resultado de un grupo de factores. Entre ellos, excesiva centralización y planificación, deficiencia en los mecanismos de gestión, efectos del bloqueo económico de los Estados Unidos. Se sumaban los elevados gastos de defensa y, por supuesto, los desastrosos efectos de la guerra.
A mediados de los 80, Vietnam registraba un lento crecimiento anual de la industria, la agricultura y el ingreso nacional; sufría, además, los efectos de una hiperinflación, a pesar de la masiva asistencia de los países socialistas.1
Después de la guerra, el modelo de centralización de la economía vigente en el norte se extendió al sur. Entre 1963 y 1989 funcionó un sistema de racionamiento por categorías laborales y políticas. Pero en 1983 se empezó a permitir la formación de cooperativas familiares para las cosechas. El periodo comprendido entre la primera década después de la guerra y hasta 1986 fue llamado Fase de subvención económica.
La economía de Vietnam posterior a la reunificación se encontraba en un ”período de transición al socialismo”. El proceso se describió como consistente en varias fases. La primera, de 1976 a 1980, incorporó el Segundo Plan Quinquenal (1976-1980). El Primer Plan Quinquenal (1960-1965) se aplicó únicamente a Vietnam del Norte.
Se tomaron medidas para implementar este objetivo en el Cuarto Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam (PCV), realizado en diciembre de 1976, cuando el Partido adoptó el Segundo Plan Quinquenal y definió tanto su ”línea de revolución socialista” como su ”línea de construcción de una política socialista”.
Los siguientes dos congresos, el Quinto, celebrado en marzo de 1982, y el Sexto, celebrado en diciembre de 1986, aprobaron los planes quinquenales diseñados para orientar el desarrollo de la economía vietnamita en cada etapa específica de la revolución comunista.
El optimismo y la impaciencia de los líderes fueron evidentes en el Segundo Plan Quinquenal del 1976-1980. El plan estableció metas extraordinariamente altas. Se daba prioridad a la reconstrucción, la nueva construcción, el desarrollo de recursos agrícolas y la integración entre el Norte y el Sur.
El PCV consideró fundamental mejorar y ampliar su participación en los asuntos económicos. Sin embargo, el país fue incapaz de emprender un programa tan ambicioso por sí solo, y para su Segundo Plan Quinquenal solicitó apoyo financiero de las naciones occidentales, organizaciones internacionales y aliados.
El Tercer Plan Quinquenal se llevaría a cabo entre 1981 y 1985. En 1979 estaba claro que el Segundo Plan Quinquenal no había logrado reducir los serios problemas que enfrentaba la economía recién unificada, que siguió dominada por la producción a pequeña escala, la baja productividad laboral, el desempleo, la escasez de materiales y tecnología y la insuficiencia de alimentos y bienes de consumo.
Para abordar estos problemas, en el V Congreso Nacional, realizado en marzo de 1982, el PCV aprobó resoluciones sobre ”orientaciones, tareas y objetivos del desarrollo económico y social para 1981-85 y los años 80”.
Debido al fracaso del Segundo Plan Quinquenal, los líderes vietnamitas procedieron con cautela y presentaron el plan año por año. Las políticas económicas establecidas en 1982 resultaron de un compromiso entre elementos ideológicos y pragmáticos dentro de la dirección del Partido.
Se abordó la cuestión de si se preservaban o no las actividades capitalistas privadas en el sur, así como la cuestión del ritmo de la transformación comunista. Las políticas a las que se llegó exigían la retención temporal de las actividades capitalistas privadas con el fin de estimular el crecimiento económico y cierta culminación de la transformación comunista en el sur a mediados de los años 80.
Sin embargo, la máxima prioridad del Plan era desarrollar la agricultura integrando los sectores colectivos e individuales en un sistema general con énfasis en el cultivo intensivo y la especialización, empleando la ciencia y la tecnología.
Economía familiar
La política económica fomentó el desarrollo de la economía familiar; es decir, el uso privado, por parte de los campesinos, de la tierra que no estaba siendo utilizada por la cooperativa. Mediante el uso de un sistema de contrato de producto final introducido por el plan, se permitió a las familias campesinas firmar contratos con las cooperativas para cultivar tierras que eran propiedad del colectivo.
Luego, los hogares asumieron la responsabilidad de la producción en las parcelas. Si la producción no alcanzaba las cuotas asignadas, los hogares debían compensar el déficit al año siguiente. Si se producía un excedente, se permitiría a los hogares conservarlo, venderlo en el mercado libre o venderlo al Estado por un ”precio negociado”.
En 1983 la economía familiar supuestamente proporcionaba entre el 50 y el 60 % de los ingresos totales de los campesinos y entre el 30 y el 50 % de sus alimentos. Se puso fin a la nacionalización de las pequeñas empresas y se revirtieron las políticas anteriores que habían buscado la comunización completa e inmediata del Sur.
