Donald Trump lo ha vuelto a hacer. Fiel a su estilo provocador, el exmandatario y candidato presidencial republicano volvió a soltar este viernes una de sus acostumbradas frases altisonantes.
Si pierde las elecciones de noviembre, dijo, habrá una “gran guerra” en el Medio Oriente y, potencialmente, una “Tercera Guerra Mundial”. Toda una bomba.
La frase presuntamente premonitoria la pronunció durante un encuentro con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en su casa de Mar-a-Lago, en Florida, un día después de que el líder israelí se reuniera por separado con el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris.
“Si ganamos (las elecciones), será muy sencillo. Todo se resolverá y muy rápidamente”, dijo Trump a los periodistas al comienzo de la reunión, según reseña la agencia EFE.
En cambio, advirtió, si llegase a perder “terminaremos con grandes guerras en Oriente Medio y tal vez una Tercera Guerra Mundial”.
En una declaración atemorizante, aunque no desacertada —si se obvia su olvido de la crisis de los misiles de 1962, que tuvo a Cuba como escenario del conflicto entre EE.UU y la Unión Soviética— el expresidente consideró que el mundo está “más cerca de una Tercera Guerra Mundial en este momento que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial”.
“Nunca hemos estado tan cerca, porque tenemos gente incompetente al mando de nuestro país”, alertó Trump, quien aprovechó para cargar contra el presidente Biden y la vicepresidenta Harris, su casi virtual contrincante por la Casa Blanca.
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Trump se vanagloria y Netanyahu le agradece
Como es común en él, Trump se vanaglorió por su mandato y afirmó que “ningún presidente ha hecho lo que yo he hecho por Israel”.
El exmandatario expresó a Netanyahu su solidaridad con Israel después del “atroz ataque” de Hamás el 7 de octubre de 2023 y prometió que, “cuando regrese a la Casa Blanca” hará todo lo posible para llevar la paz al Medio Oriente “y evitar que el antisemitismo se propague por los campus universitarios de los Estados Unidos”.
El primer ministro de Israel, por su parte, agradeció a Trump el trabajo realizado para “promover la estabilidad en la región a través de, entre muchos logros históricos, los Acuerdos de Abraham o el traslado de la Embajada de los Estados Unidos en Israel a Jerusalén”, según reseñó la campaña del candidato republicano.
También le agradeció, apunta EFE, el “reconocimiento de la soberanía israelí de los Altos del Golán, la eliminación de Qasem Soleimani (exgeneral al frente de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní)” y el fin del “horrible acuerdo nuclear con Irán”.
Netanyahu, quien viajó esta semana a EE.UU., arribó a Florida proveniente de Washington, donde el miércoles pidió más armas y apoyo para su guerra contra Hamás en el Congreso. Un día después se reunió con Biden y Kamala Harris, quién le advirtió que “no se quedará callada” ante las muertes de civiles palestinos en Gaza.
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“Acabo de decirle al primer ministro Netanyahu que es hora de que se cierre el acuerdo. Así que a todos los que han estado pidiendo un alto el fuego y anhelan la paz, los veo y los escucho. Hagamos el acuerdo para conseguir un alto el fuego y poner fin a la guerra”, declaró Harris a la prensa tras el encuentro.
“Se lo expliqué al primer ministro, mi gran preocupación por la escala de sufrimiento humano en Gaza, incluyendo la muerte de demasiados civiles inocentes”, dijo la vicepresidenta, quien también solidarizó con los rehenes israelíes y condenó “el antisemitismo, la islamofobia y todo tipo de crimen de odio”.
Preguntado al respecto por la prensa tras su reunión con Netanyahu, Trump consideró que los comentarios de Harris fueron “irrespetuosos con Israel”.
“Creo que sus comentarios fueron irrespetuosos. No fueron muy amables con respecto a Israel. En realidad, no sé cómo una persona judía pudo votar por ella, pero eso es asunto suyo”, aseveró sobre su presumible rival por la presidencia, cuyo esposo es precisamente judío.