Los estelares pianistas Lang Lang, de China, y Chucho Valdés, de Cuba, entrelazarán sus talentos en La Habana el próximo 9 de octubre en un concierto del que puede esperarse que salten chispas. Ambos virtuosos se conocieron el pasado año en Viena, Austria, y por pura casualidad, según comentó a OnCuba el comunicador cultural y organizador del concierto Eric Latzky.
“Estaban allí para realizar presentaciones, tuvieron un corto encuentro y tocaron un poco de música juntos en privado, entonces decidieron que les gustaría realizar un espectáculo. El concierto en La Habana será la primera actuación en público, y creo que ambos están muy emocionados”, aseguró.
The New York Times califica a Lang Lang como el mejor artista clásico del planeta, mientras la revista Time lo incluyó en la lista de las cien personas más influyentes del mundo. Algo es seguro, si una imagen vale más que mil palabras, a sus 30 años de edad, ese chino parece un chiquillo, vestido con tennis y chaquetas brillantes, el pelo parado, como un erizo.
Con esa estampa toca a Liszt, Mozart, Beethoven, Rachmaninov, y los más rudos críticos lo catalogan de “virtuoso alucinante y muy apasionado”. Eso tiene en común con el singular jazzista cubano, ganador de ocho premios Grammy y nacido en La Habana, ciudad a la que regalarán este espectáculo a propósito de los 500 años de su fundación.
“En La Habana la música importa y somos vecinos cercanos con muchos intereses culturales comunes”, opinó Latzky, de nacionalidad estadounidense como otros integrantes del equipo de producción del concierto que recién pasaron unos días en la capital cubana para estudiar el espacio de la Plaza de la Catedral, lugar elegido como escenario del suceso.
“Para mí personalmente, después de visitar esta ciudad en varias ocasiones, ha sido un sueño construir puentes musicales. Ahora, en este nuevo clima de diálogo y apertura, el momento parece el adecuado para un concierto de cooperación internacional. El Instituto Cubano de la Música y su presidente, Orlando Vistel Columbié, han sido grandes compañeros para trabajar en esta empresa”.
Sobre el repertorio prefirió adelantar casi nada. Solo una precisión enunciada con energía: ¿Puede el público cubano esperar alguna pieza local? “¡Sí!”, exclamó.
Cada artista ya formuló una propuesta de piezas que le gustaría interpretar, a partir de la cual la conductora y violinista estadounidense Marin Alsop deberá decidir el programa definitivo. La actual directora de la Orquesta Sinfónica de Baltimore fue elegida para estar al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba en el concierto habanero.
Para Latzky el evento es una “ocasión festiva”. Aunque pudo conocer a Chucho Valdés en vivo en marzo pasado, le gustaba su música desde hace bastante tiempo, al igual que al co-productor del espectáculo, Jean-Jacques Cesbron, presidente de CAMI Music de Nueva York, quien ha trabajado con el músico cubano por varios años.
De momento, resta esperar los primeros días de octubre para presenciar el montaje de un regalo nada sencillo, pero planeado con entusiasmo.
“Nuestras expectativas son simplemente crear un hermoso concierto para el pueblo de Cuba, en un entorno muy especial, la Plaza de la Catedral en La Habana Vieja, con grandes artistas de talla internacional -Marin Alsop y la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, con Lang Lang y Chucho Valdés- para celebrar a la ciudad de La Habana, que ya se acerca a su aniversario 500”.
Según la prensa internacional, Lang Lang le ha abierto puertas a públicos que siempre han pensado que la música clásica es aburrida y que en él han encontrado pura diversión.
Por su parte, Dionisio de Jesús Valdés Rodríguez, o simplemente Chucho Valdés, fue inscrito en el Hall de la fama del Jazz Latino en los Ángeles, Estados Unidos, en el año 2000, y es Doctor Honoris Causa de universidades en Canadá, Estados Unidos y Cuba. The New York Times lo proclamó en 2012 como “el Decano del Jazz Latino”.
Qué se prepare entonces la Plaza de la Catedral.
Un concierto espectacular. Dichosos los que tengan el placer de presenciarlo.