La nueva política benefició especialmente a los campesinos —incluida la abrumadora mayoría de los del Sur— que se habían negado a unirse a cooperativas, pequeños productores, pequeños comerciantes y empresas familiares.
Sin embargo, continuó el esfuerzo por reducir el sector capitalista en esa parte del país. A fines de 1983, varias empresas de importación y exportación que se habían creado en la ciudad de Ho Chi Minh —antes Saigón— para estimular el desarrollo del mercado de exportación se integraron en una sola empresa regulada por el Estado.
Al mismo tiempo, el ritmo de la colectivización en el campo se aceleró bajo el Plan. A fines de 1985, Hanoi informó que el 72 % del total de hogares campesinos en el Sur estaban inscritos en alguna forma de organización cooperativa. A pesar del énfasis del Plan en el desarrollo agrícola, el sector industrial recibió una mayor participación de la inversión estatal durante los dos primeros años.
En 1982, por ejemplo, la inversión aproximada era del 53 % para la industria, en comparación con el 18 % para la agricultura. El Plan enfatizó el desarrollo de la industria a pequeña escala para satisfacer las necesidades materiales de Vietnam, crear bienes para la exportación y sentar las bases para el desarrollo de la industria pesada.
El Sexto Pleno del Comité Central del PCV en julio de 1984, reconoció que el dominio del sector privado en el comercio mayorista y minorista en el Sur no podía eliminarse hasta que el Estado fuera capaz de asumir la responsabilidad del comercio. Por lo tanto, se hicieron propuestas para descentralizar los procedimientos de planificación y mejorar las habilidades gerenciales de los funcionarios del Gobierno y del Partido.
Con el propósito de descentralizar la toma de decisiones económicas, el Comité Central resolvió otorgar autonomía de producción a nivel de fábrica y de finca individual. El Pleno también buscó reducir los gastos del Gobierno poniendo fin a los subsidios estatales a los alimentos y ciertos bienes de consumo para los empleados estatales. Además, determinó que todos los costos relevantes para el Gobierno nacional debían tenerse en cuenta al determinar los costos de producción y que el Estado debería dejar de compensar las pérdidas incurridas por las empresas estatales.
Para implementar estas resoluciones se requirió que las organizaciones monetarias pasaran a la contabilidad económica moderna. El Gobierno creó un nuevo dong —la moneda vietnamita— en septiembre de 1985 y estableció cuotas máximas para ser canjeadas en billetes de banco. El dong también fue devaluado oficialmente.
A pesar de los esfuerzos de los planes quinquenales y de los documentos aprobados en los diferentes Congresos del Partido, la situación económica era crítica en los años finales de la década de los 80, con una hiperinflación, un bajo nivel de vida y un 67 % de las personas viviendo por debajo de la línea de pobreza. A todo esto se sumaría el colapso del bloque socialista, lo que agravó la crisis. Sobrevino entonces la decisión de realizar una transformación económica de gran alcance.
Reformas integrales
El comienzo de las reformas vietnamitas fue en 1986. Antes de estas, el sistema consistía en distintos tipos de empresas: estatales, cooperativas y estaciones de servicio. La agricultura decayó rápidamente entre 1986-1989. Había mucha escasez de comida, lo que llevó al Estado a aumentar las importaciones de alimentos.
Esa situación es la que provoca que el Estado comience el proceso de reforma principalmente por la agricultura.
Antes de las reformas (Doi Moi), Vietnam era un importador neto de alimentos, y debido a las medidas que implementó se convirtió rápidamente en un gran exportador de estos bienes. Uno de los cambios fue el período permitido de usufructo de la tierra, llevándolo a 50 años, para cultivos permanentes. Se permitió la concentración de la propiedad de la tierra.
El Gobierno participaba en la construcción de diques y métodos de irrigación y drenaje. Se establecieron los Bancos Agrícola y Social para que le prestaran a los campesinos. No se dejó a su suerte a los campesinos independientes. En una etapa inicial hubo ayuda tanto del Gobierno como de las propias cooperativas a los campesinos que se fueron de ellas.
El objetivo era que sembraran y aumentaran las cosechas para erradicar la hambruna existente. Aunque las cooperativas se fraccionaron y la tierra se repartió, estas continuaron proveyendo semillas, y créditos. 2
En una etapa inicial hubo ayuda tanto del Gobierno como de las cooperativas a los campesinos que se fueron de las cooperativas. Es decir el objetivo era que sembraran y aumentaran las cosechas para erradicar la hambruna existente. El tipo de ayuda que recibían por la cooperativa a la cual ellos pertenecían antes eran entrega de semillas, y le otorgaban ciertos créditos agrícolas.
