Los apagones en Cuba este miércoles fueron mayores que los previstos oficialmente.
En lugar de los 342 MW pronosticados oficialmente, la afectación máxima ascendió hasta los 766 MW en el pico nocturno, según reconoció la propia Unión Eléctrica (UNE).
El fallo en los cálculos, de más de 400 MW, supuso más cubanos a oscuras debido a la no entrada al sistema eléctrico de dos plantas generadoras y la salida imprevista de una tercera.
“Déficit superior a lo planificado por no entrada de las unidades 5 de la CTE Mariel, de la unidad 2 de la CTE Santa Cruz y salida de la unidad 5 de la CTE Rente”, explicó la UNE en sus redes.
Según la entidad, los apagones se extendieron desde las 10:26 de la mañana hasta la 1:57 de la madrugada, y ya a las 6:38 AM de hoy “se comenzó a afectar el servicio por déficit de capacidad de generación”.
Para el mediodía, la UNE pronostica una afectación de 400 MW y para el pico nocturno la misma aumentará hasta los 710 MW, si se cumplen las acciones previstas y no ocurre otra avería.
En la noche la entidad prevé la entrada de la unidad 2 de la termoeléctrica de Santa Cruz del Norte, con 60 MW, y “la recuperación de 100 MW que se encuentran fuera por combustible en centrales de la generación distribuida”.
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Plantas rotas y falta de combustible
Junto a la unidad 2 de la termoeléctrica de Santa Cruz, que debe entrar al sistema esta noche, este jueves también amaneció averiada la unidad 5 del Mariel, que, como la otra, no arrancó ayer como estaba previsto y al menos hoy tampoco lo hará.
Además, siguen sin funcionar por roturas la unidad 5 de Nuevitas y la 2 de Felton —afectada desde hace meses por un incendio—, al tiempo que la unidad 1 de Santa Cruz esta detenida por labores de mantenimiento.
En total, de acuerdo con la UNE, las limitaciones en la llamada generación térmica son de 476 WW, mientras que en la generación distribuida se afectarán 579 MW por falta de combustible.
Por este motivo están fuera de servicio 61 centrales generadoras, así como las patana de Regla y de Melones.
Cuba padece desde hace varios años de una crónica crisis con la generación eléctrica, provocada por la antigüedad de las plantas generadoras y la difícil situación económica, que afecta las inversiones y los mantenimientos necesarios, así como la importación de combustible.
En este contexto, la UNE asegura que se trabaja para que los apagones no sean prolongados, y ejecuta un cronograma mantenimientos de las longevas termoeléctricas cubanas con el objetivo llegar a julio y agosto “en mejores condiciones”.
Según explicó a Granma recientemente Julio González Céspedes, director de Mantenimiento de esa entidad en esos meses de verano las termoeléctricas cubanas deben aportar al sistema un promedio de 1200 MW, una cifra superior en 100 MW a la alcanzada en igual fecha del año pasado, pero muy inferior a los 1993 MW de potencia instalada.