El verano es la época del año en la que se concentran la mayoría de los carnavales de Cuba. La conjunción de receso escolar con las vacaciones de la mayoría de la gente hace propicio el momento para cerrar unas cuantas calles, plantar “termos” de cerveza a granel y montar varias tarimas, desde las cuales no se detenga ni un segundo el rugir de los éxitos del momento.
Las también llamadas “fiestas populares” (porque a veces, para ser carnavales, necesitan carrozas, comparsas, muñecones y otros recursos que no siempre “están a la mano”) son un suceso anual tan esperado por miles como detestado por otros.
La balanza se inclina a favor de los parranderos, los que guardan los ahorros y energías para pasarse varios días sin descansar; pero los hay de igual manera alérgicos a las aglomeraciones, y a los olores penetrantes de fritangas y baños públicos.
Yo, que soy de Cienfuegos, una linda ciudad pequeña y tranquila del centro sur del país, interactúo cada año de manera especial con nuestros propios carnavales.
El edificio de la emisora de radio en la que soy locutor y comentarista deportivo (un hermoso palacete de principios del siglo XX) es “cercado” por la multitud. Aunque retumben las paredes, tiene su gracia esto de trabajar cerca de la fiesta: las pipas de cerveza y el pan con lechón están ahí mismo, al bajar las escaleras.
De mi experiencia en el 2015 les regalo algunas “escenas”, pequeños paisajes verbales de una celebración que está para olvidar los problemas…aunque a veces los cause.
RECICLAJE
Compras una cerveza “Bruja”, de las de 10 pesos, Moneda Nacional. Te bebes el contenido, pero devuelves el continente.
DEPORTE NACIONAL
Un pelotero activo, multimedallista nacional, trabaja en un kiosco, vendiendo lo que pueda. Un fan lo nombra, el toletero responde: “Aquí, en la lucha”.
IMAGINARIO
La iconografía universal que escogieron para identificar este año al carnaval no convence. Hay a quien no le gusta el Tritón de la portada:
“En un carnaval tenían que poner en la entrada la imagen de un borracho, como Benny Moré, por ejemplo”, se queja un fiestero, a viva voz.
TRADICIÓN
La carroza “truena” un ritmo extranjero-indescifrable-, las bailarinas gozan.
FILOSOFÍA
“Este país no es pa’ pensar, este país es pa resolver”, persuade un curda a otro.
SOLIDARIDAD
El municipio de Palmira y el barrio de Pueblo Grifo son, durante el carnaval, de un pájaro las dos alas. Del primero llegan gastronómicos y gastronomía. El segundo pone la multitud.
PEDAGOGÍA
“Te voy a enseñar algo gratis: en el carnaval se puede comprar cerveza de botella el primer día y el segundo; pero a partir de ahí la que te venden es de pipa, re-envasada”.
LEGITIMACIÓN
“Despáchale bien al comentarista, que si no sales Por La Goma”.
LEGITIMACIÓN II
“¿Cómo está el equipo de pelota este año?”, me pregunta un “pipero”. Le respondo con otra pregunta: “¿cómo está la cerveza”?
CONCEPTO
Una joven frondosa pasa y el “contento” exclama fuera de revoluciones: “¡una cosita rica pa’ comer! ¡Y lo dije bien, porque no es lo mismo ‘una cosita’, que ‘una cosita rica pa’ comer’!”.
POETA Y CATADOR
“Yo vendí cerveza seis años, ella está buena cuando tiene cuerpo”.
MITO LLUVIOSO
CARNAVALERA: Menos mal que hasta ahora no ha llovido porque todos los años cae un aguacero…
CARNAVALERO: Pero San Pedro se precipitó con la pipa esta, ¡ñooo…!
solo espero algún día se recupere el paseo de carroza y comparsas en la calzada de Dolores. mayor espacio, menos atropellamiento. más posibilidades de lucir las comparsas. manteniendo los carnavales en los barrios, y otras actividades en la plaza para jóvenes y orquestas en vivo sin tantas justificaciones de que no se puede recuperar ese paseo.