En 1986, el Congreso del Partido Comunista de Vietnam (PCV) decidió promover una economía socialista de mercado. Aceptaron las formas múltiples de propiedad y se produjo un cambio ideológico fundamental. Al mismo tiempo la economía se abrió al intercambio comercial y de inversiones externas.
¿Por qué fue posible el Doi Moi?
- Se habían ensayado reformas en la agricultura desde 1968 y en las empresas estatales en 1978.
- Por la visión intelectual de los grupos asesores de alto nivel.
- Cambios en la más alta dirección.
- Pragmatismo de los nuevos dirigentes al abandonar los dogmas de la planificación centralizada.
- Vietnam se encontraba aislada de la asistencia occidental.
- Se había producido el colapso de los países socialistas y de la URSS.
El Doi Moi ayudó al Partido Comunista de Vietnam a salir de la crisis provocada por el colapso de Europa Oriental. Aunque este proceso comenzó en 1986, no fue implementado hasta después de 1989.
¿En qué consistieron sus bases originales? ¿Cuáles fueron sus líneas a seguir?
- Implementar una economía de mercado con orientación socialista.
- Desarrollar una economía multisectorial.
- Desarrollar el sector privado.
- Permitir diversificación y desarrollo de las relaciones económicas internacionales y la integración económica regional.
- Reformar la administración pública, estableciendo un marco legal para el nuevo sistema económico.
El Doi Moi fue una campaña de renovación política y económica que introdujo reformas destinadas a facilitar la transición de una economía de planificación centralizada a una forma de socialismo de mercado oficialmente denominada “economía de mercado de orientación socialista”.
El Doi Moi combinó la planificación económica con incentivos de libre mercado y alentó el establecimiento de empresas privadas en la producción de bienes de consumo y la inversión extranjera, incluidas las empresas de propiedad extranjera.
En muy corto tiempo, las reformas disolvieron las granjas colectivas y la organización en el campo volvió al sistema de granjas familiares; se liberalizó la mayoría de los precios; se autorizó y fomentó la creación de nuevas empresas privadas en diversos campos; se liberalizó el régimen de comercio y de inversiones; se unificó el tipo de cambio; se redujeron los déficits fiscales; y se impuso la disciplina financiera a las empresas estatales.
Antes de la reforma, Vietnam importaba alrededor de un millón de toneladas de arroz al año. En 2023 el país produjo 43,5 millones de toneladas y exportó la cantidad récord de 8,3 millones. Por esas exportaciones obtuvo unos ingresos superiores a 4,7 mil millones de dólares. Es uno de los principales exportadores del mundo de ese cereal y de otros productos agrícolas.
Notas:
1- Banco Mundial: ”De la Planificación centralizada a la economía de mercado”. Informe sobre el desarrollo mundial 1996″ Washington, DC.
2- Algunos de los datos y análisis en esta serie de artículos provienen del intercambio del autor con especialistas como Duong Ngoc Thi, quien fuera vicedirector general del Institute of Policy and Strategy for Agriculture and Rural Development y Le Dang Doanh, ex director del Central Institute for Economic Management y ex-asesor del primer ministro Pham Van Dong.
Vietnam hoy
Para seguir esta serie:
1. Vietnam, el milagro: de la postguerra a la Doi Moi
2. Vietnam, el milagro: política exterior y relaciones con EE.UU. después de la reforma
3. Vietnam, el milagro: la economía en el siglo XXI
4. Vietnam, el milagro: algunas lecciones para Cuba (final)
Deberíamos aprender mas de Viet Nam , sobre todo en la estricta reduccion de los gastos y del enorme deficit fiscal que nos afecta y acabar de darle la prioridad que exige la esfera productiva .
El caso de Vietnam nos enseña que reformas económicas como el Doi Moi pueden ser exitosas tras un conflicto devastador. Sin embargo, para que Cuba logre un “milagro” similar, se necesitan condiciones que hoy no existen.
En Vietnam, el Doi Moi se basó en un fuerte consenso político y un compromiso con la renovación. La descentralización económica, la apertura a la inversión extranjera y el estímulo al sector privado fueron claves para su éxito.
En contraste, en Cuba persiste la centralización política y económica, con un modelo que ha demostrado incapacidad para responder a las necesidades del pueblo. La falta de transparencia y las restricciones a la libertad empresarial dificultan la implementación de reformas efectivas.
Además, Vietnam no enfrentaba un bloqueo económico como el que sufre Cuba. El Doi Moi se benefició de la apertura hacia mercados internacionales, algo que Cuba no puede lograr plenamente debido al embargo estadounidense.
Si bien Cuba podría estudiar aspectos del Doi Moi, su éxito dependería de cambios estructurales profundos y un compromiso real con las reformas. Sin estos elementos, las similitudes con Vietnam serían superficiales y el “milagro” económico seguiría siendo una ilusión.